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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Alma und Gustav - por Ramón García Balado

A Coruña - 10/10/2021

Obras del entorno vienés de los Mahler, Gustav y Alma, del que fue protagonista la soprano finlandesa Helena Juntunen con la Orquesta Sinfónica de Galicia y el director Dima Slobodeniuk, en una serie de lieder de Alma Mahler, en arreglo de Jorma Panula, además de su participación en el lied Das himmlische Leben (Vida celestial), perteneciente a Des Knaben Wunderhorn, del  cuarto movimiento de la Sinfonía nª 4, de Gustav Mahler.  

Panula es compositor relacionado artísticamente con los directores Esa Pekka Salonen, Mikko Franck, Esa Pekka Saraste y Osmo Vaska, con formación en la Ac. Sibelius, de Helsinki y autor de una ópera Jaako Ilkka, en la que propone relacionar el género lírico, con las artes visuales.    Helena Juntunen, pasó por la Ak. Sibelius de Helsinki, en donde siguió las docencias de Anita Välkki, Renatta Scotto y Harmut Höll. Recibió el Premio  Karita Mattila, en 2006.  

Alma Mahler Schindler apuntaba a lieder procedentes de sus colecciones Fünf Lieder, Vier Lieder y Fünf Gesänge In meines Vaters Garten; Ansturn, Der Erkennende, Leise weht ein erstes Blühn (sobre la poética de Heine). Por la amplitud del diseño melódico y su trazado, la forma tiende a expandirse, en la línea de la idea postromántica del género, distanciándose de su apreciado Gustav, aunque son perceptibles las deudas y las influencias wagnerianas- en ciertos rasgos-, de Brahms, en la construcción, de Schumann, por los estados de ánimo y de Zemlinsky, por la expansión de la tonalidad y las incesantes modulaciones.

Los Vier Lieder- entre los que se halla Ansturm-resultan los más ricos por su inventiva, cercanos a Schönberg y Berg. A excepción de Heine y Novalis, los poemas pertenecen a contemporáneos como Bierbaum, Falke, Hartleben (traductor de Pierrot Lunaire-, Dehmel, al que ella apreciaba especialmente y el citado Rilke. Der Erkennede es autoría de quien fue su pareja  F.Werfel, y es uno de los más destacados. Otra pequeña joya, In meines Vaters Garten (Hartleben), destaca por los contrastes de movimiento y tonalidad.  Helena Juntune, exhibió dotes de cantante con voz penetrante bien timbrada, destacando la cuidada línea que presumían las poéticas de los textos en un perfilado meticuloso. 

Alma en su entorno afectivo, las relaciones  con Gustav, el arquitecto Walter Gropius o Franz Werfel, además de los devaneos con Gustav Klimt y Oskar Kokoschka. Su padre, Emil Schindler, facilitó que su vida estuviese siempre rodeada de artistas y personas de la cultura y pronto encontró en la música un lugar a su medida, en especial en las creaciones vocales, recibiendo en principio influencias wagnerianas, además de tener como maestro a Zemlinski- maestro de Schönberg-, pero con su admirado Gustav, las relaciones pasarían por momentos incómodos, por las exigencias de la pareja. Werfel precisamente, la animó a la composición de los Funf Lieder y los Vier Lieder. Para la leyenda, el puente establecido entre Zemlinski y Mahler, gracias al cual coincidirán con Alma, mientras que ella insistía en la defensa del ballet del primero Das goldene Herz, que le había hecho llegar un año antes y que Mahler, como director de la Ópera desechó por su falta de interés.

Mahler con la Sinfonía nº 4, dentro de las preferencias de Slobodeniouk para esta obra en los cuatro tiempos: Una forma sonata- rondó, en ese primer movimiento, elaborado sobre dos temas fundamentales para Llegar a un Allegro crescendo, animado por timbales, carrillón, triángulo y platillos, con arpa y una frase de la trompa, previo al traslado a un pizzicato de las cuerdas, antes de la recuperación  del tema principal hacia un final cargado de vitalidad.

Ese segundo tiempo que resultó un a modo de danza de la muerte, encabezada por un solo de violín, apoyado sobre una afinación  más alta de lo habitual. Una ironía sobre la muerte, eterno fantasma que sobrevolaba permanentemente  la sensibilidad del autor, marcando la distancia en las cercanías de la danza macabra, pero menos trivial y con tintes que podrán hallarse en el tercer movimiento de la Sinfonía Titán. A esa sección del solo de violín, se oponía  otra delicada y sensible de las cuerdas con sordina, acercándonos  a un scherzo, repetido en dos ocasiones y el movimiento, en sucesivas variaciones, de las dos primeras secciones que comenzaría a   desvanecerse sobre un acorde de maderas.

El Ruhevoll  (Apacible), expresándose  en la modalidad Rondó- variaciones, de una belleza sobrecogedora e irresistible, un encadenamiento de pasajes que nos animan a recordar las virtudes del maestro en este género de argumentos musicales. Quizás y para bien, en los límites del exceso, por esa aglomeración de refinada intensidad. El inicio de la Coda, precisamente en fortissimo, sobre la que se escucha la melodía de base, ratificada  por las trompas, en anuncio del movimiento final. En encadenamiento, Sehr behaglich (Apacible), delicia en el final de la sinfonía con el lied orquestal Das himmlische Leben, una ansiada recreación paradisíaca. La recurrencia a la voz femenina en este lied, resulta de una evidencia incontestable. Disfrutamos intensamente desde  Wir geniessen dir himmlischen Freuden/ d´rum  tun wir das Irdische meiden. Kein weltlich Getümmel hört man nicht im Himmel!/ Lebt alles in sanf tester Ruh…” (Gocemos de las alegrías celestiales….). Se aprecia en lo posible, el contraste buscado entre el texto poético, de clara evanescencia casi impresionista, y la conseguida orquestación.

Ramón García Balado

 

Helena Juntunen

Orquesta Sinfónica de Galicia / Dima Slobodeniuk

Obras de Alma Mahler y Gustav Mahler

Palacio de la Ópera, A Coruña

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