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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Alén, de Eduardo Soutullo, un imaginario ancestral (Real Filharmonía de Galicia)

Santiago de Compostela - 09/10/2020

Eduardo Soutullo se añade a la lista de galardonados con uno de los premios de mayor envergadura del país, el BBVA-AEOS, de Composición, del que ya se beneficiaron recientemente Marcos Fernández Barreiro- Nocturno Sinfónico-, Jesús Torres-Tres pinturas velazqueñas-; Fernando Buide del Real- Fragmentos de Satiricón o Javier Santacreu, por De la belleza inacabada.

Para el autor, Alén es un homenaje a un monumento megalítico que se halla en Galicia, A Porta do Alén, que a la luz de la tradición y el imaginario  ancestral,  está perdida en la oscuridad de la  memoria, en un lugar que había que atravesar para acceder a una dimensión desconocida, legado de culturas compartidas por pueblos  distantes. Al traducir esa traslación a un posible mundo sonoro, el compositor fue investigando dentro de un proceso bastante libre, que le permitió acercarse a técnicas de creación sobre las que ha indagado en estos últimos años, aspecto de pudimos constatar en otros trabajos.

Para Baldur Brönimann, lo que más le impresionó de Alén, es la manera en cómo trata el sonido en sí mismo, al buscar en ese espacio imaginario. Las sutiles sonoridades que a veces están entre el ruido y la nota, utiliza técnicas extendidas, microtonos y aspectos similares.

Jean Sibelius, en ciertos aspectos, ha sufrido un exceso de apropiación retórica que a la postre, le sitúa como complemento sonoro de los bosques sombríos, los inhóspitos  espacios nevados, lo yermo y lo aparentemente puro y elemental a la que él mismo no fue ajeno, que defendía especialmente su sinfonismo como ajeno a cualquier programatismo, sin base literaria alguna.

Para nada se hablará de un compositor-literato, ya que su obra toma relevancia donde terminan las palabras y en lo relativo a la utilización del folklore, existía el posible falseamiento de los importantes temas, procedían de melodías populares. No aparecen elementos de  importancia como el cromatismo, en ninguna de sus formas ni un especial interés por el fenómeno de la emancipación de la disonancia. Finlandia Op. 26 uno de los grandes poemas sinfónicos, típicos, obra que impregna la receptividad del oyente desde los primeros compases. Dos partes conjuntamente: el  Andante sostenuto, de perceptible solemnidad a la que sigue  el Allegro moderato en una plenitud de fanfarrias.

Pelleas y Melisande Op. 46, un arraigo con el medio escénico, inevitable tentación si se tiene en cuenta que nacería como un compromiso para el drama de Maeterlick, bastará con que recordemos la ópera de Claude Debussy, y que en esta oportunidad estaría destinada al Teatro Sueco. De la  misma, el autor extraerá una suite en nueve números, partiendo de A las puertas del castillo hasta  La muerte de Melisenda, que desemboca en un meditativo pianíssimo. La época no dejará de  insistir entre los resultados observables entre la obra de Sibelius y el drama escénico simbolista de Claude Debussy, empeñado en distanciarse, para su propio beneficio de los excesos apabullantes d las tradiciones wagnerianas y aledaños.

Paul Daniel, director, anfitrión y narrador en el Peer Gynt, describió con talante humorístico, las andanzas, despropósitos y desventuras del picaresco personaje. Edvard Grieg con sus dos suites para orquesta sobre el Peer Gynt, de Henrik Ibsen, obra aparentemente circunstancial, en lo que daría en llamarse trabajo alimenticio. Para la posteridad, nada más ajeno de la realidad, ya que terminará convirtiéndose en uno de sus trabajos más divulgados.

Una cascada de números que fluyen con naturalidad, ajenos a los condicionantes de la obra escénica, comenzando por La mañana de la primera de las suites, hasta entregarnos a la  segunda suite, que a la cuatro piezas originales, se añadirá La danza de las hijas del rey de las montañas. Piezas no muy extensas pero plenas de colorido en el tratamiento de los recursos orquestales, y de las que la posteridad, se permitió desafortunados y libérrimos usos.

Ramón García Balado   

Real Filharmonía de Galicia / Paul Daniel

Obras de Eduardo Soutullo, J. Sibelius y E. Grieg

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Foto: Cartel anunciador del concierto. 

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