Fernando Buide del Real, siempre reconoció el magisterio de Leonardo Balada, por el apoyo recibido en su evolución creativa y del compositor Martin Bresnick de la Yale University, en donde acabaría impartiendo clases. El título de su tesis Unidad y proceso en la Tercera Sinfonía de Roberto Gerhard -otro de los admirados referentes-, suponía el reconocimiento del compositor exiliado en Inglaterra y seguidor de Schönberg y la Segunda Escuela Vienesa.
El compositor goza de cierta consideración, por trabajos como Tropos, Mar ao Norde o la premiada Fragmentos de Satiricón, galardonada con el VII de Composición AEOS. En espacio similar al de esta ópera, se encontraba Electra, producto de su estancia en la Real Academia Española, en Roma. Obra breve en la que la soprano Eva Juárez, compartía protagonismo con el Ensemble 21. El texto pertenecía a Efrain Rodríguez.
A Amnesia de Clío podrá ubicarse en el espacio abierto por su maestro Leonardo Balada, afortunado mediador en los proyectos recordados de la Sala Olimpia en los ochenta, con el apoyo del CDMC, en los que estrenaría María Sabina, un periodo de propuestas innovadoras que prosiguen en otras aventuras como María Moliner, de Parera Pons; El público, de Mauricio Sotelo o recuperaciones como La Duenna, de Roberto Gerhard. Hasta donde podría llegar la impregnación de esos referentes en la obra de Buide del Real, será relativamente comprensible, una vez que se asista a la función bien avalada, por las firmas que la hicieron posible.
Clío, en el mundo de las musas, entredicha por esta componenda de entresijos políticos, nos arrastra a una de las nueve míticas figuras como protectora de la poesía de la épica, y en especial, de la historia, caracterizada comúnmente en las representaciones con su rollo de escritura entre las manos. Clío (La que da la fama), aparece coronada con laurel, llevando una trompa en la mano diestra y en la otra un libro. En ocasiones también tiene un cálamo y un rollo de escritura en las manos. Como es así mismo veladora de la historia, sobre el mencionado libro debe poner: Tucídides.
Al grano: ella, tejedora de incordios extravagantes en los medios de la alta política de potentados, hasta convertirse en desenlace del destino. Para la puesta escénica, dos espacios diferenciados de la escenógrafa y directora de escena Marta Pazos a los que la iluminación de J. Álvaro Correia, condiciona entre los bermellones y los verdeazulones, en contrapunto, de claro sentido simbólico al igual de la plástica pictórica de A. Getileschi, entre otras. Siempre en atención a un libreto desquiciado de Fernando Epelde.
La ficción podrá superar a la realidad o viceversa, es lo de menos. Las voces del coro, actores curiosamente pertrechados, no desmerecieron en la evolución escénica y que entre las voces solistas, se recurría por obvias razones estéticas al sprechgesang, supeditados pues a las imposiciones del texto, con mínimas concesiones a un mayor lucimiento en el II Acto-aunque la obra se plantea sin solución de continuidad- a cargo de la soprano Raquel Lojendio. La mezzo Marina Pardo y el barítono Sebastià Peris, cantantes expertos en estos géneros limítrofes, mostraron la pertinencia de sus roles. La orquestación de Buide del Real, en excelente química con Paul Daniel, fue el polo realmente atractivo, en un compositor que crece a medida que entrega nuevos proyectos: una escuela bien asimilada destacando un puntillismo concentrado y un refuerzo en viento-madera por el refuerzo grave de contrafagot y clarinete bajo.
Ramón García Balado
Raquel Lojendio, Marina Pardo, Sebastià Peris. Real Filharmonía de Galicia, Orfeón Terra a Nosa / Paul Daniel - Miro Moreira.
A amnesia de Clío, de Fernando Buide del Real.
Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela / Teatro Colón, A Coruña / Auditorio Municipal, Ourense.