Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / 40 años de Ibercamera - por Juan Carlos Moreno

Barcelona - 23/11/2023

Dos conciertos en uno, esa fue la original idea con la que, el pasado 20 de noviembre, Ibercamera quiso abrir su presente temporada y, a la vez, celebrar su 40 aniversario. Lo hizo con un programa íntegramente dedicado a Beethoven, uno de los compositores más frecuentados en la historia de un ciclo que se ha caracterizado por traer a Barcelona orquestas y directores de primerísimo nivel, así como por una fidelidad incuestionable a ciertos artistas. Esas dos facetas, a las que se une el compromiso con la música de cámara, estuvieron presentes en ese concierto.

Así, la primera parte fue un recital en el que tenían que haber actuado dos de esos solistas que han acompañado a Ibercamera desde sus inicios: el violinista Pinchas Zukerman y la pianista Maria João Pires. Un episodio de fibrilación impidió en el último momento que Pires pudiera viajar a Barcelona, por lo que hubo de ser sustituida por Olga Sitkovetsky, una colaboradora habitual de Zukerman. Ambos abordaron la Sonata para violín y piano n. 5 “Primavera”, de la que ofrecieron una lectura clásica en el mejor sentido de la palabra; esto es, impecable en el plano técnico y con los diferentes temas primorosamente delineados, a la vez que elegante y contenida en su expresión.

En la segunda parte pudo escucharse la Sinfonía n. 9 “Coral”, a cargo del Orfeó Català y la Orquesta Nacional de Lyon, bajo la dirección Nikolaj Szeps-Znaider. Quizá contagiado por el espíritu celebratorio del concierto, el director imprimió un brío un tanto excesivo a la partitura que se tradujo en una lectura irregular. La planificación sonora estuvo en todo momento muy cuidada, lo que permitió apreciar el excelente nivel de la orquesta, si bien se echó de menos algo más de tensión, de flexibilidad en el tempo y, en fin, de implicación expresiva, sobre todo en el inicio de la obra, falto de misterio, o en un Adagio que sonó transparente, pero también apolíneamente neutro. En el Finale, Szeps-Znaider forzó aún más para destacar el carácter exultante, radiante, de la música. Y es ahí precisamente donde la versión alcanzó sus mejores momentos, sobre todo en la gradual exposición del tema del himno a la alegría.

Los solistas vocales cumplieron, mientras que el Orfeó Català mostró su calidad con una interpretación sólida, potente y, en lo que la batuta le permitió, rica en matices. A la conclusión de la obra, cerrada a un tempo vertiginoso, el público respondió con una entusiasta ovación.

Juan Carlos Moreno

 

Pinchas Zukerman, violín; Olga Sitkovetsky, piano; Miah Persson, soprano; Virginie Verrez, mezzosoprano; Dovlet Nurgeldiyev, tenor; Gábor Bretz, bajo.

Orfeó Català.

Orquesta Nacional de Lyon / Nikolaj Szeps-Znaider.

Obras de Beethoven.

L’Auditori, Barcelona.

 

Foto © Mario Wurzburger

164
Anterior Crítica / Katharina Kang y Andrew Litton, una estimable concordia - por Ramón García Balado
Siguiente Crítica / Con carácter desde el primero hasta el último… “suspiro” - por Luis Mazorra Incera