Aunque el pianista serbio Ivo Pogorelich es un asiduo al ciclo Grandes Intérpretes, hacía casi cuatro años que no nos visitaba. Y aunque el Auditorio Nacional apenas contaba con un tercio de su aforo (a la audiencia decreciente de los últimos años, se añade el efecto de la pandemia; una tragedia…), no cabe duda que sigue siendo uno de los favoritos del público madrileño. Algo con lo que algunos no hemos estado permanentemente de acuerdo. Pero esa es otra historia.
Dicho esto, Pogorelich sigue siendo un pianista de “cámara lenta”, llueva o haga sol. Y eso deviene en grandes resultados y, a veces, pequeños errores. El neto es positivo y, sobre todo, reafirma una personalidad clara, cimentada sobre bases sólidas. No es poca cosa tener personalidad, aunque esta no cuaje siempre en resultados excelsos. Y es lo que pasó en este último concierto en Madrid.
Aciertos innegables en Bach (Suite Inglesa núm. 3) y, sobre todo, en Ravel (Gaspard de la nuit). Entre ambos bloques, dos piezas de Chopin, la Barcarola opus 60 y Preludio opus 45, donde el mecanicismo analítico del de Belgrado menos aporta, en mi opinión, en la lectura de las obras (no por resultar eternas en su duración, sino por acabar perdiendo la línea musical).
Sin embargo, en Bach sí logró aunar análisis y transparencia, en una lectura bellísima. Son muchos los que optan por lecturas especialmente lentas de la obra para teclado de Bach (Sokolov y últimamente Lang Lang), y los resultados, aunque siendo opinables, no dejan de ser una opción lícita y revitalizante. Lo mismo podemos decir de Pogorelich, sin pretender hacer comparaciones.
Lo mejor de la noche, como muchos pensábamos de antemano, fue lectura de Gaspard de la nuit. Desde joven Pogorelich ha tenido en el piano impresionista una de su claras fortalezas. No decepcionó. Su lectura de Ravel no está lastrada por ningún tic previo. Además, se le notaba especialmente motivado (pese a no darnos ni una propina, al final…). De las 3 secciones, sin duda, me quedo con Ondine. Como se mueve entre las brumas impresionistas. Sin duda el momento que nos permitió reconciliarnos con el Pogorelich que más nos gusta. Lástima que fuimos pocos los que pudimos disfrutarlo. De cualquier manera, gracias por habernos visitado en este momento tan complicado, para el mundo de la música en vivo.
Juan Berberana
Ivo Pogorelich, piano.
Ciclo Grandes Intérpretes.
Obras de Bach, Chopin y Ravel.
Auditorio Nacional, Madrid.