Xornadas de Música Contemporánea en las que la mujer creadora, acaparaba un protagonismo absoluto, bajo ese punto de referencia: Invisibles y Sonoras. Constataban los resultados que tal invisibilidad y por las experiencias compartidas de largo, quedan afortunadamente en entredicho. Una presentación previa entre el director y la compositora Raquel García Tomás, ayudó a ubicarnos en lo que supusieron estas propuestas. Diego García Rodríguez, el director, participó regularmente con su grupo, el T.A.C., en las programaciones de este certamen, un maestro con formación en la Hochschule der Kunste Zuric, tras seguir el magisterio de Johannes Schlaefli, y con Diego Mason, para ópera. Una experiencia que le abrió las puertas de importantes coliseos, con producciones de nivel con estrenos como It makes no difference, de Simon- Spagnolo, en el Fest. Tête-a Tête (Londres); Die Traumenden Knaben, de Torsten Rasch, en el Two Moors, de Devon, y la del gallego Nani García, O Loro de Carlos Quinto.
Raquel García Tomás, Premio Nacional de Música, estudió en la ESMUC, doctorándose en el Royal College of Music, de Londres, comenzando muy pronto a realizar producciones conjuntas con el English National Ballet; la Royal Acc. Of Ars y el Dresdener Music Festenspiel, participando igualmente como compositora y videocreadora con el director de escena berlinés Matthias Grec, en el trabajo Büro für postidentisches Leben, estrenado en el Festival Grec y en la Neuköllner Oper Berlin. En 2015, con Magrané, creó la ópera ambientada en Barcelona disPLACE, que se presentó en el Festival Musik Theater Tage Wien, en el Centro Sta Mónica, de Barcelona y en el Teatro del Canal, de Madrid, una coproducción con el Teatro Real. También Je suis narcissite (ópera bufa), sobre libreto de Helena Tornero y escenografía de Marta Pazos, otra de sus iniciativas, estrenada en el Teatro Real, el Teatre del Lliure y el Teatro Español.
Un eslabón en su carrera con otras experiencias como la compartida con J. Magrané, la citada disPLACE, con un escueto acompañamiento instrumental a cargo de Sophia Goindinge-Kosch y Barbara Riccabona, viola y chelo, del Ensemble PHACE dirigidas por Vinicius Kattak y sobre proyecto escénico de Peter Pawlik, al servicio de las voces de Elena Copons y Sébastien Soules. Para Fernández Guerra, la música que era lo esencial, apuntaba maneras de buen tejido operístico, con un trabajo vocal admirable.
Sonic Canvas, su obra en esta cita, nacía de la idea de pintar con sonidos un tapiz imaginario, tal cual sugiere el título. Aspectos como el color, la textura y la densidad, adquieren aquí significados nuevos, distantes de las convenciones acostumbradas, especialmente en lo relativo al color/timbre.
Subito con forza, de Unsuk Chin, surcoreana, con residencia en Alemania, se libera de las tradiciones convencionales, apostando por mundos sonoros renovados en cuanto a idea dramática. Esta experiencia, resulta un homenaje a L.v. Beethoven, por el año conmemorativo, planteando un entrelazado que ocultaba citas del Divino Sordo, al que la desgraciada condición de sus años finales castigaría con suma crudeza. Año conmemorativo, que a los abundantes conciertos de temporada, añadió afortunadas publicaciones sobre su biografía y sus trabajos musicales.
Contradizione (For chamber orchestra), obra de Grazyna Bazewicz, planteaba una indagación enfocada hacia una agrupación camerística, cuya opción de instrumentos no resultaba casual, ya que el elemento fundamental, la yuxtaposición de todo tipo de contradicciones musicales, dependía de los instrumentos utilizados. Un objetivo primordial, será crear una obra que no solo soporte semejantes yuxtaposiciones del material musical, sino que igualmente resultaba capaz- merced a la propia estructura-, de unirlas estrechamente, produciendo una estimulante y nueva experiencia artística.
Joan Tower (1938), con el estreno de Chamber Dances, un encargo proveniente de la Orpheus Chamber Orchestra, para la que la compositora, tuvo en mente una gran formación camerística, en la que el liderazgo alternante del tramado es producido por los solos que consiguen resaltar las oposiciones abiertamente enfrentadas desde el violín, el clarinete, la flauta, el chelo o el fagot, o las trompetas y trompas al unísono, en un espacio de una escritura abiertamente vertical y rítmica por su contundencia sonora.
Diego García Rodríguez, con el Taller Atlántico Contemporáneo, celebraron esta temporada su décimo aniversario dentro de las programaciones estables de la temporada del Auditorio de Galicia, a finales de octubre, ofreciendo la Sinfonía nº 7, en Mi M.WAB 197, de Anton Bruckner, según el arreglo de Hanns Eisler, Erwin Stein & Karl Rankl.
Ramón García Balado
Xornadas de Música Contemporánea
Diego García Rodríguez / Real Filharmonía de Galicia.
Obras de Raquel García-Tomás, Unsuk Chin, Grazyna Bacewicz y Joan Tower.
Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela