El Auditorio Nacional de Música, en su sala de Cámara, acogió un concierto vocal del ciclo Satélites del grupo Arpegio histórico centrado alrededor de música iberoamericana del siglo pasado con vocación más hímnica y social. Saltando, así, sin casi solución de continuidad, sobre un imaginado crisol, de lo folclórico a lo más clásico, de lo más popular y de cantautor, a la tradición coral al otro lado del Atlántico.
Dos partes, pues, netamente diferenciadas. Una primera, diversa, llena de nombres y temas reconocibles en la cultura popular, social y mediática, y otro más asentado y clásico, en línea nacionalista romántica. "- Zamacueca, cueca y marinera" son, renombrados por distancia geográfica, lo mismo, insiste el presentador en relación a algunas de las piezas del interesante ciclo final de Carlos Guastavino.
Un sutil arreglo del Manifiesto de Víctor Jara preparó la atmósfera para un programa que cabalgó, así, de principio en la frontera de los géneros ayudado por virtud del oportuno arreglista.
Como la cigarra de María Elena Walsh mostró más definida apuesta melódica con el favor, siempre agradecido en este contexto, de una animada trama rítmica en su arreglo correspondiente a cappella.
Un clásico popular, Gracias a la vida de Violeta Parra, nos visitó aquí adaptado a un comprometido trío de voces femeninas y temple de guitarra.
En este año de su centenario, no podía faltar un Astor Piazzolla, en aquella línea y siempre con resonancia instrumental, pese a tratarse de un ajustado arreglo vocal: Buenos Aires hora cero.
Ya con acompañamiento al piano de Sergio Espejo se abordó un inspirador himno donde los haya: El derecho a vivir en paz, de nuevo en la voz de Víctor Jara y guerra fría, en paralelo al arranque de aquel versionado Manifiesto.
Candombe del seis de enero de Yábor y Abel Montenegro, "Pascua de los negros“ (sic) como comentó su presentador, mayor dinamismo y rítmica protagonista y acentuada, supuso el punto álgido de esta parte del programa, retomada después, en tono distendido, ya en propina.
De Desiderio Arenas, Cuando Valparaíso, recuperó aventajado aquel espíritu melódico y suavidad armónica, para culminar esta variopinta primera parte.
De Guastavino, seis Indianas de tinte tardo-nacionalista romántico, buscando el imaginado puente de la ambición clásica con aquella impronta popular, aquí en su vertiente más folclórica, que hasta este momento se había escuchado puntualmente. Una bella y dinámica Gala del día, con ataques pianísticos de resonancias albenicianas, preparó la lograda tersura vocal de Quién fuera como el jazmín.
Un mayor sentido e íntimo Chañarcito, chañarcito tocó, en aquella misma línea, fibras más sensibles ("Échale entre las espinas..."). Más ágil, Viento norte, viento cálido, "de fuego" en el otro hemisferio. Incisiva fogosidad, pues, en este contexto, con abrupto final. Relajación romántica y de salón, "jardín de amores", en Al tribunal de tu pecho, para llegar a Una de dos que remató faena en estas interesantes Indianas, simétricamente en aquel espíritu inicial.
Como bis y como dije, de nuevo, el animado Candombe del seis de enero del corazón de este programa, está vez... “participativo”.
Luis Mazorra Incera
Arpegio Histórico / Carmen Gurriarán y Marisa González, sopranos; Marta Caamaño y Lola Bossom, mezzosopranos; Fernando Cobo y Luis Izquierdo, tenores; Jaime Carrasco, barítono y guitarra, Alessander Pérez, bajo; y Sergio Espejo, piano.
Obras de Arenas, Guastavino, Jara, Montenegro, Parra, Piazzolla, Walsh y Yábor (arreglos de Borda, Cangiano, Hernández Silva, Layana y Zadoff).
SATÉLITES-OCNE. Auditorio Nacional de Música. Madrid.