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Crítica / ¡Cómo no te maravillas! (Satélites) - por Luis Mazorra

Madrid - 09/04/2021

El Auditorio Nacional de Música albergó un sugestivo concierto de la Camerata Iberia conformada por la mezzosoprano Beatriz Oleaga, los tenores Ariel Hernández y Diego Blázquez, el bajo Víctor Cruz, Carlos Oramas a la vihuela de mano y Juan Carlos de Mulder, vihuela y director, junto con los actores Antonia Paso y Francisco Rojas en desigual rol recitador.

Un concierto "satélite" en esta ocasión, no ya de la programación sinfónica del planeta OCNE, sino mucho más, un concierto que giró alrededor de toda una estrella del firmamento musical y literario en nuestro idioma: Juan del Enzina, en su grafía original.

Y es que se dispuso sobre los atriles de esta sala de cámara, una completa constelación de obras de este ilustre zamorano de Fermoselle. Una constelación que, mal que uno llegue a la sala o se disponga a disfrutarla... "¿no le ha de aprovechar?"

Y, así, se nos trasladó de un plumazo con delicada Spagna de vihuelas, a aquel universo sonoro entre villano y cortés, noble y popular, prosaico y poético… Un ingenioso poema en eco recitado a dúo, separó eficazmente la conocida Todos los bienes del mundo de la más movida y gustosa Daça bailemos Carrillo al son de tu caramillo, con su abrupto final y pizpireto Cucú de seguido.

Y de aquí en adelante, sin solución de continuidad, se fueron engarzando con tino, como pequeñas perlas, los coros y poesías seleccionados. Breves piezas con cuya frágil sonoridad se describió, se trasladó más bien, un tiempo, una sensibilidad y un carácter que no por lejano resulta menos actual. Recia tarea donde apetitos y amoríos, pesadumbres, linajes y galanías se fundieron sobre un crisol poético.

Folía por Si habrá en este bandrés, Romerico..., Sañosa porfía... y, como contrapunto: Qu'es de ti desconsolado... "que el guisado de mucha miel no es bueno sin algún sabor de vinagre." Y como remate vertiginoso y resuelto: ¡Levanta Pascual!

Al punto la más recurrente y dolosa Ay triste que vengo vencido d'amor…, Ninguno cierre las puertas, Los sospiros no sosiegan, El Triunfo de Amor... Un homenaje al castellano que entre, no tan humildes, villancicos, nació y se desarrolló con orgullo: Quien te traxo caballero al más sutil y sinuoso Si Amor pone las escalas...

Y... por supuesto... la muerte, la del príncipe D. Juan: "pierdes príncipe tan alto" para una Triste España sin ventura: "De tan penosa tristura no te esperes consolar."

Calata alla spagnuola y, ya en Roma, la Égloga de Plácida y Vitoriano. El poder fatal del amor: Fata la parte: "¡De mí, qué será...!" Pero si fallece Plácida sacrificada a Cupido "... que puso en mí gran olvido y dio de mí desdén..." no se preocupen, nunca hubo nada que Venus y Mercurio no lograran solventar.

Para finalizar, de escueta propina, la más popular al día de hoy de las piezas musicales y poéticas que se presentaron en este recital: Más vale trocar.

- Pero... “¡cómo no te maravillas!

Luis Mazorra Incera

Camerata Iberia / Beatriz Oleaga, mezzosoprano; Ariel Hernández y Diego Blázquez, tenores; Víctor Cruz, bajo; Carlos Oramas, vihuela de mano, y Juan Carlos de Mulder, vihuela y director. Antonia Pasó y Francisco Rojas, actores.

Obras de Juan del Encina.

OCNE-Satélites. Auditorio Nacional de Música. Madrid.

Foto: Camerata Iberia.

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