Concierto con neto ambiente navideño y, gradas y platea del Auditorio Nacional de Música con buena entrada, el realizado, fuera de abono, por los Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid junto con el pianista Eduardo Fernández y un sexteto de solistas vocales, todos bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez. Un concierto que fundía al alimón la celebración de estas fiestas entrantes con un homenaje saliente: “Beethoven-2020”. Un homenaje que tuvo, además, su parte monográfica sobre el papel en programa, y su pequeña sorpresa fuera de programa, en forma de “propina-potpourri”.
En la parte sobre el papel, una idea interesante. Un tríptico, sí, pero no tan tradicional. Entre el innovador y recurrente Quinto concierto para piano y orquesta, mal llamado Concierto “Emperador”, y la ostentosa Fantasía coral para piano, coro y orquesta, una pieza de protagonismo coral del de Bonn: el final del oratorio Cristo en el Monte de los olivos.
Una disposición que, a la postre, no hizo sino enfatizar la genialidad beethoveniana… allí donde ésta se encuentra. Y sí, el Concierto para piano hizo gala de su privilegiada posición en repertorio. Gustosa articulación del pianista de principio a fin, destacando los temas con delicadas dinámicas un tanto personales, combinada con una visión más “en carácter” de la orquesta desde el podio. Por lo demás, una concertación ajustada entre ambos mundos que, junto con el debido lapso temporal para la salida del propio coro, no hizo sino tender su larga sombra a la obra que le sucediera en programa. El citado coro final del oratorio trascurrió así, sin pena ni gloria, discreto y sin relieve, por planteamiento y realización, tanto frente a la monumental obra que le precediera como al curioso ornitorrinco musical que le siguiera.
Y así, en la posición que le corresponde a su concepción original, para terminar, se alcanzó aquella Fantasía coral. Una conclusión enfática que, a su vez, destaca sus abundantes rasgos improvisadores de inicio escritos en su insólita introducción pianística, desconcertante por momentos, incluso para los propios solistas al teclado que, a menudo, la tocan con partitura; no fue, sin embargo, el caso en esta ocasión. Una Fantasía que hace honor a su nombre con una factura que experimentará después con rasgos melódicos y, efectos armónicos, instrumentales y vocales que serán andando el tiempo, moneda de cambio de su Novena.
Siguiendo con este mismo elenco instrumental y vocal, una propina sinfónico-coral con piano obligado, mezcló con relativo ingenio, villancicos tradicionales con obras y temas emblemáticos del universo beethoveniano, cerrando festivamente una velada, ya con neto sabor navideño.
Luis Mazorra Incera
Eduardo Fernández, piano. Sandra Cotarelo y Anabel Aldalur, sopranos; Paz Martínez, contralto; Fran Braojos y Karim Farham, tenores; David Rubiera, bajo. Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid / Víctor Pablo Pérez.
Obras de Beethoven.
ORCAM. Auditorio Nacional de Música. Madrid.