Pudimos disfrutar en la vuelta al invierno de este climatológicamente extraño 2024 de un vital y apasionado concierto de alumnos de la Escuela Superior de Música Reina Sofía en su magnífico Auditorio Sony, denotando que la actual percepción de la interpretación de la música denominada como ‘clásica’ está en verdadero cambio al fin, en términos de cómo entender de dónde proviene esta música, desarrollando herramientas que la comprendan y la interpreten, desde uno de los ámbitos más fundamentales para el propio músico, como lo es desde su aprendizaje en la juventud.
Y es que una institución europea de excelencia pedagógica como lo es la Escuela Superior de Música Reina Sofía, tan prestigiosa por seleccionar al más alto nivel mundial a su claustro de profesores, pero también a su alumnado, se encuentra inmersa en el Programa de Interpretación histórica Société Générale, que busca exponer al alumnado a las tradiciones interpretativas existentes desde el renacimiento (pasando por el barroco) y llegando hasta el clasicismo musical, a través del estudio de sus características estilísticas, repertorio, su historia y la evolución de los instrumentos. Al fin comprobamos felizmente que aquellos pioneros en la interpretación de la Música con mayúsculas, que realizaron una exhaustiva, minuciosa y revolucionaria labor, tildada en sus comienzos como rara, de minorías, anecdótica o incluso de innecesaria y hasta banal, debe ser considerada como uno de los aspectos más relevantes en nuestra visión global de nuestra interpretación musical, puesto que no solo nos permite su ejecución correcta, al comprender aspectos nunca antes vislumbrados, sino que añade un visión global fundamental en la comprensión del conjunto de la Historia de la Música, para alcanzar su correcta compresión, estableciendo una línea temporal que cohesiona las primeras músicas con las últimas vanguardias del siglo XXI.
Para conseguir estos conceptos globales de un modo óptimo, la Escuela de Música Reina Sofía ha formado su Conjunto barroco, formación camerística que podemos considerar como de orqueta de cámara de tamaño medio, conformada por sus jóvenes alumnos que en su mayoría ejecutan la música con instrumentos modernos, pero en el caso de la cuerda pudimos comprobar que todos sus miembros disponían de arcos barrocos, que permiten una articulación de la música mucho más acorde con la articulación y fraseo de la época barroca.
El director de esta orquesta fue nada más y nada menos que Paul Goodwin, indiscutible figura mundial de la interpretación historicista, primeramente como oboísta y más adelante como director de algunas de las formaciones instrumentales más punteras del planeta. Según información facilitada por el propio centro docente, Paul Goodwin es el profesor titular de interpretación histórica, al que se le añaden, además los profesores Lina Tur Bonet, como profesora adjunta de cuerdas, Marco Testori, como profesor adjunto de bajo continuo, y Daniel Espasa como profesor adjunto de clavecín. Todos ellos son músicos de una inmejorable y larga trayectoria en la interpretación de la música antigua.
En cuanto a la música interpretada en el concierto de la sede madrileña de la Escuela Reina Sofía, pudimos comprobar que la elección de Paul Goodwin como director de este evento no puede ser más acertada, puesto que conserva intacta su pasión, vitalidad y ganas de transmisión de unas músicas bellísimas, que pocas veces son escuchadas en este mismo auditorio.
Los apasionados intérpretes hicieron disfrutar al numeroso público con tres fabulosas composiciones que fueron introducidas brevemente por Paul Goodwin en un prístino y sencillo inglés. Primeramente, fue interpretada la Sonata núm. 5 para cuerdas y bajo continuo de "Armonico tributo", de Georg Muffat (1653-1704), como pieza central escuchamos la conocida y referencial Suite orquestal núm. 4 en re mayor BWV 1069 de Johann Sebastian Bach (1685-1750), en una versión que podríamos denominar como camerística, al prescindirse de sus trompetas y timbales, que, en palabras del director musical, perfectamente pudo disfrutarse así en las veladas del Café Zimmermann, de Leipzig. La velada concluyó con las danzas de la Suite de la ópera ‘Les Boreades’ de Jean-Philippe Rameau (1683-1764), que contó con el desempeñó, por primera vez en la Escuela Reina Sofía, de dos trompas naturales, instrumentos de gran dificultad técnica, formidablemente tocados por Álvaro Parrón Hidalgo y Max Santos Rodríguez.
Un delicioso concierto que llenó la sala de excepcional música, interpretada de un modo que ya comienza a ser cada vez más habitual, en parte propiciada desde la propia enseñanza. Desde aquí expreso mi más sincero agradecimiento a cuantos hacen esto posible.
Simón Andueza
Conjunto Barroco de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
Paul Goodwin, director
Obras de Georg Muffat, Johann Sebastian Bach y Jean-Philippe Rameau.
Auditorio Sony de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
8 de febrero de 2024, 19:30 h.
Foto © Juan de la Fuente