Entre el 22 de abril y el 12 de mayo el Teatro Real ofrecerá 13 funciones de Las bodas de Fígaro, en una producción original del Festival de Salzburgo (2006), que encargó a Claus Guth la dirección escénica de las tres óperas de Mozart con libreto de Lorenzo da Ponte, una de las cuales, Don Giovanni, se ofreció en el Teatro Real la pasada temporada.
Considerada la más perfecta de las óperas de Mozart, Las bodas de Fígaro, estrenada en 1776, fue escrita en menos de un año de manera frenética y entusiástica por Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y el polifacético escritor y libretista Lorenzo da Ponte (1749-1838), en su primera y fecunda colaboración, que proseguiría con Così fan tutte y Don Giovanni.
Ambos creadores estaban imbuidos del fervor de las nuevas ideas revolucionarias que defendía descaradamente la obra teatral de Pierre-Augustin de Beaumarchais (1732-1799) en la que se basa la ópera, La folle journée, ou Le mariage de Figaro, estrenada con gran escándalo y alboroto apenas un año antes, provocando la reclusión del autor y la prohibición de la obra en diversas cortes europeas.
Con gran pericia Da Ponte reduce y disimula el contenido más explícitamente político de la obra, manteniendo las complejas relaciones entre los distintos personajes, a los que la fabulosa partitura de Mozart otorga una inusitada profundidad psicológica, escondida bajo las formas clásicas de la opera buffa.
La música, sustentada en un armazón perfecto de simetrías y juegos estructurales y armónicos, con arias y números de conjunto de enorme belleza, sugiere, delata, contradice, insinúa, desmiente e ilumina lo que esconden las palabras de los protagonistas, dentro de un enredo aparentemente cómico.
En su propuesta escénica, Claus Guth intenta, precisamente, explorar lo que late en el alma de los personajes más allá de la comedia, auscultando el lado inconfesable, ambiguo, contradictorio, siniestro, sádico o lascivo de las relaciones amorosas.
En paralelo con la estructura clásica de la partitura, Guth, junto con el escenógrafo y figurinista Christian Schmidt, sitúa la trama en un viejo y austero palacio, con los personajes encorsetados en trajes que delatan su origen social y determinan su modo de proceder. A partir de ahí, como en una película de Ingmar Bergman, o en un drama de August Strindberg, Guth va ‘desenmascarando’ lo que pasa en el interior de los personajes con la ayuda de un ‘ángel’ silencioso que muestra al espectador lo indecible, turbio u oscuro de las relaciones amorosas.
Dos selectos elencos dan vida a los complejos personajes de esta ópera coral, que esconden lazos de seducción, amor, deseo, pasión, hastío o rencor: Andrè Schuen y Joan Martín-Royo (Conde de Almaviva); María José Moreno y Miren Urbieta-Vega (Condesa de Almaviva); Julie Fuchs y Elena Sancho Pereg (Susanna); Vito Priante y Thomas Oliemans (Fígaro); Rachael Wilson y Maite Beaumont (Cherubino); Monica Bacelli y Gemma Coma-Alabert (Marcellina); y Fernando Radó y Daniel Giulianini (Bartolo).
Ivor Bolton, director musical del Teatro Real, vuelve a dirigir Las bodas de Fígaro desde su foso, después del éxito obtenido con la misma partitura en 2014. Esta ópera será la séptima producción de Mozart en la que asume la dirección musical al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, y la tercera en la que trabaja codo con codo con Claus Guth, después de Lucio Silla (2017) y Don Giovanni (2020).
Desde la reapertura del Teatro Real, Las bodas de Fígaro se ha ofrecido en 5 de sus 25 temporadas: en 1998, con Gianandrea Noseda y Jürgen Flimm; en 2003, con Antoni Ros Marbá y Marco Arturo Marelli; en 2009,con Jesús López Cobos y Emilio Sagi, cuya producción volvió a presentarse en 2011 con Víctor Pablo Pérez, y en 2014 con Ivor Bolton.
La propuesta escénica y dramatúrgica concebida por Claus Guth, que ahora se verá en el Teatro Real, ofrece una nueva perspectiva de la obra maestra de Mozart, cuya riqueza, complejidad y hondura son una inagotable fuente de interpretaciones.
Foto: María José Moreno (La condesa de Almaviva), Rachel Wilson (Cherubino) y Julie Fuchs (Susanna) / © Javier del Real | Teatro Real