El ciclo Universo Barroco del Centro Nacional de Difusión Musical tiene una destacada presencia durante el mes de marzo, ya que el día 21 es el día Europeo de la Música Antigua, y coincide el mes con varios de sus principales conciertos concentrados en escasos días, tanto en la sala Sinfónica como en la de Cámara, ambas del Auditorio Nacional.
El día 7, Vox Luminis y el Freiburger Barockconsort, con dirección de Lionel Meunier, llevan en programa obras de Christoph Bernhard, Agostino Steffani y el Requiem en fa menor de Heinrich Ignaz Franz von Biber, tres compositores que trabajaron fundamentalmente en tierras del imperio a finales del siglo XVII y principios del XVIII; Bernhard se movió, sobre todo, entre Dresde y Hamburgo, Steffani triunfó como operista en Hannover y Biber fue una eminencia en Salzburgo, tanto en la composición de música camerística para el violín como en las solemnes celebraciones sacras de la catedral.
Oboísta absolutamente histórico, colaborador de algunos de los grandes conjuntos barrocos europeos de los últimos cuarenta años, Marcel Ponseele ofrece con su grupo Il Gardellino (día 11) una panorámica de la música creada en (y para) uno de los centros más influyentes y prestigiosos de todo el siglo XVIII, Dresde. Serán obras de compositores e instrumentistas que trabajaron en la Corte, como Heinichen, Hasse, Fasch, Zelenka, Telemann o Pisendel, uno de los virtuosos por excelencia del violín de su tiempo, para quien Vivaldi compuso algunas series de obras, muestra que también se incluye en el programa.
El Concierto Extraordinario “Día Europeo de la Música Antigua” nos presenta la integral de los Conciertos de Brandemburgo de Bach por Café Zimmermann, sesión absolutamente extraordinaria de uno de los conjuntos más bachianos de las últimas décadas, lo que permitirá apreciar la exuberante variedad de instrumentaciones, estructuras y recursos con que Bach rindió homenaje a la forma orquestal por excelencia de la música italiana del tiempo, la de concierto, que asume acudiendo tanto a las convenciones del concerto grosso como a las del concerto para solista de su maestro Vivaldi.
Proyecto Clavier Übung
En el segundo de sus conciertos (día 24) del ciclo de Clavier Übung de Bach que empieza este curso, Benjamin Alard (Ruan, 1985), punta de lanza de la actual escuela clavecinística francesa y demostración de su extraordinario momento de salud, abordará dos de las Seis partitas del compositor publicadas conjuntamente en 1731 (las ns. 4 y 6).
Y acabando el mes, el día 28, Europa Galante, con dirección de Fabio Biondi, ofrecerá la ópera Argippo, RV 697 (1730) de Antonio Vivaldi, con los solistas Vivica Genaux, soprano (Argippo, entrevista en este mismo número de RITMO); Marie Lys, soprano (Osira); Giuseppina Bridelli, mezzosoprano (Silvero); Delphine Galou, mezzosoprano (Zanaida) y Luigi de Donato, bajo (Tisifaro). Aunque empezó tardíamente, la carrera de Vivaldi como operista es extraordinaria. Al menos cuarenta títulos se le pueden atribuir (él hablaba de más del doble), y no sólo para Venecia, sino para otras ciudades italianas, Viena y Praga. La capital checa fue el destino de Argippo, que se vio en 1730 en el Teatro Sporck. A principios del presente siglo, el clavecinista checo Ondrej Macek encontró parte de las arias y reconstruyó a partir de ellas la obra; fue, así, el primero en interpretarla en tiempos modernos.
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Foto: La belleza de las arias de Vivaldi de su ópera Argippo podrá escucharse en la voz de Delphine Galou, entre otros solistas.
Crédito: © Giulia Papetti