La Compañía Nacional de Danza regresa la Teatro Real por primera vez bajo la dirección de Joaquín de Luz
Se ofrecerán cuatro funciones los días 19 y 20, a las 19.30 horas, y el 21 de noviembre en sesión doble, a las 17.00 y a las 21.00 horas
El programa incluye las coreografías Apollo, de George Balanchine, y Concerto DSCH, de Alexei Ratmanski, por primera vez en este escenario; y White Darkness, de Nacho Duato
Joaquín de Luz volverá al escenario para interpretar Concerto DSCH, en cuyo estreno participó en 2008 con el New York City Ballet
Las funciones contarán con la participación de la Orquesta Titular del Teatro Real bajo la dirección del maestro Manuel Coves, y la participación especial del pianista Luis Fernando Pérez en Concerto DSCH
El Teatro Real recibe a la Compañía Nacional de Danza, por primera vez bajo la dirección de Joaquín de Luz desde que asumiera el cargo en 2019, de la que se ofrecerán cuatro funciones los días 19, 20 y 21 de noviembre, este último en sesión doble a las 17.00 y a las 21.00 horas, con un programa que incluye dos trabajos inéditos en este escenario: Apollo, de George Balanchine, y Concerto DSCH, de Alexei Ratmanski, junto a uno ya clásico de Nacho Duato, White Darkness.
Tres coreografías con tres grandes compositores como protagonistas: Igor Stravisnky, Dmitri Shostakóvich y Karl Jenkins, interpretados por la Orquesta Titular del Teatro Real bajo la dirección del maestro Manuel Coves, con participación especial del pianista Luis Fernando Pérez para la coreografía Concerto DSCH.
Estrenada por los Ballet Rusos de Diághilev en París en 1928, Apollo fue la primera colaboración entre George Balanchine y el compositor ruso Igor Stravisnky, obteniendo un inmediato reconocimiento internacional. La sintonía entre ambos artistas desemboca en una obra de narración sencilla, casi leve, pero con una gran armonía entre forma y música, constituyendo el mejor exponente del lenguaje neoclásico.
La historia se centra en la figura de Apolo, dios griego de la música y su encuentro con tres Musas a las que acompaña al Parnaso: Terpsícore, musa de la danza y el canto; Polimnia, musa del mimo; y Caliope, musa de la poesía. La función del día 20 contará con la participación de Sergio Bernal, como bailarín invitado, dando vida a Apolo.
Cuando Alexei Ratmanski estrenó Concerto DSCH, con el New York City Ballet, contó con Joaquín de Luz y Gonzalo García como bailarines principales. El próximo 19 de noviembre, en el Teatro Real, ambos volverán a compartir escenario para transmitir la emoción, energía y drama del Concierto para piano nº 2 de Shostakóvich a través del lenguaje de Ratmanski, que aúna en un discurso continuo los contrastes de la partitura, de la exaltación a la serenidad, de la vitalidad a la melancolía, de las notas marciales al intimismo casi poético.
Gonzalo García, bailarín principal invitado, interpretará también el rol de Apolo el día 21 en la función de las 21.00 horas.
En White Darkness, última coreografía del programa, Nacho Duato nos empuja a reflexionar sobre el mundo de las drogas, su oscuridad, las consecuencias individuales y sociales, la destrucción y la oscuridad a la que conducen. La música de Karl Jenkins (Variaciones Adiemus, Cuarteto de cuerda nº 2), la escenografía de Jaffar Chalabbi y la iluminación de Joop Caboort acentúan el carácter desgarrador de una historia cuyo final conocemos, sufrimos, hacia el que caminamos, acompañando esa senda sin escapatoria por el que transita la bailarina.
Consagrada casi desde su estreno, White Darkness es, posiblemente, una de las mejores creaciones del coreógrafo español.
Es, sin duda, un programa de grandes momentos. Tres lenguajes distintos para una palabra común, danza.
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Foto: De izquierda a derecha: Ignacio García-Belenguer, director general del Teatro Real; Joaquín de Luz, director artístico Compañía Nacional de Danza, y Joan Matabosch, director artístico del Teatro real
Crédito: Javier del Real