Tras un agosto repleto de conciertos en el que San Sebastián se ha vuelto a convertir en la capital europea de la música clásica, la 85ª edición de la Quincena Musical llega a su fin con dos recitales del más alto rango. El festival donostiarra celebrará el próximo 27 de agosto la vuelta de Riccardo Chailly al escenario principal del Kursaal. El que es maestro de maestros vuelve a la Quincena en la que será su tercera participación en el festival, para ofrecer un concierto con su alma mater, la Orchestra Filarmonica della Scala de Milán, donde es director titular desde 2015.
Conocido por su enfoque riguroso y su compromiso con la excelencia musical, presenta en San Sebastián un programa con música de Chaikovsky y Ravel. En concreto, el recital abrirá con la Sinfonía n.º 5 del compositor ruso, pieza central del repertorio sinfónico romántico y muy a menudo interpretada como una lucha contra el destino. Su profundidad emocional, la riqueza melódica y la brillantez de su orquestación reflejan, de forma clara y sin tapujos, el genio del compositor para expresar la complejidad de las emociones humanas a través de la música.
La segunda parte del recital estará marcada por las suites n.º 1 y n.º 2 de "Daphnis et Chloé" de Maurice Ravel, obra de apasionante historia ya que fue una "sinfonía coreográfica" encargada por el famoso empresario ruso Sergei Diaghilev para su compañía de ballet, los Ballets Rusos. La obra se basa en la novela pastoral homónima del escritor griego Longo, que narra la historia de los jóvenes pastores Daphnis y Chloé y su amor en un entorno bucólico y mitológico. Casualmente, la pieza ha tenido más éxito a nivel póstumo que en tiempos de su estreno, convirtiéndose ya en una asidua dentro del canon sinfónico.
La maestría de Chailly, combinada con la elegancia alla italiana de la Orchestra Filarmonica della Scala de Milán, convierte esta cita en ineludible dentro del calendario de cualquier melómano o aficionado a la música clásica. Pero la aventura musical continúa el día 30 de agosto con el que será el último concierto del festival. El Kursaal despedirá la Quincena Musical con la Orchestre Philharmonique de Radio France junto a la violonchelista Sol Gabetta.
Bajo la dirección del finlandés Mikko Franck, titular de la orquesta desde 2015, la Orchestre Philharmonique presenta en San Sebastián un programa, cuanto menos, interesante, que no solo deambula por los misterios del impresionismo y de la Belle Époque, sino que también nos descubre algunos de los secretos mejor guardados del posromanticismo.
El recital abrirá con el "Preludio a la siesta de un fauno" de Claude Debussy, obra simbolista por antonomasia, inspirada en el poema pastoral "L'Après-midi d'un faune" de Stéphane Mallarmé, publicado en 1876. El poema describe los sueños y fantasías de un fauno durante una calurosa tarde de verano. A continuación, la violonchelista argentina Sol Gabetta interpretará el Concierto para violonchelo y orquesta en re menor de Édouard Lalo, obra vital en el repertorio para violonchelo que, además, ofrece una alternativa a los más conocidos conciertos de Dvořák y Saint-Saëns. Lalo, que a menudo es más recordado por su "Sinfonía española", muestra en este concierto su habilidad para escribir música de cámara y orquestal que es a la vez técnicamente desafiante y emocionalmente cautivadora. Para semejante oda al violonchelo, la Quincena Musical no podía contar con otra solista que no fuese Sol Gabetta, violonchelista de renombre internacional, conocida por su profunda musicalidad y su técnica impecable.
La segunda parte del concierto nos deleitará con dos de las piezas más emblemáticas de comienzos del s. XX: "Shéhérazade, ouverture de féerie", de Maurice Ravel, pieza inspirada por la colección de cuentos orientales "Las mil y una noches", que se desenvuelve como un festín orquestal lleno de colores brillantes y ritmos exóticos, reflejando el interés de Ravel por las sonoridades orientales; y, para concluir, el emblemático "Pájaro de fuego" de Igor Stravinski, obra que marcó el inicio de la colaboración del joven compositor con los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev. Esta pieza no solo consolidó la reputación de Stravinski como uno de los compositores más innovadores de su tiempo, sino que también introdujo un nuevo lenguaje musical lleno de colores orquestales, ritmos complejos y armonías audaces.
De esta forma, la Quincena Musical de San Sebastián clausura su 85ª edición, con más de setenta citas musicales que han convertido la ciudad de San Sebastián en capital de la música clásica durante el mes de agosto.
Foto © Brescia & Amisano