Continuamos la publicación de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista RITMO en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. A lo largo de estas semanas iremos subiendo estas interesantes entrevistas a nuestra Web, para hacer más llevadero el #quedateencasa a todos nuestros lectores online. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de enero de 2020.
Contrapunto 23: MIGUEL SÁENZ
Traductor de Faulkner, Kafka, Bernhard, Brecht o Grass, la trayectoria de Miguel Sáenz es poliédrica: Licenciado en Filología Alemana y Doctor en Derecho, miembro de la Real Academia Española y de la Academia Alemana de la Lengua o Fiscal del Tribunal Supremo, entre otras ocupaciones. Pero Miguel Sáenz es, ante todo, el mejor traductor de este país, al que damos la bienvenida inaugurando inmejorablemente el primer Contrapunto de 2020. (por Gonzalo Pérez Chamorro, publicado en enero de 2020)
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
Acabo de escuchar Emanon, de Wayne Sorter. Todavía no sé si me gusta.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
No lo recuerdo, pero debió de ser un “Do, Re, Mi, Fa, Sol” desafinadamente cantado en el Colegio Huarte de Pamplona, allá por los años treinta del siglo pasado.
Teatro, cine, pintura, literatura… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
Creo que la música está por encima de todas las artes. Thomas Bernhard decía que, cuando alguien muere, su cerebro sigue escuchando música todavía un rato.
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Me parece que la música es para una gran parte de los españoles el pan nuestro de cada día. El problema es saber qué música.
¿Cómo suele escuchar música?
Antes trabajaba frente al ordenador con músicas variadas: clásica, flamenco, jazz. Ahora no puedo hacerlo, salvo si se trata solo de revisar una vez más un texto varias veces revisado. Tengo un par de abonos para el Reina Sofía, aunque no siempre puedo ir, y lo normal es que oiga música clásica en casa después de cenar, mientras leo plácidamente.
¿Qué ópera (o cualquier obra musical, etc.) le hubiera gustado componer?
El Tannhäuser de Wagner.
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
El Rodolfo de La Bohème.
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
Me gusta el Auditorio Nacional de Música de Madrid.
¿Un instrumento?
La guitarra clásica.
¿Y su intérprete?
John Williams, el australiano.
¿Un libro de música?
Ian Bostridge: Viaje de invierno de Schubert (Anatomía de una obsesión), traducción de Luis Gago.
Por cierto, qué libro o libros tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
Sobre mi mesa de lectura tengo abiertos siempre un montón de libros.
¿Y una película con o sobre música?
Nada como Singing in the Rain, de Stanley Donen.
España necesita agua… ¿Hay sequía musical o cómo ve la situación?
Desconozco la situación.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
La respuesta obligada es Manuel de Falla, pero me dan muchas ganas de decir Camarón de la Isla.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Con el Preludio n. 1 de Heitor Villa-Lobos.
Como prestigioso y premiado traductor que ha traducido a Thomas Bernhard o Günter Grass, ¿puede una traducción mejorar el original? ¿Hace una excelente traducción una excelente novela?
Una traducción puede, teóricamente, “mejorar” el original, pero el traductor que lo pretenda no está en sus cabales. Y una buena traducción debe leerse con el mismo respeto que un original.
¿Un refrán?
No por mucho madrugar amanece más temprano.
Creo que Thomas Bernhard no tenía una gran opinión sobre los traductores…
Los despreciaba olímpicamente. Allá él.
Su trabajo requiere una disciplina férrea, ¿pero hasta dónde puede usarse la imaginación? ¿Me cita algún ejemplo…?
Hombre, tanto como disciplina férrea... La imaginación hace falta a todo el mundo, sobre todo a los escritores... y los traductores son escritores. No recuerdo haber sido nunca especialmente ingenioso.
En sus hábitos diarios, ¿cuándo es el mejor momento para escuchar música? ¿Y para leer?
Como decía antes, después de cenar (ligeramente).
Si pudiera retroceder a un momento de la historia de la humanidad, ¿dónde iría Miguel Sáenz?
Aunque parezca mentira, me he sentido muy bien en el siglo XX.
¿De qué libro/s se siente especialmente satisfecho de su traducción?
Creo que de La Historia Interminable, de Michael Ende. Es un libro que hace a la gente más buena.
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
Tener siempre demasiadas cosas que hacer.
Cómo es Miguel Sáenz, defínase en pocas palabras…
Si no fuera una impertinencia, diría aquello de “pudo conquistar el mundo, pero no quiso”.
(foto: fuente EL PAIS)