Continuamos la publicación de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista Ritmo en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. A lo largo de estas semanas iremos subiendo estas interesantes entrevistas a nuestra Web, para hacer más llevadero el #quedateencasa a todos nuestros lectores online. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de julio-agosto de 2019.
Contrapunto 18: MANUELA MENA
Jefe de Conservación de Pintura del Siglo XVIII y Goya del Museo Nacional del Prado, Doctora por la Universidad Complutense en 1976, Manuela Mena se especializó en el campo del dibujo y la pintura italiana del siglo XVII. Escribió un ensayo sobre Beethoven y Goya, titulado con una famosa anotación de Beethoven en el Cuarteto de cuerda Op. 135, “¿Debe ser así? ¡Sí, así ha de ser!”, se manifiesta, a día de hoy, “profundamente melancólica”. (por Gonzalo Pérez Chamorro, publicado en julio-agosto de 2019)
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
Sí, Beethoven, la Sonata para violín y piano n. 5 en fa mayor Op. 24, “La Primavera”.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
El primer recuerdo consciente, El sombrero de tres picos de Falla, a los 3 años, bailado por Antonio.
Teatro, cine, pintura, literatura… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
Al nivel más alto, tal vez por ser la expresión más antigua de la Humanidad, ¡antes de la literatura!
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Supongo que lo que hacen los alemanes…
¿Cómo suele escuchar música?
En directo.
¿Qué ópera (o cualquier obra musical, etc.) le hubiera gustado componer?
Don Giovanni y especialmente el pasaje “Viva, viva, viva la Libertà!!!”.
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
Una de las valquirias…
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
Me da igual, cualquiera.
¿Un instrumento?
El piano.
¿Y su intérprete?
Muchos, pero siempre Rubinstein; y Pogorelich en sus primeros tiempos.
¿Un libro de música?
De Ian Bostridge, Schubert’s Winter Journey: Anatomy of an Obsession.
Por cierto, qué libro tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
De Alois Prinz, La filosofía como profesión o el amor al mundo. La vida de Hanna Arendt.
¿Y una película con o sobre música?
My fair lady.
España necesita agua… ¿Hay sequía musical o cómo ve la situación?
Sí, pero intentan que salga adelante la cuestión.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
No uno, dos: Tomás Luis de Victoria y el Padre Soler.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Wagner: Tristán e Isolda.
¿Qué significa Goya en su vida?
Un objeto de estudio para la introspección sobre uno/a mismo/a.
¿Un refrán?
“Dios los cría y ellos se juntan”.
Ha sido durante años jefe de Conservación de Pintura del Siglo XVIII y Goya del Museo del Prado, si tuviera que elegir una pintura del Museo cuál sería... Imaginemos un incendio, y hay que salir a toda prisa del Museo…
Hay que dejar todo atrás, pero en mi memoria seguiría para siempre David triunfador de Goliat de Poussin.
Asistí a una hermosa conferencia donde usted y Cristóbal Halffter hablaban de Goya y Beethoven. ¿Hasta qué punto están tan entrelazados?
Yo escribí un ensayo sobre eso, titulado con una famosa anotación de Beethoven en una de sus partituras de 1826, ¿Debe ser así? ¡Sí, así ha de ser!, para una publicación sobre Goya en 1993. Ahora, después de todos esos años, veo a Goya más dubitativo, sus composiciones son una reflexión sobre el ser humano, al que no juzga, describe, a ellos y a ellas, y capta desde el mal absoluto al bien absoluto y a la inocencia. Goya era un optimista. Beethoven, Beethoven, que se describía a sí mismo como un misántropo, estaba seguro de su música y de la claridad de sus mensajes, grandiosos, profundos o desesperados.
Si pudiera retroceder a un momento de la historia de la humanidad, ¿dónde iría Manuela Mena?
Al momento en que un artista, antes de la Historia, pintaba los bisontes de la cueva de Altamira.
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
Nada.
Cómo es Manuela Mena, defínase en pocas palabras…
Profundamente melancólica.