Continuamos la publicación de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista Ritmo en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. A lo largo de estas "complicadas" semanas iremos subiendo estas interesantes entrevistas a nuestra Web, para hacer más llevadero el #quedateencasa a todos nuestros lectores online. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de octubre 2018.
Contrapunto 9: Martín Chirino
Moldeador de paisajes y forjador del viento, el prestigioso escultor Martín Chirino (Las Palmas, 1925), cuya Fundación otorga el premio de composición que se estrena en la apertura de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, nos habla con belleza y serenidad, pues su vida ha sido esculpida con martillo sobre yunque y la experiencia acumulada le hace ser portador de sabiduría (por Gonzalo Pérez Chamorro, Publicado en octubre de 2018).
[Martín Chirino falleció el 11 de marzo de 2019, unos meses después de publicarse esta entrevista]
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
La Sinfonía del Nuevo Mundo, de Antonín Dvorák. Me gusta la pasión que destila, y es una síntesis maravillosa entre Estados Unidos, donde la compone el autor, y su procedencia europea.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
De pequeño escuchaba a Mozart y me encantaba. Que fuera un niño prodigio nos deslumbraba. Pero en mi juventud pronto me hice devoto de Mahler y de Wagner.
Teatro, cine, pintura, literatura, escultura… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
Ocupa un espacio superior en el conjunto de las artes, hasta el punto de que las puede integrar a todas. Como escultor, muchas veces he pensado que el influjo de la música es tan o más importante que el legado de otros escultores.
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Que se hiciese pedagogía desde la pasión y no sólo desde el cerebro. La música clásica se debería inculcar mezclada con otros lenguajes musicales contemporáneos para hacerla más atractiva a las nuevas generaciones.
¿Cómo suele escuchar música?
Devotamente. Me la planteo como parte del trabajo. Cuando proyecto alguna obra, escucho música como parte de la reflexión inicial.
¿Qué ópera (o cualquier obra musical, etc.) le hubiera gustado componer?
Es difícil de responder para un artista de otra disciplina. Pero creo que la saga de El anillo de los Nibelungos, de Wagner. Empleó más de un cuarto de siglo en su composición y siento gran admiración por esos trabajos de fondo, con vocación definitiva.
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
Algún personaje de Tchaikovsky. Siempre me ha impresionado la complejidad que transmiten. Pero también siento devoción por el personaje que interpretaba Alfredo Kraus en Los pescadores de perlas, de Bizet.
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
Es una respuesta difícil después de haber estado en muchos. Siento un afecto especial por el Teatro Real, el teatro de la ópera de Madrid, por haberlo frecuentado especialmente. Me gusta mucho su espacio.
¿Un instrumento?
El chelo, sin duda…
¿Y su intérprete?
…y especialmente si lo hace sonar Rostropovich.
¿Un libro de música?
Me impresionó el libro Recuerdos de Gustav Mahler, de Alma Mahler. Sus páginas rezuman pasión como si fuesen dos personajes operísticos ellos mismos.
Por cierto, qué libro tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
Hojas de hierba, de Walt Whitman, en edición bilingüe. A menudo vuelvo sobre él, y me gusta leerlo en inglés en voz alta…
¿Y una película con o sobre música?
Cuando era un adolescente, me sorprendió Intermezzo, protagonizada por Leslie Howard e Ingrid Bergman. Su melodía se me quedó grabada como una de las más exquisitas músicas que haya oído en el cine.
España necesita agua… ¿Hay sequía musical o cómo ve la situación?
Creo que hay un renacimiento musical entre los más jóvenes. Lo noto en mi tierra, las islas Canarias, donde observo una gran calidad entre los jóvenes que crean y ejecutan la música.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
Me es difícil destacar un solo nombre porque son muchos. Pero si la pregunta exige acotar un único nombre, me quedo con Manuel de Falla y su excelente El amor brujo.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Un Réquiem alemán, de Brahms. Transmite una gran belleza y una gran paz definitiva.
Nació como el que dice mirando al inmenso Océano Atlántico desde la Playa de las Canteras, donde se ubica el Auditorio Alfredo Kraus… ¿Es asiduo de conciertos y de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria?
Siempre que estoy en Canarias, voy con asiduidad. Allí he podido ver los mejores conciertos, con los mejores directores e intérpretes del mundo en el festival de música, si bien hoy en día al parecer ya no es posible. En el estreno de la actual temporada, en septiembre, participamos en programación conjunta con la Orquesta Filarmónica, ya que también se estrenó en ese acto la composición ganadora del concurso musical Martín Chirino, organizado por mi Fundación.
¿Un refrán?
Naturalmente, A Dios rogando y con el mazo dando.
En sus esculturas utiliza habitualmente el hierro, ¿hay alguna música que le evoca este material?
El trabajo de la forja es en sí mismo un concierto. El martillo sobre el yunque tiene muchísimas veces un efecto rítmico de una gran belleza.
Hablamos de música, ¿pero para un artista es necesario también el silencio?
Por supuesto. El silencio es indispensable no sólo para cualquier creador sino para cualquier persona. Alguien que no busque los momentos de silencio es alguien que no reflexiona. Se necesita reflexión y demora para todos los ámbitos de la vida.
Si pudiera retroceder a un momento de la historia de la humanidad, ¿dónde iría Martín Chirino?
Dados mis gustos y mi versatilidad, me convertiría sin dudarlo en un hombre del Renacimiento.
¿Y con qué personaje histórico o de ficción le gustaría intercambiar unas palabras?
Con Gustav Mahler. Tengo muchos interrogantes sobre su vida más concreta, como hombre en el espacio y en el tiempo. Si la charla se produjese con alguien de mi especialidad, un escultor, sería con Donatello; de nuevo el Renacimiento y en Florencia.
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
En la actualidad percibo a toda hora un cierto populismo que me aturde.
Cómo es Martín Chirino, defínase en pocas palabras…
Un solitario solidario, cosmopolita y errante. Desde muy joven me identifiqué con la figura romántica del wayfarer, el caminante sin despedida ni retorno; sujeto al pronóstico incontestable de don Antonio Machado: Se hace camino al andar, y, sobre todo, al crear…
Foto © Peter Kenner - 1973