Continuamos la publicación de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista Ritmo en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. A lo largo de estas "complicadas" semanas iremos subiendo estas interesantes entrevistas a nuestra Web, para hacer más llevadero el #quedateencasa a todos nuestros lectores online. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de abril 2018.
Contrapunto 3: Alfonso Aijón
En el mundo de la música, Alfonso Aijón es una leyenda. El promotor de Ibermúsica, del que Boulez decía que “había cambiado el panorama musical en España y consecuentemente en Europa”, pertenece a una generación que anhela la calma. Amigo cercano de muchos de los grandes músicos del siglo XX, responde a nuestras preguntas. (por Gonzalo Pérez Chamorro, Publicado en abril de 2018)
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
La Quinta Sinfonía de Shostakovich por la Royal Concertgebouw dirigida por Semyon Bychkov, dentro de nuestro ciclo de “Orquestas del Mundo”.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
“Bist Du bei mir”, en versión de Elisabeth Schumann en un viejo disco de 78 revoluciones, que en aquellos años todos creíamos que era de J. S. Bach.
Teatro, cine, pintura, literatura… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
Primero la Música, después la Arquitectura.
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Algo tan simple como imponer la Música en las escuelas, desde primaria, yo me beneficié de esa educación y lo agradeceré toda mi vida.
¿Cómo suele escuchar música?
En los últimos años, por mi dedicación a ella, tengo la suerte de escucharla en vivo, en mis años jóvenes lo normal era escucharla en grabaciones.
¿Qué ópera (o sinfonía, etc.) le hubiera gustado componer?
Fidelio.
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
Boris Godunov.
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
Concertgebouw de Amsterdam, el Auditorio de Zaragoza, la nueva Philharmonie de París…
¿Un instrumento?
El piano.
¿Y su intérprete?
Daniel Barenboim, si solo me dan una posibilidad de elección… Radu Lupu, Alfred Cortot, Emil Gilels, Dinu Lipatti, Arturo Benedetti-Michelangeli… Dependiendo del repertorio tendría algunos más.
¿Un libro de música?
Las Memorias de Hector Berlioz.
Por cierto, qué libro tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
Estoy releyendo “Errata”, de George Steiner, y al mismo tiempo me he impuesto superar las barreras del primer tomo de “José y sus hermanos”, de Thomas Mann.
¿Y una película con o sobre música?
Alexander Nevsky (Prokofiev/Eisenstein).
España necesita agua… ¿Hay sequía musical o cómo ve la situación?
No hay sequía musical, lo que no hay es verdadera afición. Poniendo a Madrid como ejemplo, la oferta es riquísima, comparable a la de cualquier otra ciudad europea con población parecida. Tenemos ciclos sinfónicos con la Orquesta Nacional, la Orquesta de la RTVE, la Sinfónica de Madrid, la ORCAM, Teatro Real, Teatro de la Zarzuela y además los ciclos privados como los de Ibermúsica, La Filarmónica, los de las dos Universidades… Las programaciones barrocas, de cámara o de Lied están magníficamente cubiertos por el CNDM a precios asequibles y además tenemos en Madrid la Escuela Reina Sofía, comparable a cualquiera de las punteras mundiales. Ibermúsica está orgullosa de mantenerse con la aportación de aficionados fieles, en muchos casos heroicos por unos precios que corresponden a la falta de patrocinio.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
Los polifonistas del siglo XVI.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Ninguna. En silencio.
¿Un refrán?
“Lo que sucede, conviene”.
¿Qué diferencia la Ibermúsica de hoy a la de hace treinta años, ya que nos acercamos a su 50 aniversario?
Personalmente, como la he vivido, la diferencia puede ser un tanto nostálgica. Muchos de los músicos amigos que nos han regalado tardes irrepetibles ya no están con nosotros… Celibidache, Giulini, Abbado, Solti, Mravinski, Masur, Sinopoli, Boulez, Colin Davis, Harnoncourt, Marriner, Maazel, Svetlanov, Hogwood… La nueva Ibermúsica deberá encontrar y presentar los compositores, directores e intérpretes que ocupen ese espacio, actualmente un tanto huérfano del brillante pasado.
¿Si tuviera que elegir un momento musical de la historia de Ibermúsica, con cuál se quedaría?
Con el concierto de la JONDE dirigida por Carlo Maria Giulini con la Cuarta Sinfonía de Schubert y la Primera Sinfonía de Brahms, ocurrió el milagro.
¿Sigue escalando montañas?
Por supuesto, con una excepción un año en Sierra Blanca de los Andes peruanos, he ido en más de 51 ocasiones al Himalaya y cuando fue posible al Hindu Kush y Karakorum.
Dónde cuesta más escalar, en el Himalaya o en los despachos?
No he ido nunca a los despachos, es bien sabido que nunca pedí subvenciones, la única vez fue hace dos años, por las consecuencias de la crisis, la requerí a la Unión Europea por cauces normales, por carta, y no la conseguí. Siguen siendo más difíciles y atractivas las montañas…
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
El teléfono en todas sus versiones.
Cómo es Alfonso Aijón, defínase en pocas palabras…
Alguien que ama tanto a su Familia como a la Naturaleza y contento de haber tenido una vida rica en contrastes, tratado a personas que me aportaron conocimiento y visitado un mundo que ya no existe.
(foto de Cristobal Manuel)