La violinista moldava Patricia Kopatchinskaja, reconocida internacionalmente por su impecable destreza técnica, su enfoque innovador en la selección de repertorio y su desbordante teatralidad en la puesta en escena, clausura, junto al pianista y compositor turco Fazil Say, el ciclo Liceo de Cámara XXI de la temporada 22/23 del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM).
En el marco del lanzamiento de su reciente álbum Janáček – Brahms – Bartók (2023), presentarán algunas de las interpretaciones más conmovedoras de este proyecto en común. El esperado recital tendrá lugar el domingo 4 de junio, a las 19:30h, en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música.
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Elogiada por público y crítica por la originalidad y singularidad de sus propuestas, Kopatchinskaja forma parte del elenco de los violinistas más destacados y solicitados en los escenarios actuales. Habitual de las salas de concierto más emblemáticas del panorama mundial, Kopatchinskaja muestra un sólido compromiso con la interpretación de la música de los siglos XX y XXI. En la temporada 22/23, la violinista y compositora ha sido Artist Spotlight en el Barbican Centre de Londres, así como Associated Artist del SWR Experimentalstudio, centro pionero en el campo de la investigación de música electrónica.
En este concierto, la virtuosa violinista vuelve a unir fuerzas con el carismático pianista Fazil Say, con quien ha colaborado en otros proyectos, para presentar en Madrid un programa que combina tradición y modernidad, y en el que otorgan a cada pieza un toque personal.
En la Sonata para violín y piano de Leoš Janáček, escrita en 1914 durante los albores de la Primera Guerra Mundial, el dúo exhibirá su gran versatilidad técnica e interpretativa, creando una atmósfera íntima y conmovedora que pondrá el foco en el distintivo lenguaje musical del compositor checo.
La obra central del programa será la Sonata para violín y piano núm. 3 en re menor, op. 108, escrita en los años de madurez de Johannes Brahms y estrenada en 1888 en Budapest. Se trata de una pieza emblemática del repertorio violinístico, con un fuerte carácter apasionado y marcadamente expresivo.
La velada finalizará con la interpretación de la Sonata para violín y piano núm. 1, Sz 75 de Béla Bartók, que presenta una profunda influencia de los ritmos y las melodías folclóricos.
Foto: La violinista moldava Patricia Kopatchinskaja.