La consagración de una vida en honor a la Guitarra
“Joven, no tiene nada que agradecerme. El secreto de todo esto es simplemente trabajar, trabajar y trabajar…”.
Esta frase inolvidable, al parecer simple, pronunciada por el eterno Andrés Segovia apoyando una mano sobre mi hombro, fue recibir de él un gesto de sapiencia de vida, segundos después de haberle confesado muy emocionado que yo tocaba la guitarra gracias a él, por su determinante, inagotable y magistral obra artística. Eternamente recordaré aquel milagroso y sagrado encuentro, esperanzado en que algún día su desconocida voz, y la de muchos otros, se revelaran a través de un programa radial propio. Me aguijoneaba hacerlo por la aún vigente sentencia del maestro catalán Emilio Pujol al finalizar su gira latinoamericana en 1935: “Aquí en Argentina la guitarra es un instrumento querido por todos pero mal conocido de muchos…”.
Esta utopía, pasión o sueño de juventud tenía como ingrediente prodigioso, sin darme cuenta al estar con don Andrés, que estaba llevando a cabo ¡mi primer reportaje! Aún hoy, 40 años después, me parece un hecho sorprendente. Pasarían tres años hasta que pude difundir aquella histórica charla de 20 minutos en la filial de LRA5 Radio Nacional de Rosario, contratado para producir y conducir solamente 6 audiciones durante 3 meses. En el segundo programa estaba ahí don Andrés, dando a conocer su inconfundible timbre andaluz y sus sabios pensamientos artísticos. ¡La repercusión fue de tal magnitud que pasamos a una audición semanal! La suerte nos acompañó al poco tiempo cuando nos seleccionaron para integrar la grilla de programación en todas las frecuencias locales e internacionales de nuestra Emisora Central LRA1 Radio Nacional de Buenos Aires. Así comenzó, y así continuó ininterrumpidamente cada semana hasta hoy, 39 años después, un acontecimiento único en el mundo de la guitarra, al convertirse “De Segovia a Yupanqui” en la segunda audición más antigua de nuestra radiofonía estatal. Con casi cuatro décadas en el aire pudimos enlazar los grandes acontecimientos guitarrísticos de los siglos XX y XXI, compilando infinidad de documentos que representan todo un archivo del arte de la guitarra. Entre estos se encuentran las cartas originales enviadas entre Barcelona y Buenos Aires en 1917 de Domingo Prat y Juan Carlos Anido, relacionadas con la compraventa de la guitarra de Francisco Tárrega, sumando un histórico manuscrito de un tango español transcripto para guitarra, firmado por él en 1905; programas especiales de los primeros recitales de Miguel Llobet, como solista y en dúo con María Luisa Anido, y como privilegio mayor, la herencia del archivo personal del legendario maestro Atahualpa Yupanqui, que nos permitió publicar el libro de carácter filosófico, testimonial y documental Atahualpa Yupanqui — Asuntos del Alma con material exclusivo e inédito. Esta historia de vida, inesperada y luminosa, la comparto desde hace 30 años con el erudito colega Fabio Caputo Rey, reconocido internacionalmente por su prestigio profesional y radial.
Una característica relevante es que nuestro programa jamás fue un vehículo de lucimiento personal, pues la única protagonista del programa fue, es y será siempre la guitarra: el instrumento, su música y los usos y opiniones de sus cultores en su más alta expresión. De esa forma mantenemos viva la lucha del insigne español Segovia, que consagró su vida para llevar al instrumento a las salas de concierto y ponerlo al mismo nivel excelso que el resto de los instrumentos orquestales, un trabajo de difusión que hemos hecho propio y que aún no termina, porque es notorio que todavía muchos programadores artísticos del mundo teatral desconocen la excelencia de la guitarra y su vasto repertorio. Y este anhelo de Andrés Segovia en lo clásico, se extendió en Atahualpa Yupanqui, que supo encumbrar la música y poesía tradicional al mismo nivel, ampliando y enriqueciendo considerablemente el repertorio instrumental solista con un centenar de geniales obras durante su fecunda vida profesional. Esa es la razón por la que el programa ostenta el nombre de estos dos grandes pilares guitarrísticos del siglo XX, el clásico y el popular, nombres que se repiten cada semana al iniciarse la audición radial, ahora audible en todo el mundo gracias al prodigio de Internet.
A lo largo de esta actividad profesional, que fue evolucionando y perfeccionándose con los años y los avances tecnológicos, hemos tenido el privilegio de recibir numerosos reconocimientos nacionales e internacionales. En 2001 fuimos invitados a realizar un Programa Especial en la prestigiosa emisora germana Hessischer Rundfunk de Frankfurt. También se nos incorporó en la enciclopedia británica The Classical Guitar y en diccionarios y ediciones de España, Suecia y Francia. De las distinciones argentinas citamos entre las más importantes Programa de Interés Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación y de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el prestigioso Premio Nacional Santa Clara de Asís, y Sol de Plata del Rotary Club de Buenos Aires.
Luego de centenares de reportajes con un estilo que marcó un antes y un después, por la sencilla razón de que los guitarristas académicos actuaban sin entrevistas en medios de comunicación estatal, atesoramos tantas definiciones de celebridades y de jóvenes talentos que carecían de oportunidades de difusión, que de no ser por la magia de la radio, sus sabias voces se perderían irremediable y dolorosamente. Comenzamos con Segovia y cerramos con Atahualpa Yupanqui, filósofo y maestro que no necesitó de tiza y pizarrón para dejarnos grandes enseñanzas. Con firmeza expresó en nuestro primer encuentro: “La gente, señor Domínguez, confunde el recital con el espectáculo. Muchos representantes artísticos ofrecen espectáculos, no ofrecen recitales, porque el recital congrega otra clase de seres pensantes, que son gente que actúa de adentro, de la inteligencia, del sentido moral, del orden espiritual, de las ganas de aprender cosas de la vida, antes de que todos nos vayamos al silencio. Eso establece una corriente que es saludable para el individuo, para el hogar, para su vecindario y, a lo largo, si seguimos trotando el camino, para la patria. La patria sería un conjunto de seres pensantes extraordinarios. Ojalá ustedes en Radio Nacional puedan seguir haciendo una campaña, no para que los niños se luzcan con la guitarra, sino que jueguen, aprendan y vivan como rezando sagradamente a Bach, ¡claro que sí!, a Fernando Sor, ¡claro que sí! Adiestrar sus dedos, pero al mismo tiempo leer una montaña de libros y respetar a nuestros antiguos maestros. Cada vez que uno de ellos se va de este mundo, es una biblioteca que se quema, y sería muy penoso ver que nos quedamos sin libros humanos, que nos enseñen cómo es la patria.”
Por Sebastián Domínguez Creador/Conductor/Productor del programa “De Segovia a Yupanqui” de la Radio Nacional Argentina, segunda audición más antigua de la radiofonía estatal, con casi cuatro décadas en el aire.
https://www.radionacional.com.ar/nacional-clasica
Los domingos a las 18 hs.
http://www.facebook.com/desegoviaayupanqui
Foto: Sebastián Domínguez
Crédito: Radio Nacional Argentina