Continuamos con la publicación de las distintas secciones de la revista RITMO disponibles hasta ahora solo en papel, continuando con “Las Musas”, donde las mujeres escriben sobre mujeres, una tribuna libre mensual donde rescatar la figura de compositoras, cantantes, instrumentistas, profesoras, musicólogas, directoras, etc. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de febrero de 2020 por Lucía Marín.
Pilar Bilbao: Musa de la intuición musical
Si las musas son las deidades del Olimpo que inspiran las artes, hablar de Pilar Bilbao (Bilbao, 1949) pianista y catedrática del Conservatorio Superior de Música de Madrid, sería hablar de la musa de la intuición musical, es decir, la inteligencia de entender la música instantáneamente sin necesidad de nada más, y que como no puede ser de otra forma, sólo está al alcance de unos cuantos tocados por la divinidad. Así es, si hay algo que se le reconoce sin lugar a dudas a esta pianista, es la capacidad de aquellos que tienen el conocimiento natural e intuitivo de trasmitir la verdad del alma humana a través de sonidos.
Pilar, como niña prodigio que fue, ya tocaba a los cuatro años al piano composiciones de Mozart, Schumann y Beethoven que aprendía de oído mientras su madre daba clase. Posteriormente, bajo la influencia materna, la concertista y catedrática de piano María Pilar Iturburu, recibió su aleccionamiento más precoz. Su madre fue lo que llamaría hoy en día una emprendedora; fue una mujer de fuerte carácter, que estudió con Cubiles y Andrade de Silva en Madrid; fue fundadora de la Sociedad de Conciertos Arriaga. Ampliando su formación, Pilar Bilbao viajó con frecuencia a Viena para recibir de la mano de los profesores Hans Graf y Bruno Seidlhofer su más refinado y característico conocimiento estilístico y musical, sin olvidar los consejos que obtuvo en París de Claudio Arrau, con los que alcanzó una gran madurez pianística.
Rápidamente obtuvo importantes premios que le ayudaron a ser muy conocida; los recitales con orquesta se extendieron por numerosas capitales europeas, en países como Portugal, Francia, Alemania, Inglaterra e Italia. No es de extrañar que los críticos alemanes, portugueses y españoles del momento la elogiaran así:
“De una extraordinaria sensibilidad e inteligencia musical, su juego de íntima brillantez, su interpretación del repertorio clásico de asombrosa soberanía: éste es el notable perfil artístico de Pilar Bilbao”
“La típica técnica de Scarlatti fue cumplimentada con precisión y dio a las Sonatas de un solo tiempo un seductor colorido y a cada una de ellas un sello especial”
“Más asombroso que la técnica de interpretación tan elevada de la pianista es su sentido específico-romántico por la forma y el funcionamiento de la obra artística”
“Su técnica es limpísima, ágil; su sentido de la interpretación es personal, expresivo, elocuente y lleno de una enorme musicalidad. Pilar Bilbao puede competir ventajosamente con pianistas consagrados”
Pilar Bilbao pertenece a la liga de las grandes de damas del piano, como Rosa Sabater, Alicia de Larrocha, Maria Joao Pires o Martha Argerich, a las que conoció y con las que compartía su pasión por la música. En ocasiones, durante sus clases, salían estos nombres, y su discreción hacía no siempre hacerlo con facilidad. Era curioso ver que Pilar siempre se ha mostrado con una humildad genuina de quien de forma natural trata con el más alto nivel de excelencia musical.
Después de una extensa trayectoria profesional, fue nombrada en 1978 catedrática del Conservatorio Superior de Música de Sevilla, lo que intensificó su labor pedagógica y por tanto su legado musical en esta ciudad y, posteriormente hasta nuestros días, en el Conservatorio Superior de Música de Madrid.
De manos elásticas y pulsación nítida, Pilar Bilbao siempre ha sabido encontrar el sonido apropiado para cada compositor, para cada estilo musical, con un fino conocimiento sobre el uso del pedal que ha le ha permitido desarrollar un sonido propio limpio y brillante, que, como todo en ella, brota de manera absolutamente de manera natural e intuitiva.
Tuve la fortuna de aprender durante muchos años de su sabiduría durante su etapa en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla. Y aún queda en mi memoria su conocimiento de la articulación mozartiana, o del lirismo natural y sin afectación de Chopin, Schubert y Granados. Doy fe de que sus enseñanzas han sido siempre un continuo aprendizaje musical, al que ella siempre daba vida a través de ejemplos que eran escuchados por sus alumnos como auténticas revelaciones. Su legado deja alumnos, pianistas y catedráticos por toda la geografía española, pero sobre todo, más que pianistas, lo que a Pilar Bilbao le interesaba era desarrollar en cada uno de nosotros el sentido de la sonoridad, de la articulación y del legato, es decir, desarrollarnos como músicos en esencia, y así nos hacía sentir, porque esa es su naturaleza. Por todo ello, Pilar Bilbao queda inscrita por méritos propios como una de las “grandes musas” de la historia del piano y de la música española.
Lucía Marín: Directora de Orquesta. Pianista discípula de Pilar Bilbao de 2001 a 2006 en la cátedra del Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla.