Continuamos con la publicación de las distintas secciones de la revista RITMO disponibles hasta ahora solo en papel, continuando con “Las Musas”, donde las mujeres escriben sobre mujeres, una tribuna libre mensual donde rescatar la figura de compositoras, cantantes, instrumentistas, profesoras, musicólogas, directoras, etc.
En esta ocasión publicamos la primera musa, la realizada para la revista de enero de 2018 por Pilar Jurado.
DE MUJERES Y MUSAS
Pudiéramos pensar, a la luz de lo que hemos recibido como legado musical, que las mujeres se han mantenido ajenas a él hasta el pasado siglo y que, repentinamente, cual espontáneas setas, hemos ido llenando ese vacío casi milenario. No nos equivoquemos, las mujeres han mostrado su artística esencia desde siempre, no olvidemos que la creación es parte del ADN femenino y la música no podía estar al margen de esta necesidad de narrar todo aquello que se pergeña en su interior, de transmitir sus ensoñaciones y ese universo mágico que cohabita con lo prosaico de forma natural en la mujer.
Es la historia que se nos ha transmitido y ese patriarcado que dictaba las normas de nuestra sociedad, los que han sepultado todas las manifestaciones que, pese a sus vetos, se colaban por las rendijas de lo inadecuado o por las de los talentos desbordados que se hacían visibles irremediablemente. Y así nos llega sólo un pequeño ramillete de nombres como la abadesa alemana Hildegard von Bingen del siglo XII y la abadesa del monasterio burgalés de Santa María la Real de las Huelgas, María González de Agüero del siglo XIV, la italiana Maddalena Casulana (1544-1590), que fue la primera compositora que vio su música impresa y publicada; la renacentista Francesca Caccini (1587-1641), a la que llegaron a conocer como “la Monteverdi de Florencia”; Maria Anna Mozart (1751-1829) hermana de Wolfgang Amadeus Mozart y su coetánea la pianista y compositora austriaca Maria Teresa von Paradis (1759-1824); las compositoras Fanny Mendelssohn (1805-1847), Clara Wieck Schumann (1819-1896), Alma Mahler (1879-1964) o nuestra grandísima cantante María Malibrán (1808-1836), que vieron incluso como algunas de sus obras fueron firmadas por familiares, hombres grandes figuras de la música.
Y si de musas hablamos, los escasos rastros de las mujeres en la música a lo largo de la historia chocan con las poderosas imágenes mitológicas de divinidades femeninas del pasado, como las hijas de Júpiter. Nueve diosas que componían para los griegos “El Coro de Musas” que, según Hesíodo en su Teogonía, cantaban y danzaban en el monte Helicón, y que al igual que otras muchas deidades fueron destronadas por el patriarcado, sustituyéndolas por figuras masculinas.
Hasta la propia teoría musical (como señalan las musicólogas Susan McClary y Marcia Citron) ha incidido, a través de términos y conceptos tradicionalmente empleados, en la carga semántica de género. Masculinidad y feminidad son continuamente aludidas metafóricamente para manifestar construcciones formales, armónicas o melódicas en las que lo femenino siempre es desvalorizado frente a lo masculino. Y es increíble comprobar cómo han seguido habiendo ghettos vedados para las mujeres hasta el propio siglo XXI. Así, hasta el año 2001, uno de los clubes musicales más prestigiosos de nuestro país, el Círculo del Liceo en Barcelona, no admitía mujeres entre sus socios. Yo misma me convertí en la primera mujer que componía y estrenaba una ópera por encargo del Teatro Real en 2011.
Nuestras Euterpes contemporáneas, musas de la música culta actual, herederas de aquéllas que tuvieron que enfrentarse a las costumbres de una sociedad que las relegaba a la intimidad de sus hogares, serán las protagonistas de esta nueva sección, abriendo el camino para que estas mujeres que hoy rompen barreras y se sitúan en lugares de máxima visibilidad, sean el referente de las nuevas generaciones de mujeres y hombres de la música.
La mujer camina cada vez con paso más firme y compositoras como Sofia Gubaidulina (Rusia), Kaija Saariaho (Finlandia), Unsuk Chin (Corea/Alemania), Tania León (Cuba/EE.UU) -reciente MadWomen Award de la Música- e Isidora Zebeljan (Serbia), son ya referentes universales. En el panorama español, creadoras como Elena Mendoza, Anna Bofill, Teresa Catalán, Marisa Manchado, Zulema de la Cruz, Consuelo Díez, Mercedes Zabala, Diana Pérez Custodio, Iluminada Pérez, Rosa María Rodríguez, Carmen Verdú, Carme Fernández Vidal e intérpretes como las violinistas Leticia Moreno y Ana María Valderrama, la violonchelista Helena Poggio, las pianistas Rosa Torres-Pardo y Judith Jáuregui, junto con tantos otros nombres de mujeres, comenzamos a irradiar un especial aroma a normalidad en las programaciones.
Dicen que el siglo XXI es el “Siglo de la Mujeres”, me conformo con que sea el de los “seres humanos con talento”.
Pilar Jurado
Soprano, compositora y directora de orquesta, así como Directora Artística y Ejecutiva del MadWomenFest, Pilar Jurado abre esta puerta que nos conducirá, mes a mes, a un espacio de opinión sobre la mujer en la música y en el arte.