Parménides ha sido bastantes años tema personal de estudio, muy especialmente en lo que constituye su Poema. Y junto a este autor también ha sido objeto de estudio todo el contexto del mundo presocrático, desde el mundo jónico hasta la Magna Grecia, temática en el que tantas reflexiones y aportaciones han ido surgiendo desde finales del XIX hasta la actualidad. Los más recientes estudios de Peter Kingsley (que me abrió una especial perspectiva que inspiró toda la obra) o de Alberto Bernabé con sus enormes aportaciones fueron la fuente más potente de inspiración en este trayecto final de la composición.
En este contexto uno de mis mayores intereses ha sido el terreno que ahonda en la lectura mística, mágica, a la vez que lógica, de los fragmentos conservados de Parménides. El viaje casi chamánico de Parménides hacia la luz (se sigue discutiendo si es una anábasis o una catábasis al inframundo, al Tártaro, o al hades) es parte esencial de la experiencia de este viaje. Porque la luz puede estar también en las profundidades…
El título ...hacia La Luz... es justo un fragmento del texto poético de Parménides. Parménides describe en el proemio del Poema -en verso, totalmente conservado- un tránsito, un viaje. Parménides inicia un viaje con el carro, con sus yeguas tirando de él a través del aire, con el ruido estridente de las ruedas al girar. Es acompañado por las Hijas del Sol, y atraviesa al final las Puertas del día y la noche, y llega tras estas más tarde ante la Diosa en el Camino Real. Estas son las etapas del viaje que describe esta enorme composición. La base de la obra es justo el texto completo del proemio, que es cantado en griego antiguo. Para ello he contado con la colaboración imprescindible uno de los más grandes especialistas, Alberto Bernabé, gran conocedor no solo del mundo presocrático sino muy destacadamente del mundo de Parménides.
La gran orquesta, el órgano, el coro muy amplio de voces graves (encarnan al propio Parménides), la voz de las Hijas del Sol (un coro de siete mujeres) o la presencia más allá de esas puertas de la Diosa (voz japonesa del teatro Noh) configuran la escenografía de este viaje iniciático. Que la voz de la Diosa pertenezca a una lejana tradición oriental como es el teatro Noh japonés, que hunde sus raíces en el siglo XIV, no es más que una manera de reactivar la presencia de otro mundo, de otro lado en esa dimensión mítica y mágica que quiere ofrecer la composición. La vinculación entre nuestro Occidente y ese rico y antiquísimo Oriente (de tanta importancia también para los presocráticos, con Parménides o el mismo Pitágoras y su escuela a la cabeza) no deja de ofrecer y articular otro tipo de experiencia, otro tipo de escucha en un viaje musical en el que todos los participantes crean otra dimensión de la percepción.
Lo mágico y lo chamánico se unen al logos y a la importantísima aportación en la ontología del gran Parménides para trazar un gran viaje que encuentra en todo el mundo sonoro de la gran orquesta su territorio: el especial aporte de un original y diferente órgano, el papel de ritual de los timbales (casi como los caballos del carro), el saxofón bajo -travestido en una sonoridad intemporal y brutal que he denominado “saxofón egipcio”-, etc. Todos ellos determinan en toda su presencia, junto a todas las diversas voces solistas y corales de la obra, el devenir de esta gran friso sonoro, mágico, ritual y filosófico.
- Duración aproximada: 27 min.
- Partes del viaje:
1. El viaje del carro (Parménides con las Hijas del Sol)
2. La llegada y traspaso de las Puertas del día y la noche (con la aparición de Dike)
3. Llegada al Camino Real y encuentro con la Diosa.
Toda la dimensión orquestal, vocal y espacial está abierta a crear otra dimensión sonora: este viaje no transita por territorios conocidos (de la tradición, o del repertorio tradicional del sonido orquestal y coral), sino que abre y desentraña una nueva propuesta sonora que es fruto de este viaje y de los territorios que el propio personaje recorre. Territorios desconocidos, mágicos, realidad distintas de la del mundo de los vivos… Parménides describe y presenta muy claramente también el sonido del carro, los enormes goznes sonoros de las Puertas al abrirse, la propia cerradura, etc., y ofrece una visión óptica y sonora de este viaje alucinante...
por José María Sánchez-Verdú
El compositor estrena también “Tratado de lágrimas”, en la Fundación Juan March de Madrid (26 de enero) y tendrá una entrevista-concierto en la Residencia de Estudiantes (8 de febrero), con la presentación de Eva Sandoval.
TRATADO DE LÁGRIMAS (Estreno)
Carlos Mena (contratenor) / Iñaki ALberdi (acordeón)
Fundación Juan March Madrid / 26 de enero
CONCIERTO ENTREVISTA en la RESIDENCIA DE ESTUDIANTES
Presentación: Eva Sandoval
Trío musicalis (violín: Mario Pérez, clarinete: Eduardo Raimundo, piano: Francisco Escoda)
Qasid 3, Inscriptio, Luz negra II
Residencia de Estudiantes / 8 de febrero
HACIA LA LUZ (Estreno)
Orquesta y Coro Nacionales de España. Coro de RTVE. Coro de la ORCAM. Coral de Cámara de Pamplona, La Diosa: Ryoko Aoki (Teatro Noh Japonés).
Director: Miguel Harth-Bedoya
Director Coros: Miguel Ángel García Cañamero
Auditorio Nacional de Música, Madrid / 11, 12 y 13 de febrero
Foto: José María Sánchez-Verdú / © Lupe de la Vallina - Jotdown