El acento isleño se ha mezclado con el vienés durante los últimos días de julio y primeros de agosto. Un grupo canario de compositores y compositoras actuales, que había desembarcado en el aeropuerto de Schwechat procedentes tanto de las islas capitalinas como de Madrid, Berlín o Londres, se ha dejado ver -y escuchar- transitando las calles del distrito 1 de la capital austríaca.
Aunque el motivo de esta singular comitiva no era precisamente hacer turismo, lo cierto es que algunos de sus integrantes no pudieron ceder a la tentación de ir a ver -casi a hurtadillas- las estancias de la Emperatriz Sisí en el palacio imperial Hofbur; acudir al Museo Leopold, para disfrutar de sus Gustav Klimt o Egon Schiele; hacerse unas fotos junto a las estatuas de Anton Bruckner o Johann Strauss en el Stadtpark; o visitar, como no podía ser de otra manera, las emblemáticas casas-museo de Mozart y Beethoven en Viena.
El propósito de esta nutrida presencia isleña era de muy distinta índole: asistir a los ensayos y a la grabación discográfica, por el sello IBS Classical, de una serie de obras creadas o adaptadas para el prestigioso Ensemble PHACE de Viena, liderado por el experimentado director Nacho de Paz. La grabación tuvo lugar en la Berio Saal del Konzerthaus de Viena, sala de conciertos de gran prestigio situada muy cerca del famoso Musikverein.
Nacido de forma espontánea, como una apuesta y, a la vez, entusiasta aventura del festival El Contemporáneo, foro enfocado en la creación musical actual enmarcado en el Festival de Música de Canarias, el objetivo final de esta original iniciativa ha sido dar, por un lado, visibilidad a la creación canaria más contemporánea con los mejores medios y recursos disponibles y, por otro, crear puentes entre los compositores/as isleños con Viena, uno de los centros musicales más importantes de Europa.
Con una trayectoria muy afianzada, pese a sus escasos tres años de recorrido, El Contemporáneo ha seleccionado en esta ocasión a ocho compositores/as de sólida trayectoria dentro y fuera de las islas: Gustavo Díaz-Jerez, Laura Vega, Dori Díaz-Jerez, Rubén Askenar, Cecilia Díaz Pestano, Leandro Martín Quinteros, José Luis Perdigón y Juan Manuel Ruiz, quien suscribe, por último, estas líneas.
Como parte fundamental de este grupo insular se sumaban el actual director artístico del Festival de Música de Canarias, Jorge Perdigón, máximo responsable de la gestación del proyecto, miembros de la producción ejecutiva y del festival paralelo, los representantes de la discográfica mencionada, así como varios filmmakers canarios que han dejado constancia del trabajo artístico realizado mediante un making off y entrevistas individuales a cada artista involucrado en el proyecto.
Es de resaltar el magnífico trabajo hecho por Nacho de Paz con el Ensemble PHACE en el montaje de las obras, adaptándose con rigor y minuciosidad a las exigencias instrumentales y estilísticas de cada compositor/a, muy plurales en sus intereses estéticos y pertenecientes a diferentes generaciones, todo ello con la versatilidad y alto nivel técnico y artístico propios de este ensemble. A ello hay que añadir la profesionalidad mostrada por Paco Moya, responsable de la grabación de este repertorio en su sello IBS Classical, marca imprescindible en el registro sonoro de la música española de nuestro tiempo.
Canarias, de esta manera, se vuelve pionera en nuestro país al incluir, en un festival internacional de tal calibre, una iniciativa tan inédita como encomiable que proyecta, con plena convicción, a los compositores/as participes en ella, y cuyos frutos esperan ser recogidos en los próximos meses con la presentación del señalado CD y su difusión en redes y medios de comunicación, a la vez que su deseable continuidad en futuras convocatorias en este mismo sentido.
Además, la propuesta ha brindado la oportunidad de fomentar el intercambio entre los creadores canarios implicados con los intérpretes y los responsables del proyecto institucional. Todo ello en un ambiente de verdadera camaradería, fluido y empático, al que contribuyó especialmente -todo sea dicho- la “gastronomía tradicional vienesa” con sus sabrosos Wiener Schnitzel y surstelze (codillo), maridados con auténtica Osterbier Österreich o vino Riesling, y, lo más fabuloso, el privilegio de tener como telón de fondo de los numerosos encuentros al imponente escenario que la ciudad de Viena exhibe en cada uno de sus mágicos rincones.
Solo comentar que, en la última noche de celebración, de vuelta al céntrico hotel por la Karlsplatz y con todos los que formábamos esta inusual expedición canaria a Viena en pleno alborozo, me pareció advertir, muy a lo lejos y en la penumbra, la mirada que Johannes Brahms nos lanzaba -sin que la mayoría se percatase de ello- desde su estatua frente al Musikverein. Puede que se preguntara, intrigado, por la razón de tan peculiar y animosa comitiva, a esas horas intempestivas, en la ya adormecida y sempiterna ciudad de la música.
por Juan Manuel Ruiz
Foto: El grupo canario, en el vestíbulo del Konzethaus de Viena / © Ricardo Sánchez-Toledo Landa