La voz femenina en las músicas medievales y renacentistas nos ha llegado plagada de silencios e interferencias. Aunque sabemos de la existencia documentada de trobairitz (las trovadoras occitanas del siglo XIII) y joglaresse y los documentos y la iconografía nos muestran soldaderas, danzaderas y cantaderas, es mucho lo que ignoramos; especialmente, porque, al no constar la autoría femenina de la inmensa mayoría de esas cancioncillas que adoptan la voz de una mujer, se abren puertas a la especulación. Las hipótesis que suelen considerarse son tres. La más sostenida es la de la autoría completamente masculina: el poeta adopta una actitud femenina, una especie de falsete emocional y reproduce (normalmente, con gran respeto y sensibilidad) el alma femenina. La teoría más reciente es la que sostiene que tras cada nombre masculino o tras cada anonimato se esconde la figura real de una autora mujer. En medio, la tercera hipótesis: la idea de que un autor hombre oyó -y reprodujo o recreó- un cantar femenino. El famoso consejo del Arcipreste de Hita en su Libro de Buen Amor: el cantar que non sabes, óylo a cantaderas.
Dudas e hipótesis son igualmente aplicables a la continuación renacentista de estas canciones en boca de mujer. Y también, como en la Edad Media, las conservadas, en su rica variedad, parecen pertenecer a dos mundos que, a veces, los azarosos avatares de la transmisión nos presentan confundidos o con límites difusos: el noble del amor cortés, con sus metáforas de altos vuelos y sus contrapuntos; y el más popular, henchido de juglaría, de las mujeres y hombres que cada mañana se levantan pensando en la supervivencia. Son los dos mundos que retrata Fernando de Rojas en La Celestina (de cuyo texto toma este trabajo su título) y que vemos por doquier a través de las ventanas que las fuentes literarias e iconográficas nos abren a los Siglos de Oro.
Nuestro disco ofrece una antología del Cancionero Musical de Palacio. Esta amplísima colección de romances y villancicos de la época de los Reyes Católicos recoge un buen número de piezas cuyo texto adopta la perspectiva femenina.
Usando como subtítulos expresiones de una bella poesía de Florencia Pinar, hemos recreado en cuatro capítulos la posible vida emotiva de una mujer de nuestro primer Renacimiento. La historia comienza (Hay plazeres, hay pesares), al calor del verano, con las alegrías y sinsabores del amor. Un recuerdo estilizado de bailes cortesanos da paso a los contrastes del amor y la ausencia: los baños en soledad, la romería… La segunda sección (Hay mil dolores) se tiñe de lamentos y derrotas otoñales: las amenazas del matrimonio fracasado, del monasterio a la fuerza, de la viudez. El afecto básico de la tercera sección (Muy gran bien si dél gozares) es el anhelo que a veces llena las ensoñaciones de las tardes de invierno: las nostalgias por el amado ausente, su ardiente invocación, los temores y esperanzas que pueblan los sueños. Y el círculo se cierra con la primaveral última parte (Aunque vida se cative), llena de promesas de fidelidad, amores que se aguardan, triunfan o se echan a perder.
Filtradas por evidentes y diversos tamices culturales, desvaídas por las mil peripecias con que golpea la historia, las canciones que recoge este disco pudieron brotar un día de los anhelos, glorias y derrotas del alma femenina. Las presentamos encarnadas en la voz de una protagonista ideal, una mujer de nuestro primer Renacimiento, acompañada por un puñado de instrumentos de esa época. Así, nuestro trabajo tiene una parte de recuperación de piezas poco conocidas (algunas inéditas en formato disco), pero quiere ser sobre todo un apasionado tributo artístico a un repertorio pleno de belleza y emoción que hunde sus raíces en muchos tiempos y lugares y que nos permite escuchar estremecidos remotas y cercanas voces de mujer.
AQUEL TROVAR
Delia Agúndez, soprano
Antonio Torralba, flautas y orlo
J. Ignacio Fernández, cítara, guitarra y bandurria renacentistas
Daniel Sáez Conde, rabel bajo y colascione
DATOS DE PRODUCCIÓN
Duración total: 47'
Grabado en Cuevas del Pino, Villarrubia (Córdoba), en julio de 2019.
Libreto de 68 pp en español e inglés.
Fotos cubiertas e interior: Carmen González Palacios
Formato Libro-CD FONORUZ CDF-2835
www.aqueltrovar.com