El Festival Internacional de Panticosa ‘Tocando el Cielo’ regresa una vez más al Pirineo oscense para convertirse en referencia internacional de la música clásica. Este año llega en unas circunstancias muy especiales y con la incertidumbre sobre su celebración debido a la crisis sanitaria de la COVID-19.
Finalmente, la VIII edición de esta cita ya clásica en Panticosa se celebrará entre el 17 y 24 de julio, queriendo ser en esta ocasión un mensaje de esperanza y superación.
Por eso este año, el Festival Internacional de Panticosa se celebra bajo el título ‘Música y Vida’. Más que nunca, desde la Fundación García Esteban, organizadora del Festival “queremos contribuir al desarrollo y la sostenibilidad del tejido cultural, tan dañado debido a la pandemia”, según ha explicado Carmen Esteban, directora artística del Festival Internacional de Panticosa. Y es que una vez más abrirá sus puertas “ofreciendo contenidos de gran calidad, pero también estimulando el sector. No solo hablamos de músicos, todo esto es posible también gracias al trabajo de técnicos, diseñadores, imprentas, prensa, hotelería…”
La programación del FIP ha sido adaptada al momento en que nos encontramos y por ello ‘Música y Vida’ se convierte este año en el lema que unifica todos los conciertos. “Porque la música ha sido un elemento muy importante durante el confinamiento, nos ha ayudado a mantener la esperanza y ha sido un mensaje de superación”, ha continuado Carmen Esteban. En este sentido ha remarcado la importancia de que la sociedad se vuelque hacia la recuperación del tejido cultural colaborando y participando de las actividades programadas.
Un clásico en Panticosa
La presentación del Festival ha tenido lugar esta mañana en Huesca con la participación de Maribel De Pablo, diputada de Cultura de DPH, quien ha destacado que “en el contexto actual no es fácil sacar adelante festivales como este y ellos han decidido dar un paso al frente, adaptarse a las circunstancias que rigen ahora en esta nueva normalidad que todos vamos a vivir y eso es síntoma de que tienen ganas y mucho que ofrecer” y añadía que la temática de este año le parece “un gran acierto, más aún cuando venimos de momentos muy difíciles para todos y nos merecemos una buena dosis de optimismo y tranquilidad”.
En este sentido se ha pronunciado también el director general del Balneario de Panticosa, Jesús González, quien ha señalado que el Festival es ya “un evento fundamental para el Balneario donde conseguimos transmitir todos los valores que refleja este lugar, en medio de las montañas, la naturaleza… es un lugar idílico y perfecto para la música clásica”.
El Festival Internacional de Panticosa ‘Tocando el Cielo’ se celebrará del 17 al 24 de julio y volverá a estar protagonizado por el alto nivel de sus participantes. De hecho, desde el año pasado la excelencia del Festival le ha hecho merecedor de la etiqueta Label EFFE, sello de calidad de Europa que otorga la Asociación de Festivales Europeos.
A ello contribuyen, sin duda, los embajadores de lujo con que cuenta el Festival, como son el turolense Antón García Abril, compositor y músico, autor de bandas sonoras para películas y series de televisión; el actor y realizador Nacho Rubio y la actriz oscense Itziar Miranda, conocida por su papel en ‘Amar es para siempre’. Y junto a ellos, la mezzosoprano Teresa Berganza, que siempre se ha esforzado por llevar el nombre del Festival a todas partes haciendo su repercusión muy notable.
Un cántico a la vida para empezar
El Festival comenzará con la Novena Sinfonía de Beethoven ‘Coral’, interpretada por el Dúo Moreno Gistaín a dos pianos. Así, este cántico del ‘Himno de la Alegría’ sonará entre las cumbres “como un mensaje de superación”. Además, en el año de la conmemoración del 250 aniversario del nacimiento de Beethoven “han dejado de sonar sus sinfonías y el silencio de sus música todavía es un vacío”, ha querido destacar Carmen Esteban.
El Festival continuará con un espectáculo de tango a cargo de Iberotango, que interpretarán obras de A. Piazzola y J. Plaza entre, a través de ‘La vida es un tango’. El día 19, el Balneario de Panticosa contará con dos actuaciones: por la mañana un vermú concierto de nuevo a cargo de Iberotango, con ‘Milongas y Tangos’, y ya por la tarde en el Auditorio subirán a las tablas el violinista Aitzol Iturriagagoitia y el pianista Enrique Bagaría para hacer un recorrido por la música de Beethoven y Debussy.
Pablo Rodríguez y Humberto Ríos traerán a Panticosa su nuevo trabajo ‘Conversaciones” el día 20 de julio, en el que exploran el vínculo entre Canarias y Cuba a través del jazz, el folclore, y la música clásica de la era impresionista.
El 21 de julio será el acordeonista Iñaki Alberdi quien haga también un homenaje a la vida a través de su concierto en el Auditorio de Balneario de Panticosa titulado ‘Solo: De lo interior a la alegría’, con obras de Bach, Soler y Albéniz.
Pablo Rodríguez y Humberto Ríos regresarán con ‘Sones Cubanos’ a la hora del vermú del día 22 de julio en el Restaurante El Lago, una fascinante selección de temas entre los que se incluyen algunos de los más conocidos danzones cubanos junto a otras composiciones inspiradas en este género. Misma jornada en la que llegará un clásico en el Festival: El Ensemble Tocando el Cielo formado por Aitzol Iturriagagoitia (violín), David Apellániz (violonchelo), Francisco Antonio García (clarinete) y Enrique Bagaría (piano) con la impresionante obra de O. Messiaen “Cuarteto para el fin de los tiempos”, obra escrita y estrenada en el campo de prisioneros de Görlitz, obra que representa más que nunca la salvación de la vida gracias a la música.
Concierto de ‘Swing, Swing’ para el día 23 de julio, con Pedro Mateo a la guitarra y Francisco Antonio García con su clarinete, dos artistas que han llevado su música por medio mundo y se unen ahora en un concierto balanceado por la brisa de la montaña.
La clausura del Festival correrá a cargo de la soprano Nancy Fabiola y el pianista Mac McClure. Nancy Fabiola es una de las grandes mezzosopranos de la actualidad. Destacada por la belleza de su voz, amplio registro y su musicalidad, todo ello, junto a sus grandes dotes escénicas, ha hecho de la mezzo canaria una las artistas más relevantes del panorama operístico. En esta ocasión compartirá escenario con el gran pianista estadounidense Mac McClure.
Este concierto nos sumerge en un variado y colorista reducto que nos lleva del salero vienés de Oscar Straus a los sones cadenciosos de Astor Piazzolla, pasando por el iconoclasta mundo de Erik Satie, el cabaret de Kurt Weill, la evocación de la gran Édith Piaf y el humor de Poulenc, junto a los sones cubanos de Ernesto Lecuona, dos piezas del hoy olvidado Joaquín Zamacois, para finalizar volviendo al cabaret, con cuatro boleros mexicanos y antillanos.
Las adaptaciones del Festival
No solo la programación ha tenido que adaptarse y reprogramarse de manera continua, debido a la incertidumbre derivada de la pandemia, sino también la Academia de música en la que se han formado muchos jóvenes músicos. Así, esta actividad se transforma y se convierte este año en un Campus Formativo personalizado, con el fin de “adaptarnos a las recomendaciones higiénico-sanitarias sin dejar de ofrecer formación de altísima calidad y volviendo a dar la posibilidad a los jóvenes músicos de que convivan en un ambiente de actuaciones profesionales”.
En el Campus se ofrecerán masterclass de violín, viola, violonchelo, guitarra, acordeón y clarinete, y un taller de música creativa e improvisación musical abierto para todo tipo de instrumentos de cuerda, piano o viento.
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