“Siempre que tengo algo importante que decir, tengo que parar y coger aire primero”. Es por eso que la Segunda Sinfonía de Bruckner está plagada de pausas que le valieron, durante un tiempo, el sobrenombre de Pausensymphonie. Tan trascendental la consideraba el compositor que fue la partitura escogida para presentarse ante su idolatrado Wagner. “Muy agradable”, fueron las palabras de éste… Esta Sinfonía, junto al Concierto para violín de Esa-Pekka Salonen, uno de los más significativos de los compuestos en lo que llevamos de siglo, que será presentado por la violinista Leila Josefowicz, quien estrenó la obra, será el programa de la Orquesta Nacional de España dirigida por Christoph Eschenbach (18, 19 y 20 de enero).
Lo inmoral y lo pasional se dan cita bajo Las flores del mal de Baudelaire. Algunas de esas flores son recogidas por Henri Dutilleux para dar forma a Tout un monde lointain… (Todo un mundo distante…), su particular Concierto para violonchelo. Como una suerte de poema concertante, nos habla del simbolismo natural, del veneno de una mirada, de mares de ébano, corazones como antorchas y la capacidad de mantener nuestros sueños bellos e intactos. Junto a esta colosal pieza, elegida el mes pasado en nuestra “Mesa para 4” como uno de los grandes conciertos del siglo XX, se encuentra la Missa in Angustiis (Misa Nelson), cenit de la composición litúrgica de Haydn. Con el afamado chelista Gautier Capuçon, este programa, tan explosivo como el anterior, será dirigido por David Afkham (25, 26 y 27 de enero).
Orquesta Nacional de España / Christoph Eschenbach, David Afkham
Solistas: Leila Josefowicz, Gautier Capuçon
Obras de Bruckner y Salonen (18-20), Dutilleux y Haydn (25-27)
Auditorio Nacional de Música (Sala Sinfónica)
18-20 de enero / 25-27 de enero
http://ocne.mcu.es/
Foto: El fascinante Tout un monde lointain… tendrá como solista a Gautier Capuçon.
Crédito: © Felix Broede