El próximo 3 de abril el Teatro Real ofrecerá uno de los títulos más curiosos, y desconocidos, del compositor italiano Baldassare Galuppi (1706-1785): L'uomo femmina, ópera de atrevido libreto firmado por Pietro Chiari (1712-1785), que se escuchará por primera vez en el escenario, en versión de concierto, en la cuidadosa interpretación de la agrupación francesa Le Poème Harmonique, bajo la dirección de Vincent Dumestre.
Galuppi, conocido compositor del siglo XVIII, cuya popularidad estuvo especialmente marcada por su producción de opera buffa, fue quedando relegado al olvido y muchas de sus partituras, lamentablemente, perdidas. Por fortuna, en 2006 aparece en la Biblioteca del Palacio de Ajuda de Lisboa, en perfecto estado de conservación, L'uomo femmina, una obra asociada a un lenguaje musical del clasicismo temprano con el espíritu barroco del teatro bufo, en el que las melodías cambian de tono y ritmo para añadir textura a una historia de extraordinarios recursos teatrales.
Estrenada en el teatro veneciano de San Moisè, en 1762, cuenta la historia de dos supervivientes de un naufragio que llegan a una isla del Mediterráneo en la que gobiernan las mujeres y donde los hombres están sometidos -en un patriarcado a la inversa- desempeñando funciones tradicionalmente femeninas. Allí, la princesa Crétidea gobierna con mano firme mientras su favorito, Gelsomino, pasa horas maquillándose. Su pequeño mundo se ve sacudido por la llegada del náufrago, Roberto, procedente de una sociedad tradicional, más viril y patriarcal. Crétidea y Roberto se enamoran, provocando una lucha en un tira y afloja sobre quién debe renunciar a su identidad y a aceptar los valores del otro y adelantando, casi trescientos años, los debates contemporáneos sobre sexo y género, bajo una divertida y moderna comedia de estereotipos.
No es la primera vez que Galuppi juega con la inversión de los roles de género (Le donne che comandano). Bajo la caricatura e ironía de típicas situaciones de enredo, confusiones, celos… subyace un intento de reflexión, casi de reivindicación, a pesar del previsible desenlace en el que el libreto recupera el orden convencional “que cese la depravada práctica de cambiar a los hombres en mujeres”, aunque haciendo un guiño cómplice final “cualquiera con sentido común entenderá fácilmente lo que quería decir el autor”.
Este dramma giocoso per música estará interpretado, en los papeles principales, por las mezzosopranos Eva Zaïcik (Crétidea), Lucile Richardot (Ramira) y Victoire Bunel (Cassandra), los barítonos Anas Séguin (Gelsomino) y Victor Sicard (Roberto) y el tenor Paco García (Giannino).
Foto: Poème Harmonique / © Lukas Beck