Su voz nos emocionó en aquella Traviata que nos rescataba del confinamiento, y que provocó el primer bis de una mujer en la historia reciente del Teatro Real, aunque ya nos había puesto en pie con su interpretación de Lucia de Lammermoor en 2018. Regresa ahora, al escenario de la plaza de Oriente, una de las sopranos más queridas por el público madrileño, Lisette Oropesa.
La cita tendrá lugar el próximo miércoles, 30 de marzo, con un concierto en el que, acompañada por el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la dirección de Corrado Rovaris, Oropesa ofrecerá un programa compuesto por fragmentos de las óperas Guillaume Tell, Le siège de Corinthe y Le Comte Ory de Gioacchino Rossini, y de Les Martyrs, Lucie de Lammermoor, La favorite y La Fille du Régiment, de Gaetano Donizetti.
Lisette Oropesa es una cantante con magnetismo. Tiene presencia escénica, dotes de interpretación, simpatía y, lo más importante, una voz lírica y luminosa que, sustentada sobre una técnica perfecta, la convierte en la intérprete idónea para las heroínas del bel canto, como son las protagonistas de las obras escogidas para su concierto en el Real, aunque en su repertorio tienen también presencia relevante los papeles verdianos o mozartianos.
Con excepción de Lucia de Lammermoor, todas las arias elegidas para este concierto pertenecen a óperas compuestas originalmente en francés, a pesar de estar escritas por dos autores italianos, Rossini y Donizetti - no en vano, ambos compositores tenían un estrecho vínculo con los escenarios parisinos- y todas ellas (salvo Lucia) fueron estrenadas con gran éxito en la capital francesa. Son óperas que precisan de cantantes hábiles, con registros agudos, de legato limpio y extraordinaria agilidad, características que han encumbrado a la protagonista de estas Voces del Real.
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Foto © Javier del Real | Teatro Real