Como #lecturasdeverano, proseguimos en verano publicando en abierto la sección #LasMusas, hasta ahora solo en papel, donde las mujeres escriben sobre mujeres, una tribuna libre mensual donde rescatar la figura de compositoras, cantantes, instrumentistas, profesoras, musicólogas, directoras, etc. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de marzo de 2024 por Rosa Díaz Mayo.
Cristina Bordas
Un referente en la organología e iconografía musical
por Rosa Díaz Mayo
“Yo lo que quería era tocar a Scarlatti en un clave español, por eso decidí construirme uno yo misma”, expresa la Dra. Cristina Bordas (Ferreira de Pantón, Lugo, 1952), catedrática de musicología de la Universidad Complutense de Madrid, primera especialista española que publica en la reconocida revista internacional Early Music e internacionaliza el patrimonio español sobre organología, y también pionera en abordar la iconografía musical contemporánea en España.
Bordas ha traspasado fronteras y ha roto la fuerte brecha de género que ha marcado a la mujer en todos los ámbitos de la música en general y en el de la organología especialmente. Actitud que bien puede venirle de su abuela materna, Carmen Rodríguez (Monforte de Lemos, 1898 - Madrid, 1975), pianista que trabajó como intérprete en el cine mudo de Barbagelata. Proviene de una familia de músicos en la que las mujeres tocaban el piano y cantaban, siguiendo los cánones sociales de la época, y su abuelo, José Ibáñez, era compositor y escritor. Ella misma empezó a estudiar solfeo y piano a los 7 años y clave en su madurez.
A pesar de estos precedentes, se licenció en Derecho y Empresariales en Comillas y arrancó su vida profesional en este ámbito en la Mutualidad General Judicial con el aliciente de tener una fuente de ingreso y poder dedicarse en su tiempo libre a lo que le gustaba, “la madera y trajinar con las manos”. Estudió dos años de Ebanistería y Carpintería Artística en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y, junto a una compañera de estudios, montaron su propio taller. El objetivo de Bordas era construirse un clave español y como no encontraba en España ninguna fuente documentada, se marchó a Londres para comprar un plano de un clave italiano, un Ridolfi, e inició su andadura en la organología de forma práctica.
Así inicia una carrera de investigación sobre la organología y la aplicación práctica de la misma. Su interés por esta ciencia creció exponencialmente, a pesar de que estaba en “un mundo de hombres”. En su etapa de formación le tenían un poco relegada, según qué maquinaria o sierra se usara así le permitían intervenir. Mientras en el sector pensaban que ella tendría que hacer juguetes, cajitas o similares, Bordas se especializaba en su taller en el trabajo con la madera e incluso se hizo un repertorio de maderas para estudiar y conocer las tipologías y sus propiedades. Fundamental para analizar y estudiar un instrumento musical.
Su primer trabajo de investigación, sobre la colección de instrumentos del antiguo Museo del Pueblo Español, lo publicó en la revista de Musicología española en el año 1984. Momento en el que ya dejó atrás la construcción y las herramientas, por razones logísticas y familiares, pero no por ello se libró de otro sesgo de género, “me sentí muy perdida al principio, porque parecía que dedicarse al estudio de los instrumentos musicales y compartir hallazgos de interés, como un órgano del siglo XVIII, era algo que le gustaba hacer a una señora, como un hobby, y no le daban importancia ni a mis trabajos ni al patrimonio organológico español”.
Todo cambió cuando se involucró en las redes internacionales, como son la Galpin Society, AMIS en Estados Unidos, o el CIMCIM, y “veía en las reuniones a señores con barba y bigote, vestidos de traje y corbata, bastante mayores, que hablaban en alemán, inglés y francés de las cosas que a mí me parecían importantes, entonces yo decía: bueno, estoy sola en España, pero fuera de nuestras fronteras esto existe”. Encontró un gran apoyo en figuras como Santiago Kastner, director del Museo de Música de Lisboa y Dionisio Preciado, el entonces director de la Revista Española de Musicología. Con ellos no había ninguna cuestión de sesgo sino de apoyo, “tuvimos una relación epistolar preciosa”. Otro referente importante fue Soledad Lorenzo, galerista que coordinó los actos Europalia 1985 en Bruselas con motivo de la entrada de España en la UE, incluyendo una exposición pionera sobre instrumentos musicales españoles, en las que participó junto a Romà Escalas, director del Museu de la Música de Barcelona, Pepe Rey o Cristina Pons, entre otros. “Soledad Lorenzo fue para mí una referencia, como profesional y como mujer”.
En 1992 colaboró con el Ministerio de Cultura en los eventos del Quinto Centenario con una exposición de guitarras históricas españolas (Metropolitan Museum, NY, Museo de Historia, Madrid), “rompí mi vínculo profesional como funcionaria y dejé el Ministerio de Justicia”. Posteriormente le otorgaron una beca del CNRS francés y estuvo en el Museo de la Música de París; a partir de 1997 colaboró en el Diccionario de la música española e hispanoamericana, empezó a impartir la asignatura de Organología en la Universidad Complutense de Madrid, investigó en el Museo de Instrumentos Musicales de Bruselas y ha realizado una investigación muy relevante en el Archivo General del Palacio Real sobre los instrumentos musicales, sus constructores y las colecciones en las casas reales. Es socia fundadora de la Sociedad de la Vihuela y de INSTRUMENTA Asociación Española para el Estudio de los Instrumentos musicales y sus colecciones, entre muchos otros méritos que siguen su andadura.
Rosa Díaz Mayo
Doctora en Música y Magíster en Gestión Cultural. Investigación musical de los siglos XX y XXI. Universidad Autónoma de Madrid.
Foto: Cristina Bordas, un referente en la organología e iconografía musical.