Como #lecturasdeverano proseguimos publicando en abierto la sección #LasMusas, hasta ahora solo en papel, donde las mujeres escriben sobre mujeres, una tribuna libre mensual donde rescatar la figura de compositoras, cantantes, instrumentistas, profesoras, musicólogas, directoras, etc. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de febrero de 2023 por Cecilia Capdepón Pérez.
Antonia Brico (1902-1989)
Una pionera de la dirección orquestal
por Cecilia Capdepón Pérez
La dirección orquestal todavía constituye un ámbito que se ha resistido tradicionalmente a la presencia de las mujeres. Buena prueba de ello es que aún ninguna mujer ha ocupado la titularidad permanente, como es el caso de la Orquesta Filarmónica de Berlín, Orquesta Filarmónica de Viena, Orquesta Sinfónica de Londres, Orquestal Nacional de España u Orquesta Filarmónica de Nueva York, por sólo citar algunas destacadas. Sin embargo, y gracias a la actuación de auténticas abanderadas de la dirección y pioneras como la holandesa Antonia Brico, la brecha existente se ha ido reduciendo y cada vez es más frecuente encontrar a mujeres al frente de importantes orquestas. En mi opinión, sólo es cuestión de tiempo que un día no muy lejano contemplemos a una directora al frente de una de las orquestas antes citadas.
Al renovado interés por la personalidad de Antonia Brico han contribuido la difusión del documental Antonia Brico: A Protrait of a Woman, de Collins y Goldmilow (1974) así como la película biográfica La Directora de Orquesta, de Maria Peters (2018) y, aunque la figura de Antonia Brico se ignora en la mayoría de los diccionarios y enciclopedias de música, nuevas publicaciones están revalorizando en los últimos tiempos la auténtica aportación de esta directora.
Antonia Brico (1902-1989)
Nació el 26 de junio de 1902 en Róterdam, emigrando en 1908 a los seis años a los Estados Unidos con sus padres adoptivos. En el nuevo país de cogida se graduó en el Instituto Oakland en 1919: en aquella época ya había iniciado sus estudios de piano, pero su verdadera vocación iba a centrarse en la dirección orquestal. Posteriormente, en 1923, concluyó la carrera de Artes Liberales en la Universidad de California de Berkeley, una etapa en la que ejerció como asistente de Paul Steindorff, a la sazón director de la Ópera de San Francisco.
La siguiente etapa estaría dedicada al estudio del piano en Nueva York con el pianista y compositor polaco Zygmunt Stojowski. Sin embargo, llega al convencimiento de que sólo en Europa podría asimilar una sólida técnica y formación en materia de dirección orquestal, por lo que se trasladó en 1927 a Alemania, donde estudia en la Hochschule für Musik de Berlín hasta 1932, pero fueron las lecciones privadas con el célebre director Karl Muck el factor determinante para el devenir profesional de Brico, ya que le abrió las puertas de la Orquesta Filarmónica de Berlín, formación con la que debutó el 10 de enero de 1930, cosechando grandes alabanzas, como las vertidas en el periódico Allgemeine Zeitung.
En 1932 Brico retornó a los Estados Unidos y en Nueva York dirigió un año después la Orquesta Sinfónica de Músicos, así como orquestas patrocinadas por el Proyecto Works Progress Administration, pero nunca se le ofertó un puesto estable. En 1934 fundó la Orquesta Sinfónica de Mujeres de Nueva York, agrupación que recibió el apoyo entusiasta de figuras clave de la vida norteamericana, como Fiorello La Guardia, alcalde de Nueva York, o la primera dama, Eleanor Roosevelt, siempre implicada en el progreso de la educación femenina. Un año después, la citada Orquesta Sinfónica de Mujeres se reconvirtió en Orquesta Sinfónica Brico, cuando se admitió la presencia de hombres, estando presente en la vida cultural de la ciudad hasta 1942.
En 1937 se alzó con el mérito de ser la primera mujer que dirigió una ópera, concretamente Hänsel und Gretel de Humperdick en el Hipódromo de Nueva York. En aquella época llegó a afirmar lo siguiente: “No me considero una mujer directora de orquesta. Me considero una directora de orquesta que resulta ser una mujer”. Un año después, inscribió de nuevo su nombre en la historia al convertirse en la primera mujer que asumía la dirección musical de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, gracias a un concierto ofrecido en el estadio Lewisohn.
A partir de 1941 vivió en Denver, donde albergaba la ilusión de ser nombrada directora principal de la Orquesta Sinfónica de Denver, pero de nuevo sus esperanzas se vieron abocadas al fracaso, pues fue Saul Caston el elegido. “Fue la mayor decepción de mi vida”, afirmó Brico. Esta decepción no impidió que fundara la Sociedad Bach y el Conjunto Femenino de Cuerda. Lo cierto es que el prestigio de Brico se acrecentó cuando, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, emprendió una extensa gira que incluso le llevó a actuar en Finlandia, invitada expresamente por Jean Sibelius. Años después (1948) fundó y dirigió la Orquesta de Empresarios de Denver, más tarde renombrada como Orquesta Sinfónica de Brico en la década de 1960, Filarmónica del Centenario en la década de 1990 y, finalmente, Filarmónica de Denver en 2004.
Además de dirigir la Filarmónica de Boulder, entre 1956 y 1958 fue directora invitada de la Orquesta Sinfónica Cívica de Boise (Idaho) y siguió actuando como directora invitada con orquestas de todo el mundo, incluida la Sinfónica Femenina de Japón. Antonia Brico falleció en Denver el 3 de agosto de 1989 a los 87 años de edad.
A modo de conclusión, puede afirmarse que, posiblemente, la trayectoria profesional de Antonia Brico hubiera discurrido por otros derroteros muy distintos si hubiera sido un hombre. Durante el siglo XX resultó muy complicado para una mujer directora labrarse un futuro en un ámbito tradicionalmente masculino, y todo ello pese a su extraordinario talento y a granjearse el apoyo y los elogios de grandes directores, intérpretes y compositores de su época. El gran mérito y la gran aportación de Antonia Brico residió en su papel de pionera histórica, al tratarse de la primera directora que dirigió tanto la Orquesta Filarmónica de Berlín como la Orquesta Filarmónica de Nueva York.
Cecilia Capdepón Pérez
Estudiante del Grado de Musicología en la Universidad Complutense de Madrid y del Grado Profesional de Piano en el Centro Superior Katarina Gurska de Madrid.