Como #lecturasdeverano, continuamos en agosto con la publicación en abierto de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista RITMO en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de julio-agosto de 2023 (por Gonzalo Pérez Chamorro)
JOSÉ MARÍA GUELBENZU
Con la juez Mariana de Marco (“la” juez, no jueza) como protagonista, el reconocido escritor José María Guelbenzu ha desarrollado una serie de novelas policiacas, entre muchos otros títulos, artículos y críticas, de lo que es un género, el policiaco, siempre apetecible para los lectores. Le damos la bienvenida a nuestro contrapunto veraniego.
por Gonzalo Pérez Chamorro
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
El Bolero de Ravel por Celibidache, conciertos de 1971 y 1994.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
Aparte de las canciones infantiles, mi primer contacto serio con la música fue la compra de mi primer disco cuando era adolescente, un 44 r.p.m. de Louis Armstrong, Rose room.
Teatro, cine, pintura, poesía… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
Todas las artes al mismo nivel, pero preferencia sentimental por la poesía y la música.
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Habría que incorporar la costumbre de escuchar música desde el colegio.
¿Cómo suele escuchar música?
Habitualmente con mi equipo de sonido.
¿Qué ópera (o cualquier obra musical, etc.) le hubiera gustado componer?
Vespro della beata Vergine, de Monteverdi.
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
Ninguno. Me encanta ser espectador.
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
Ninguna. Prefiero mi equipo de sonido y mi discoteca y programarme yo mismo mis conciertos, pero tengo buen recuerdo del Teatro Real de Madrid, de la audacia escénica de las Óperas aparentemente menores de Frankfurt y Hamburgo, que no tienen que cumplir con el peso de la tradición de los grandes escenarios y me encantó subir a la Verde Colina.
¿Un instrumento?
El piano.
¿Y un intérprete?
Arturo Benedetti Michelangeli y Bill Evans.
¿Un libro de música?
La música es mi amante, de Duke Ellington.
Por cierto, qué libro o libros tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
Acabo de cerrar Amor sin fin, de Scott Spencer. Una obra maestra.
¿Y una película con o sobre música?
Cantando bajo la lluvia.
¿Una banda sonora?
La de Barry Lyndon, de Stanley Kubrick.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
En cuanto a compositor español actual, no tengo el suficiente criterio. De los clásicos, Manuel de Falla.
¿Una melodía?
Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Me gustaría convocar a quienes quisieran venir a despedirme con la llamada de la Sonnerie de Sainte Geneviève du Mont de Paris, de Marin Marais.
¿Un refrán?
No soy partidario; como decía Julio Caro Baroja, el refranero es sabiduría mostrenca.
¿Una ciudad?
Donosti-San Sebastián.
¿Le ha llegado a Mariana de Marco, con Asesinato en el Jardín Botánico, su última entrega?
Mariana de Marco ha cerrado un ciclo de diez novelas; han sido diez años de su vida y por ahí debe de seguir, en su juzgado madrileño. No sé si volveremos a vernos, pero guardamos buen recuerdo el uno del otro.
Como también crítico, ¿cree que la crítica hace más por mejorar los hábitos de lectura o, en cambio, los ahuyenta?
La crítica debería mejorar seriamente los hábitos y la comprensión lectora, pero cada vez pinta menos en los medios y no está remunerada como para exigir al crítico más de lo que hoy en día da.
¿Qué planes tiene para el futuro?
No tengo futuro. Me quedan dos novelas por terminar y publicar, además de una cuidadosa selección de mis críticas literarias. Nada más.
¿Qué cree que le sobra a este país? ¿O qué le falta?
A este país le sobra españolismo y le falta cultura. El retraso cultural de España se ha debido a la iglesia católica. Y el pintor Ramón Gaya definió muy bien a “ese español castizo al que sólo le interesa lo que le fastidia”.
Háblenos de un trance cultural o musical en su vida que se le haya quedado grabado…
Grabado, lo que se dice grabado, la lectura del Ulises de Joyce y la visión del Anillo del Nibelungo en la versión Patrice Chéreau y Pierre Boulez.
Si pudiera retroceder a un momento de la historia de la humanidad, ¿dónde iría José María Guelbenzu?
¿Retroceder a un momento de la Historia? Ni hablar. Me quedo aquí muy a gusto.
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
En mi vida diaria lo que más me molesta es una rodilla maltrecha.
Cómo es José María Guelbenzu, defínase en pocas palabras…
¿Cómo soy? Yo diría que soy un serio con un desarrollado sentido del humor.
Foto © Javier Oliaga