Como #lecturasdeverano, continuamos con la publicación en abierto de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista RITMO en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de enero de 2023 (por Gonzalo Pérez Chamorro)
ANTONIO MARTÍNEZ ASENSIO
El director del espléndido programa Un libro una hora nos visita en este primer contrapunto de 2023, y nos recomienda “más programas culturales y más referentes culturales y sociales”.
por Gonzalo Pérez Chamorro
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
El Concierto n. 2 de Rachmaninov, porque vi un documental sobre un pianista que se preparaba para interpretarlo. Y si hablamos de pop, Starman, de David Bowie.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
Recuerdo la espera hasta que empezaba la película en el cine Benlliure de Madrid, cuando mi madre nos llevaba, y sonaba una música que me encantaba. Luego descubrí que era Mozart.
Teatro, cine, pintura, poesía… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
Al mismo, por supuesto. La música es esencial y ha construido nuestra cultura de la misma forma que el resto de las artes.
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Tal vez hacerla más accesible. Y tal vez depende del ritmo de vida que llevamos. Es difícil que en este mundo encontremos ese espacio para escuchar música, pasa lo mismo con la lectura.
¿Cómo suele escuchar música?
Normalmente trabajando, mientras escribo. Antes también leía escuchando música, ahora no puedo.
¿Qué ópera (o cualquier obra musical, etc.) le hubiera gustado componer?
Las Variaciones Goldberg (o cualquier cosa de Bach).
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
No sé si hay un personaje, pero hay una cosa que me fascinaría hacer, y es tocar un instrumento. Especialmente el piano. Salir a escena, sentarme delante de un piano de cola y tocar. Siempre he admirado esa forma de comunicación, ese talento para interpretar.
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
Seguramente el Teatro Real.
¿Un instrumento?
El piano.
¿Y un intérprete?
Me asombra Glenn Gould, con sus tarareos.
¿Un libro de música?
No es un libro de música, pero sí un libro con un músico de protagonista: Las intermitencias de la muerte, de Saramago, que acabo de leer y que hemos hecho en Un libro una hora y donde la música, la interpretación de una pieza de Bach, es capaz de vencer hasta a la muerte.
Por cierto, qué libro o libros tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
Tengo muchísimos libros empezados: los del programa (Jane Eyre, de Charlotte Brönte), los del trabajo (La luz perdida, de Nino Haratischwiliy, una maravilla) y los que leo por placer, como La mentira, de Marta Fernández, La familia, de Sara Mesa y El proceso de Roberto Lanza, de Ronaldo Menéndez.
¿Y una película con o sobre música?
Cómo no citar Amadeus, Shine o Todas las mañanas del mundo. Una película que no he vuelto a ver pero que me impactó fue El trompetista, con Kirk Douglas, sobre un hombre enloquecido por sacar de su trompeta un sonido imposible.
¿Una banda sonora?
La llegada, de Max Richter; Interestellar, de Hans Zimmer; La teoría del todo, de Jóhann Jóhannsson; Déjame entrar, de Johan Soderqvist y últimamente me quedé enganchado a Mon chien Stupide, de Brad Mehldau.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
Creo que Manuel de Falla.
¿Una melodía?
Anda, de Luis Eduardo Aute.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Con una escrita dentro de muchos años. Si no, con Bach.
¿Un refrán?
“Más vale tarde que nunca”.
¿Una ciudad?
Madrid (aunque me he enamorado de San Sebastián).
Como director del sensacional programa Un libro, una hora (Cadena SER), ¿qué ha supuesto la aparición del podcast para un programa de radio?
Para nosotros el podcast es la posibilidad de relacionarnos con nuestros oyentes más allá de la hora de emisión. Son mayoría los que nos escuchan en podcast. Y con nuestro programa nos ocurre que cuando nos descubren empiezan a escuchar los libros que más les gustan (tenemos ya cerca de 200 capítulos), con lo que es un diálogo que se mantiene siempre vivo. Pero sobre todo, la importancia del podcast está en que de pronto el audio se ha colocado en la primera línea de consumo de contenidos. Y eso es muy importante.
¿Cuáles son los criterios de selección para cada libro en Un libro, una hora?
Nuestra ambición es contar las grandes obras de la literatura universal. Hemos hecho mucho siglo XIX y mucho principio del XX, pero vamos abriendo la mano hacia obras más modernas que ya son “clásicos”, como algunos premios Nobel: Saramago, Coetzee o Annie Ernaux. Tenemos que hacer más hispanoamericanos y profundizar en obras menos conocidas. Y luego hay un tema de duración. Para contar una novela en una hora no puede ser muy larga. No nos atrevemos todavía con Los miserables o Guerra y paz.
Seguro que antes le han hecho esta pregunta, ¿pero díganos con que libro el programa tuvo un instante inolvidable?
Fue muy especial el capítulo que dedicamos a Lolita, de Nabokov, pero también creo que quedó muy bien La caverna, de Saramago y, de los últimos, La casa de los espíritus.
¿Qué cree que le sobra a este país? ¿O qué le falta?
Le falta cultura y educación. Le hace falta saber escuchar y aprender a pensar. Somos un país fácil de manipular. Nos hacen falta más programas culturales y más referentes culturales y sociales.
Háblenos de un trance cultural o musical en su vida que se le haya quedado grabado…
Los mejores momentos, la mayor sensación de placer estético e intelectual, la he tenido siempre en la soledad de una lectura. Y ahora que estoy releyendo muchos libros que había leído en la adolescencia y la juventud, para hacerlos en el programa, estoy haciendo lecturas tan diferentes y tan luminosas que me están sorprendiendo. Me ha pasado con El corazón de las tinieblas, un libro que recuerdo oscuro y complejo y que con esta edad me ha parecido todo lo contrario, lúcido y brillante. La lectura es una emoción que intento transmitir en el programa y que no podemos perder, por mucho audio que escuchemos.
Si pudiera retroceder a un momento de la historia de la humanidad, ¿dónde iría Antonio Martínez Asensio?
A la Grecia Clásica.
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
El griterío, la mala educación. Y el ruido.
Cómo es Antonio Martínez Asensio, defínase en pocas palabras…
Soy una persona en constante aprendizaje.