La Orquesta de cámara de Bormujos se fundó en 2016. La pandemia bloqueó en seco la importante progresión y difusión que estaba teniendo hasta entonces. Tras un año casi inactivo por la crisis sanitaria, pronto va a comenzar su "IV Ciclo de Conciertos en CEU”. Este ciclo suele atraer a un público procedente no solo de la comarca del Aljarafe, sino también de la Sevilla metropolitana. También tendrá presencia esta formación en la propia capital hispalense, debutando en la programación del Espacio Turina.
Una sinfonía recuperada de Gyrowetz
La nueva programación de esta orquesta sevillana está llamando la atención por la calidad y el equilibrio de sus propuestas. Destaca especialmente la recuperación de una sinfonía del compositor checo Adalbert Gyrowetz (1763-1850), afincado en Viena a principios del s. XIX. Esta Sinfonía se estrenó en Londres entre 1791-2, el tiempo que estuvo el compositor en la capital inglesa. Fue dedicada a su patrón en ese momento, el Príncipe de Gales.
Tras la muerte de Mozart y mientras Beethoven comenzó a acaparar la atención en la capital vienesa, otros músicos destacaron en ese momento. En ese tiempo, la figura de Haydn estaba algo más ausente de los círculos austríacos debido a sus estancias en Londres. Por tanto, en los últimos años del siglo XVIII y principios del XIX tuvieron bastante relevancia algunos compositores checos que emigraron a Viena, como los hermanos Wranitsky (Anton y Paul), Gyrowetz o Vanhal.
La Orquesta de cámara de Bormujos ya tocó hace dos años una sinfonía de Paul Wranitsky, así como una sinfonía de Gyrowetz, de la que no constaba que se hubiera interpretado en tiempos presentes: la Sinfonía nº 1 en Mi Mayor, Libro I. El próximo 16 de octubre esta agrupación, de unos treinta músicos (en su versión más extensa), hará lo mismo con otra sinfonía de Gyrowetz, la Sinfonía en Re Mayor op. 13 Libro I.
Este compositor, antes de vivir en Viena, estuvo moviéndose entre los mejores círculos musicales europeos. En París llegaron a publicarse una sinfonía suyas con el nombre de Haydn. Eso de cambiar la autoría de las obras ocurría a veces en esa época, con el fin por parte de los editores de conseguir más ventas. Es la titulada en el catálogo de Haydn como la Sinfonía en Sol Mayor, RicG G1, que es en verdad la Sinfonía Concertante nº 20 de Gyrowetz.
Este compositor llegó a coincidir con Haydn en Londres, dentro de los conciertos programados por el empresario Salomon. Ya de vuelta a Viena, en 1804 Gyrowetz obtuvo el puesto de Vice-kapellmeister en el teatro de la Corte Imperial. Hasta la década de 1820, este compositor tenía una buena reputación entre los músicos vieneses. En el funeral de Beethoven, aquel fue uno de los portadores del féretro. Gyrowetz murió mucho más tarde, en 1850, teniendo 87 años, edad poco habitual para la época. Ya para entonces el estilo había evolucionado bastante, y por eso su figura había quedado bastante olvidada. Es por eso por lo que hasta hoy sea uno de los compositores injustamente olvidados.
Compuso unas 60 sinfonías y unos 60 cuartetos de cuerdas. No han quedado muchas de esas obras, y son muy escasas las que se han grabado o interpretado en la actualidad.
Otras obras poco escuchadas por el gran público y que interpretará la Orquesta de cámara de Bormujos
En el segundo concierto de la temporada de esta orquesta, se interpretará una sinfonía de Anton Eberl (1765-1807), la Sinfonía en Mi bemol Mayor, op. 33. Nació dos años más tarde que el citado Gyrowetz, pero por el contrario murió joven. Sí hay en esta ocasión algunas grabaciones actuales de dos de sus sinfonías, la ya citada y la op. 34. No obstante, llama la atención que estas sinfonías de Eberl no se programen habitualmente, a pesar de la brillantez de muchos de sus pasajes.
Eberl fue amigo de Mozart. De hecho, éste último corrigió alguna sinfonía de aquel en 1783. Cuando Mozart murió, Eberl compuso la cantata funeraria Bey Mozarts Grab (La tumba de Mozart).
También destaca en la temporada de la Orquesta de cámara de Bormujos una sinfonía de Chevalier de Saint-Georges (1745-1799), el compositor a veces apodado como el “Mozar negro”, por su raza negra. De origen caribeño, este músico era bastante conocido en los círculos musicales parisinos de finales del s. XVIII. Fue él quien invitó a Haydn a que tocara en la capital del Sena, y que compusiera las llamadas Sinfonías “París”.
Una obra algo más conocida, o al menos entre los contrabajistas, es el Concierto para Contrabajo y orquesta en Re Mayor de Johann Baptist Vanhal (1739-1813).
Como algo totalmente distinto a estas últimas piezas de estilo clásico, la Orquesta de cámara de Bormujos ha programado también una obra actual, el Concierto para marimba y orquesta nº 1 de Rosauro (1953), con unas armonías bien sonantes y atractivas para el gran público.
Solistas de calidad en la programación de la Orquesta de cámara de Bormujos
La participación de solistas de calidad que colaboran con esta orquesta está atrayendo a su vez a más músicos que llevan ese perfil. Algunos de esos solistas son de la Sinfónica de Sevilla, o bien destacan dentro del panorama musical hispalense.
Este año se contará con el clarinetista José Antonio Odriozola, el trompista Manuel Enamorado, la pianista Yolanda Sánchez, la violinista Katarzyna Wrobel, o el percusionista José Antonio Moreno.
Ese interés por los solistas por participar en la Orquesta de cámara de Bormujos está llegando hasta incluso fuera de las fronteras. En la temporada 22/23 participarán músicos de la Filarmónica de Londres, que se han ofrecido a tocar con esta orquesta.
La Orquesta de cámara de Bormujos, mirando hacia adelante
Los músicos de la Orquesta de cámara de Bormujos son en su mayoría profesores de música, o jóvenes de importante trayectoria. También participan algunos miembros de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. El director de la OCB es desde su fundación Alberto Álvarez, que ha debutado como director de ópera en Bulgaria recientemente.
En definitiva, esta formación instrumental es una orquesta profesional con nuevos horizontes, a pesar de disponer de un limitado presupuesto.
www.orquestacamarabormujos.es