La BNE adquiere un valioso manuscrito autógrafo del violinista y compositor pamplonés Pablo Sarasate, “La jota de San Fermín, OP.36” en su versión para violín y piano
18 páginas de música notada, con la firma del violinista y en muy buen estado de conservación
El pasado 22 de noviembre se celebró Santa Cecilia, patrona de los músicos, y, para unirse a la celebración, la Biblioteca Nacional de España anuncia la adquisición de la famosa ”‘Jota de San Fermín, op.36”, de Pablo Sarasate. Esta pieza viene a enriquecer el valioso patrimonio musical de interés para músicos y musicólogos que conserva la BNE.
El manuscrito de Sarasate, autógrafo y en muy buen estado de conservación, corresponde a la versión para violín y piano de la ‘Jota de San Fermín, op. 36’, que se estrenó en 1894 y se editó el mismo año por Simrock. Cuenta con la firma del compositor y está fechado el 23 de junio de 1894. El documento cuenta con 18 páginas de música notada a ambas caras, en papel pautado francés “Lard-Esnault” (28 x 35 cm). En la BNE figura ya una edición posterior de Simrock, de alrededor de 1906. Existe, además, una versión para orquesta, cuyo manuscrito autógrafo se encuentra en el Archivo Municipal de Pamplona.
Uno de los violinistas más célebres de la Europa decimonónica
Según expone María Nagore en su obra ‘Sarasate, el violín de Europa’ esta nueva jota, la cuarta de su repertorio, cosechó un éxito formidable en su estreno, junto al pianista Joaquín Larregla, el 15 de agosto de 1894 en un concierto celebrado en Guernica: “Cuando el entusiasmo del público llegó al delirio, fue al tocar Sarasate la Jota de San Fermín. Tuvo que repetirla varias veces en medio de aplausos, bravos y aclamaciones", escribe Nagore.
La ‘Jota de San Fermín, op.36’ es, según los críticos, una pieza sencilla, pero brillante en su estructura violinística, que Sarasate continuó interpretando hasta su muerte.
Pablo Sarasate y Navascués (1844-1908), fue uno de los músicos españoles más relevantes del siglo XIX y uno de los violinistas más célebres de la Europa decimonónica. Además de su propia obra, que sigue siendo interpretada internacionalmente, compositores como Saint-Saëns, Dvorak o Max Bruch se inspiraron en él para escribir algunas de las obras más notables del repertorio para violín.
La BNE custodia un buen número de partituras impresas de Sarasate, desde la década de los sesenta del siglo XIX hasta nuestros días. Igualmente, entre nuestros fondos figuran dos manuscritos autógrafos, ‘Bolero, op. 30’, adquirido en 2001; y ‘L’Esprit-Follet, op. 48’, en 2011.
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Foto: Selección de una parte de la portada con dedicatoria de poseedor no identificado. En la cabecera a lapicero..._A mon ami Louis Diémer. Jota de San Fermín, op. 36