La Bayerische Kammerphilharmonie reúne en Teatros del Canal (Sala Roja) el próximo 30 de abril en un mismo y atractivo programa la obra de dos músicos fundamentales de la creación rusa del siglo XX, Dmitri Sostakovitch y Mieczysław Weinberg. Ambos fueron amigos y cómplices artísticos a partir del traslado de Weinberg a la entonces Unión Soviética desde Polonia a causa de la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial. Weinberg era judío y huyó de su país natal para evitar la muerte. Tras conocer su obra, Sostakovich, uno de los principales compositores de su país el pasado siglo, se convirtió además en protector del músico polaco, que desarrolló en territorio soviético el resto de su producción hasta morir en 1996.
En este programa de la prestigiosa orquesta bávara en Teatros del Canal, bajo la dirección del concertino Gabriel Adorján, también se ha incluido una pieza del compositor finlandés Edvard Grieg, la Suite Holberg, una obra de inspiración barroca concebida en 1884, que celebra los doscientos años del nacimiento del escritor finlandés Ludvig Holberg.
De Mieczyslav Weinberg, la Bayerische Kammerphilharmonie interpretará el Concertino de violín op. 42. El compositor polaco lo escribió en 1948, cinco años después de que se instalará definitivamente en Moscú, en el contexto de una persecución del formalismo como estética musical llevada a cabo por el Estado, que obligó a los compositores a escribir obras más accesibles al público.
Aunque Weinberg se libró de esta campaña, sus vínculos familiares judíos provocaron su detención en 1953. La intervención de Shostakovitch hizo que tras su liberación, que se produjo tras la muerte de Stalin, al músico polaco lo rehabilitaran públicamente. Durante toda su vida, Weinberg fue una figura marginal en el contexto cultural soviético, por lo que para poder vivir de su creación recurrió a composiciones para el teatro y el circo. Sin embargo, su música ha trascendido y recientemente ha podido verse y escucharse con gran éxito una versión de su ópera La pasajera en el Teatro Real de Madrid.
El concierto de la Bayerische Kammerphilharmoniese cierra con la interpretación de la Chamber Symphony (Sinfonía de cámara) op. 110a, de Shostakovitch (1906-1975), una adaptación del cuarteto número 8 op. 110 para orquesta de cuerdas realizada en 1967 por el director Rudolf Barshai con permiso del autor.
El origen de esta música fue una invitación que el compositor ruso recibió en 1960 para poner música a la película alemana Cinco días, cinco noches de Lev Arnshtam, pero el filme no le gustó a Shostakovitch y en lugar de la banda sonora compuso el cuarteto, que estrenó en octubre de aquel año. Cuando poco después, Rudolf Barshai recibió el encargo de la Editorial Peters de reescribirlo para orquesta de cuerdas, Shostakovitch se mostró escéptico. Sin embargo, al conocer la adaptación de Barshai exclamó: “¡Suena mejor que el original! Le pondremos un nuevo nombre: Sinfonía de Cámara Opus 110a”.