La Orquesta Nacional de España (ONE) y la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) colaboran una vez más en un intercambio que lleva, este fin de semana, a la ONE a L´Auditori de Barcelona y a la OBC al Auditorio Nacional de Música, de Madrid. Dichas actuaciones tendrán lugar el viernes 28, sábado 29 y domingo 30 de octubre en ambas ciudades.
Dentro del ciclo Sinfónico 6 de la OCNE, la OBC -con Juanjo Mena en la dirección y el chelista Narek Hakhnazaryan como solista invitado- interpretará Danzas del ballet «Don Quixote» de Roberto Gerhard, Concierto para violonchelo y orquesta núm. 1 en Mi bemol mayor, op. 107 de Dmitri Shostakóvich y Sinfonía núm. 4, op. 29, «Inextinguible» de Carl Nielsen.
La referencia al folclore como expresión de disidencia hermana las dos primeras obras de este programa, casi coetáneas entre sí. La suite Don Quixote extracta materiales de un ballet cuya composición se remonta al inicio del exilio británico de Roberto Gerhard, provocado por el triunfo franquista en la Guerra Civil. El concierto para violonchelo de Shostakóvich incorpora temas de inspiración judía en un sarcástico alegato que no se priva de citar subrepticiamente la canción favorita –«Sulikó»– del genocida Stalin. Con el telón de fondo de la Primera Guerra Mundial, el compositor danés Carl Nielsen se abrazó al deseo de vivir en su sinfonía «Inextinguible», de un deslumbrante virtuosismo orquestal y una construcción temática rigurosa y singular.
Por su parte, la ONE interpretará en Barcelona, bajo la dirección de su titular David Afkham y junto al pianista coreano invitado Seong-Jin Cho, el Concierto para piano núm. 3 en Do menor, op. 37 de L. V. Beethoven y la Sinfonía núm. 12 en Re menor, op. 112, «El año 1917» de Dmitri Shostakóvich.
El Concierto para piano núm. 3 de Ludwig van Beethoven, culminación de su primera etapa creativa, representa una obra muy personal que anticipa el camino que seguirá su producción. Un inicio vigoroso, rompedor y de gran virtuosismo, da paso al largo, un pasaje de íntima inspiración y belleza lírica, que contrasta con el rondó final. Esta extravagancia para los oídos de los vieneses de 1803 es esencial para entender todo lo que ocurrirá después en el piano y en la orquesta.
Una sinfonía de marcado carácter programático es la núm. 12 de Shostakóvich, estrenada en 1961 en el conservatorio de Leningrado. Su potencia narrativa la convierte casi en un comentario sinfónico del derrocamiento del régimen zarista, y su proyección plástica dibuja, a partir de los recursos que ofrece el dispositivo orquestal, escenas concretas de la Revolución rusa. La literalidad de sus citas y referencias la convierten en un testimonio del siglo XX y del legado musical soviético.
Este intercambio fue programado en febrero de 2021 pero tuvo que aplazarse -de mutuo acuerdo entre ambas orquestas- por las medidas de reducción de movilidad derivadas de la Covid-19 en aquellas fechas.
Foto: la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) estará este fin de semana en el Auditorio Nacional de Música, de Madrid.