Por fin llega un nuevo álbum de Igor Levit, tal y como se esperaba, nuevamente en formato XXL. Al artista de 31 años establecido en Berlín le encanta todo aquello que es complejo y a lo grande, incluso lo que le exige un desafío a nivel físico. No por nada se describe a sí mismo como un “maximalista”. Sus primeras tres producciones para Sony, aclamadas todas ellas, incluían algunos de los mejores trabajos del canon para piano solista: Las últimas sonatas de piano de Beethoven, las seis Partitas de Bach, y las tres variaciones de piano más extraordinarias en la historia de la música.
Ahora, y por primera vez, presentamos una selección muy personal creada especialmente de trabajos relacionados, grabados en la primavera de 2018 en el famoso Jesus-Christus-Kirche de Berlín —conocido por su excelente acústica— en un afinadísimo gran Steinway. Levit presenta un recital imaginario que abarca un gran abanico de emociones, mostrándose intimista, “Ghost Variations” – Temas y variaciones en Mi Bemol mayor – de Schumann o “Peace Piece” de Bill Evans, o a través de piezas que destacan lo sublime y monumental, “Ad nos” de Liszt-Busoni. La individualidad e insaciable curiosidad del joven artista se manifiesta más que nunca y se presenta como un apasionado y aventurero guía a través de las regiones musicales en las que surgen las grandes preguntas sobre la existencia humana; preguntas sobre el sentido y duración, la paz interior, la memoria y la salvación.
Han pasado tres años desde que se sacara del sombrero un CD con tres ciclos de variaciones de Bach, Beethoven y Rzewski por el que recibió el “Gramophone a la grabación del año”. Mientras tanto, continuaba trabajando. Levit es uno de los solistas más activos de nuestro tiempo en las salas de concierto internacionales. Como ejemplo, en la temporada 2017/18 recorrió Asia con Kirill Petrenko y la Orquesta Estatal Bávara. También participó en una serie de conciertos con la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen.
Levit suele aparecer en conciertos de música de cámara, pero sus actuaciones principales continúan siendo los recitales solistas. Son pocos los pianistas jóvenes que pueden interpretar un repertorio tan exigente y amplio de manera tan eficaz; un repertorio que además de obras maestras como la totalidad de las 32 sonatas de Beethoven, incluye piezas “que muchos artistas nunca se atreverían a interpretar en público”, según ha asegurado la Süddeutsche Zeitung recientemente.
En cualquier caso, el músico, de sólidas opiniones políticas y sociales, es sin duda una presencia destacada en los medios. En pocos años se ha ganado a la audiencia no solo como aclamado intérprete musical sino también con su personalidad que irradia una gran actitud humanística.
En Estados Unidos, recibió el Premio Gilmore 2018 —con un valor de 300.000$— y que solo se entrega cada cuatro años. “Igor Levit no solo es un pianista extraordinario sino también un artista reflexivo y perspicaz, y nos ha impresionado a aquellos que hemos seguido sus interpretaciones estos últimos tres años.” dijo el jurado tras la selección del pianista alemán, que nació en 1987 en Nizhny Novgorod (antigua Gorki), Rusia. Según el New York Times, Levit recibió el premio por su “potente mezcla de arte impactante y candor político.”
El lanzamiento de este nuevo CD no tiene nada que ver con la política, sino con un viaje interior. En la revista Life, Levit expone algunas de sus reflexiones personales de los últimos años con el público. Impulsada por la trágica muerte de un amigo cercano en un accidente, Levit, en su interpretación al piano, hace una reflexión sobre una experiencia de pérdida que conlleva dolor, desesperación, resignación y consuelo. El artista se concentra en los trabajos con grandeza lúgubre y melancólica belleza que ha disfrutado durante años. Cada uno de ellos rinde homenaje a las posibilidades de virtuosismo del piano. Los momentos poéticos de silencio contemplativo se funden con la música sensual, aferrada a la vida, con una fascinación física directa.
La personalísima selección de Levit abarca trabajos desde 1720 a 2012, de Bach a Frederic Rzewski. El artista se centra en Ferruccio Busoni y sus maravillosas transcripciones de Bach, en la vertiginosa dificultad de su versión al piano de Ad nos ad salutarem undam para órgano de Franz Liszt y la propia obra de Busoni, “Berceuse.” Busoni, el italiano cosmopolita de origen alemán, pianista eminente, genio musical universal e inspirador defensor de la música “libre” de verdad, es uno de los grandes modelos para Igor Levit. El título del álbum se basa en una pieza de piano del estadounidense Frederic Rzewski, compuesta hace unos años en memoria de un amigo y artista neoyorkino; esta será la primera vez que se realiza una grabación de la pieza.
Con delicadeza y la calma interior más profunda, el nuevo álbum de Igor Levit trasciende las fronteras entre épocas, estilos y géneros, y al hacerlo ofrece un abanico de por descubrir. Llora, en forma de oda a la vida.
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