“Nace una nueva ópera en Peralada, porque estamos convencidos de que este género debe mantenerse vivo y que es una expresión artística y cultural que hay que cultivar para mejorar la sociedad”. Es la declaración de intenciones que ha lanzado hoy Oriol Aguilà, director artístico del Festival Perelada, en la presentación de la ópera de cámara Don Juan no existe, de Helena Cánovas, que se estrenará en el marco del festival el próximo 8 de agosto (22h). Aguilà explicó que la intervención del festival permite iniciar el proceso de consolidación de las carreras de jóvenes creadores y creadoras que, a partir del encargo del ciclo alto-ampurdanés, reciben otros encargos.
Don Juan no existe es una ópera que quiere rendir homenaje a todas aquellas mujeres que han sido borradas de la historia, por el simple hecho de ser mujeres. Ésta es la premisa bajo la que la compositora Helena Cánovas (Tona, 1994) afrontó el encargo del Festival Perelada de escribir esta ópera de cámara. Cánovas asumió el encargo de componer esta ópera en dos actos y un entreacto al ser ganadora de la segunda edición del Premio Carmen Mateu 2021. La candidatura de Cánovas se impuso a otros 38 proyectos que el jurado tenía sobre la mesa, de 15 nacionalidades distintas. La joven compositora de Osona formó inicialmente un triángulo artístico con el libretista de la pieza, Alberto Iglesias y la directora de escena Bárbara Lluch, a los que se sumó posteriormente la directora musical, Jhoanna Sierralta.
Don Juan no existe. Sobre lo que olvidamos y lo que permanece, que es el título entero de la pieza, parte de un hecho real. Carmen Díaz de Mendoza Aguado, condesa de San Luis, escritora, dramaturga y feminista de la España de principios del siglo XX, escribió la pieza teatral Don Juan no existe, un ensayo ligero en clave de humor, de la que no hay rastro, más que algunas críticas y no demasiado positivas. En el primer acto, la ópera de Cánovas presenta a la condesa intentando escribir su propio Don Juan, después de asistir a una representación de Don Giovanni. Pese a las dudas y la inseguridad, los corsés sociales, acentuado todo ello por la intervención de sus amigos, Miguel y Agustín, la condesa acaba escribiendo la obra y ésta se estrena.
El entreacto está dedicado a la recepción de la pieza en la sociedad de la época, nada entusiasta, mientras que en el segundo acto la acción se traslada al año 2024, cuando una joven creadora, Helena, se interesa por la figura, el pensamiento y la obra de la condesa e intenta completar una ópera, pero se encuentra con que el texto no se ha conservado y que la información sobre la condesa es escasa. Carmen Díaz de Mendoza Aguado ha sido silenciada, como tantas mujeres brillantes, pero incómodas a lo largo de la historia. En este segundo acto las voces antagonistas son también amigos de la joven, Miguel y Agustín, y también interviene Don Juan, que mantiene un par de diálogos con Helena, que se reafirma en su labor de continuar la búsqueda.
“Durante 3 años ha tenido este proyecto en la cabeza –ha explicado hoy Helena Cánovas- y ha sido maravilloso poder empezar a compartirlo con la gente del equipo, primero Bárbara, después Alberto y Jhoanna, y ver como todo junto iba creciendo a medida que lo compartía, porque cada uno añadía de su parte”. Esta sensación de satisfacción ha sido compartida por todos los miembros de los cuadros artístico y técnico que han estado presentes en la presentación. “Es muy agradecido y poco habitual poder trabajar con la compositora y el libretista de la pieza –ha dicho Bárbara Lluch- porque están vivos. Puccini o Bellini están muertos, no podrás consultar nada si pones en escena alguna de sus obras, en cambio, en este caso, puedes ir directamente a la fuente y poco a poco, entre todos le hemos ido dando forma”. Cánovas explica que, cuando se planteó realizar esta ópera, entró “en bucle” en la búsqueda en internet de mujeres “olvidadas” llegando a formar lo que llama su “grupo de fantasmas”, entre los que destacó la condesa y, sobre todo, el título de una de sus dos obras, Don Juan no existe, que dice que se le quedó “bajo la piel”.
Se trata de una ópera feminista, una afirmación con la que todos los implicados están de acuerdo, no sólo por la temática, sino también por el hecho de que la parte mayoritaria de responsables del espectáculo son mujeres: Cánovas, Lluch y Sierralta, un detalle que no ha pasado desapercibido. La ausencia de egos durante el proceso y un ambiente de franca colaboración han sido puntos que se han destacado, así como el liderazgo de Cánovas en todo momento: “Helena lo tiene muy claro, es su criatura y lo que nosotros hemos hecho es mimar a la criatura para tenerla contenta y satisfecha”, ha explicado Alberto Iglesias.
Hoy, todos los implicados han hablado de retos y novedades, desde la soprano Natalia Labourdette (Condesa y Helena), pasando por el barítono David Oller (Agustí y Don Juan), por la directora musical Jhoanna Sierralta, por los miembros del Cosmos Quartet, hasta la saxofonista Helena Otero y el percusionista Miquel Vich. La palabra descubrimiento, en referencia a Cánovas y su lenguaje, también ha salido varias veces. Además de todos estos artistas, el reparto se completa con el tenor Pablo García-López (Miguel). En cuanto a la puesta en escena y al sentido de la pieza, Lluch ha explicado que el personaje de la condesa encarna “todas las mujeres que han sido borradas a lo largo de la historia, mientras que Don Juan representa a todos los hombres que las han intentado borrar.” En este sentido, Serralta quiso reconocer la valentía del festival y el valor que tiene el gesto de haber incluido esta ópera en el programa. Lluch ha admitido que la puesta en escena estará cargada de simbolismo y, sin desvelar mucho más, ha dicho que intentan "borrar" de alguna manera a la condesa de escena. El misterio está servido.
Alberto Iglesias ha dicho que la obra "es casi una batalla contra el mito" de Don Juan y que, en este caso, el enfoque de Cánovas "es posiblemente más conciliador y esperanzador que el mío, de acuerdo con su edad, porque yo soy más de la vieja escuela”. La compositora, por su parte, ha añadido que no quería presentar a la condesa como una heroína, "sino como alguien que es como todos nosotros". En cuanto a la inclusión de la electrónica en la parte musical, Cánovas ha explicado que esto le ha permitido separar capas de la acción, por lo que esto favorecía poder cambiar los sitios desde donde aparecían Don Juan e incluso la condesa en determinados momentos.
Por otro lado, el mismo día 8 de agosto, en la Biblioteca del Museo del Castillo (19:15h), la propia Helena Cánovas, compositora de la ópera, ofrecerá una conferencia al público que esté interesado sobre el proceso de escritura y composición de la obra que se estrenará la misma noche en Peralada.
Ésta es una coproducción del Festival Perelada, el Gran Teatro del Liceo y el Teatro de la Maestranza, con la participación del Teatro Real y de los Teatros del Canal.
Foto: Alberto Iglesias, Bárbara Lluch, Helena Cánovas, Jhoanna Sierralta y Oriol Aguilà, en la presentación de "Don Juan no existe" / © Shooting