El compositor Antón García Abril, uno de los autores más destacados de la música contemporánea, ha fallecido hoy en Madrid a los 87 años de edad. Creador de relevancia mayúscula para la cultura española, su larga trayectoria profesional incluye la composición de obras para orquesta, cantatas, conciertos, música de cámara y más de 200 bandas sonoras para cine y televisión.
Relevante figura de la música española
La obra sinfónica de Antón García Abril (Teruel, 1933) es muy extensa y pasa por la mayoría de las formas musicales: obras para orquesta, cantatas, conciertos, música de cámara y destacados ciclos de canciones inspirados en los poetas españoles más importantes. Además, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) le encargó en 1986 la composición de la ópera Divinas palabras, sobre la obra de Ramón María del Valle-Inclán.
Para el gran público, es más conocida su faceta de autor de más de 200 bandas sonoras para el cine (Los santos inocentes, El crimen de Cuenca, Sor Citroën, Vente a Alemania, Pepe o La ciudad no es para mí, entre otras) y la televisión (suyas son las inolvidables sintonías de series como El Hombre y la Tierra, Anillos de Oro, Segunda enseñanza, Brigada Central, Compuesta y sin novio, Ramón y Cajal o Fortunata y Jacinta).
Miembro de la denominada Generación del 51 y uno de los fundadores del grupo Nueva Música (1958), la larga carrera de composición del turolense ha sido reconocida en los foros de mayor prestigio nacional e internacional, recogiendo el Premio Nacional de Teatro (1971); Premio Nacional de Pedagogía e Investigación Musical (1991); Premio Nacional de Música (1993); Premio del Real Conservatorio Superior de Música (1994); Medalla de Oro de las Bellas Artes (1998); Doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid (2003); o Premio SGAE de la Música Iberoamericana "Tomás Luis de Victoria" (2006).
RITMO expresa sus condolencias más sinceras a su familia.
Descanse en paz.
Foto © Alberto Ferreras