El Premio Internacional Joan Guinjoan para Jóvenes Compositores, otorgado por la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC) con la colaboración y apoyo de la Fundación Banco Sabadell, ha premiado al compositor argentino Franco Calabria por su obra Terrario, composición que, según explica el propio compositor, surge de la contemplación de un terrario. La composición en sí está concebida como una vista que, durante su recorrido, atraviesa diversas expansiones y contracciones del espacio y el tiempo. En palabras del compositor, "parte desde los inicios, desde el Hadeano, y va hacia un momento, un instante, un tiempo. Y vuelve, como la parca. Pero antes, en este abrir y cerrar de ojos, contempla todo el esplendor de un mundo minúsculo. De una bola de cristal (un terrario) en una ventana".
El jurado de esta decimonovena edición del concurso ha estado formado por los compositores Aureliano Cattaneo, Josep Rio-Pareja, Bernat Vivancos, Fèlix Pastor y Eduard Resina, jefe del departamento de Creación y Teoría Musical de la ESMUC. En esta edición se han presentado una cuarentena de obras provenientes de una veintena de países de Europa, América del Sur, Asia y los Estados Unidos de América, realidad que ratifica, el incremento de participación y la proyección internacional que el galardón ha alcanzado desde sus inicios.
La Fundación Banco Sabadell colabora por undécimo año consecutivo con el premio, un apoyo que ha contribuido a consolidar el certamen y a incrementar su difusión, además de mantener su dotación económica. El objetivo de la Fundación es promover la cultura y las artes, la investigación y la educación, con especial interés en el impulso al talento joven.El estreno de la obra Terrario, tendrá lugar en la Sala 2 Oriol Martorell de L'Auditori de Barcelona, el próximo martes 6 de junio. En este concierto también se podrán escuchar las obras compuestas por estudiantes de la ESMUC que presentan sus trabajos finales de composición del Grado en enseñanzas superiores artísticas de Música. El grupo instrumental BCN216, con estudiantes de la ESMUC, será el encargado de interpretar el programa del concierto, bajo la dirección de Ernest Martínez-Izquierdo. El acceso es libre con reserva previa.
Con este concierto, premio y ceremonia de entrega se pretende impulsar un sincero homenaje a la memoria de Joan Guinjoan (1931-2019), compositor que quiso apoyar este premio cediéndole su nombre, y que estuvo estrechamente relacionado con la ESMUC desde sus inicios.
Franco Calabria
El ganador del Premio Internacional Joan Guinjoan, Franco Calabria es un compositor nacido en Buenos Aires (1994), Argentina. Estudió composición con Daniel Montes y en la Universidad Nacional de las Artes.
En Buenos Aires participó con el Ensemble de Música contemporánea de la U.N.A. y con el Ensemble Tropi. A su vez participó con varios músicos y profesionales, como por ejemplo con su pieza "Ni sí ni no" para dos clarinetes bajos, y que está dedicada a Lautaro Abrego y Federico Landaburu. Calabria también es realizador de un proyecto de música electrónica donde firma como ΔDCP Δ 3 donde se aboca a construir una sonoridad en torno a la nostalgia de su infancia.
La obra ganadora: Terrario
"Terrario es un tríptico que está inspirado en la naturaleza y en la psique. La obra surge mediante la contemplación de un terrario. La composición en sí está concebida como una visita que, en su recorrido, atraviesa diferentes expansiones y contracciones del espacio y del tiempo. Parte de los inicios, desde el Hadeano, hacia un instante, hacia un momento, hacia un tempo. Y vuelve, como la parca. Pero antes, en este soplo, en este abrir y cerrar de ojos, contempla todo el esplendor de un mundo diminuto. De un globo de cristal -un terrario- en una ventana.
Me parece genuino destacar que, en general, mis composiciones están enmarcadas dentro de temáticas amplias. Esto se debe a que creo que en la acción de componer se entrelazan diferentes lógicas y emociones que resultan en la obra/información final. Contar con un panel abierto que me permita componer sin ningún acotamiento, de ninguna índole, es lo que a mí me resulta viable. Con esto quiero decir -y ser sincero- que para mí hablar de las ideas de mis obras puede llegar a ser como hablar de la vestimenta. Tiene su lado agradable -o no-, pero verdaderamente, en algún punto, me resulta irrelevante e incluso podría encontrarlo contraproducente. Los títulos no me simpatizan. Estamos todos de acuerdo en que lo que luce es el sonido. A mi entender creo que tanto las explicaciones como los procedimientos y los sistemas que se puedan utilizar en música no son un fundamento ni tampoco un motivo de validación. Me parece que es importante poner el acento en esto no solo por lo que pienso personalmente, sino también por el peso que implica actualmente la música contemporánea en relación con el siglo pasado.
Por descontado que hable pensando en el "fútbol que me gusta" aquí y ahora. Valoro mucho otras posturas que también son muy ricas y relevantes de acuerdo con cada contexto. Creo que de eso se trata. De poder desarrollar una empatía suprema, y no solo en relación con ello, sino también en todos los aspectos de la vida. Es mi anhelo más grande. Hay que partir de que nos condicionan las circunstancias que vivimos, lo que nos toca encontrar, y eso vemos. Es decir, todo es válido. Creo que comprender esto de una manera más seria es importante para ayudar a mitigar el odio y con ello todo el mal y la pérdida de energía y recursos que provoca. Siempre hay mucho más de lo que podemos entender. Sobre todo, también creo que es crucial pensando desde esta nueva generación, desde la actualidad, en plena era digital y de cara las posibilidades históricas que presenta la inteligencia artificial. Sin dejar de mencionar otras cuestiones cruciales, como lo que puede significar el dominio de la fusión nuclear.
Para mí la revolución no es un sueño eterno ni una utopía. Tarde o temprano los imperios se confunden con la luz de una cuca de luz. Estoy convencido de que tanto la empatía como el buen uso de las herramientas que poseemos nos pueden llevar a un mundo más sano y con menos ansiedad, y eso espero y creo. Hay muchos aspectos en los que es necesario madurar para poder aspirar a torcer la rueda hacia un mundo más benévolo todavía. No creo que haya que dejarse llevar por el efecto engañoso
de una poesía, de una mirada romántica, que muchas veces puede tergiversar la visión y hacernos ver belleza donde no la hay. O convencernos y conformarnos de que "está bien" y que al final todo es cíclico. Es cierto en un sentido abstracto, pero en la realidad hay cuestiones fácticas que deben ser resueltas".
por Franco Calabria
Un premio para la promoción y difusión de las nuevas generaciones de creadores musicales
Convocado anualmente por la ESMUC desde el año 2002, este Premio Internacional Joan Guinjoan busca estimular y promover la creación actual entre las nuevas generaciones de compositoras y compositores, así como facilitar el estreno y la divulgación de las obras galardonadas. Entre los ganadores de ediciones anteriores se encuentran nombres como los de Carlos de Castellarnau, Guillem Góngora, Jesús Navarro, Josep Sanz, Javier Quislant, Nacho de Paz o Aníbal Vidal.
Este concurso de composición tiene como objetivos estimular y apoyar la creación actual entre las nuevas generaciones de compositoras y compositores, así como facilitar el estreno y divulgación de las obras galardonadas. La dotación del premio es de 3.000 euros y la obra ganadora, aparte de ser estrenada desde la ESMUC, tiene la posibilidad de ser registrada y editada en disco por la propia Escuela.
La organización también pretende con este galardón poder contribuir a la promoción de la cultura y la creación musical. Además, el premio responde a la necesidad de establecer un marco para la creación de nuevas obras en una diversidad de tendencias, estilos y formaciones instrumentales.