Continuamos la publicación de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista RITMO en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de mayo de 2021
Contrapunto 31:
MARTA EGUILIOR
La joven y pujante directora de escena bilbaína, de la que este mes se representa en el Teatre Principal de Palma su Trovatore verdiano, si tuviera que elegir un personaje operístico, “elegiría sin duda a Tonio de Pagliacci; me tiran mucho los villanos”, afirma nuestra invitada al contrapunto de mayo.
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
De las 6 Humoresques para violín y orquesta de Sibelius, la n. 6.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
Posiblemente alguna canción tocada y cantada por mi madre.
Teatro, cine, pintura, poesía… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
Al mismo nivel. Es verdad que dentro de mis gustos está en el número 1. Lo primero que hago según me despierto es escuchar música. Cada día me acompaña. Ya no sólo porque me dedico a la ópera, sino porque no podría vivir sin ella.
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Creo que ya lo es. Diferentes estilos para diferentes personalidades.
¿Cómo suele escuchar música?
Digamos que soy mucho de medio digital. La escucho en el ordenador, en el iPhone, en la televisión… Pero reservo momentos especiales para mis vinilos en el tocadiscos.
¿Qué ópera (o cualquier obra musical, etc.) le hubiera gustado componer?
Zanetto de Mascagni. Es soberbia.
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
Sin duda a Tonio de Pagliacci. Me tiran mucho los villanos.
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
Teatro Arriaga.
¿Un instrumento?
Últimamente la guitarra acústica. Me paso horas con ella.
¿Y un intérprete?
Todo el mundo esperaría que dijese Diana Damrau pero… Ahora mismo Lisette Oropesa. Me tiene fascinada desde que escuché su Lucia en el Teatro Real.
¿Un libro de música?
La Ópera, de Pahlen. Lo compré en un anticuario en Buenos Aires. Es una joya imposible de encontrar hoy día.
Por cierto, qué libro o libros tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
Vacas, cerdos, guerras y brujas, de Marvin Harris.
¿Y una película con o sobre música?
¿Pueden ser dos? E la nave va de Fellini y The Wall, de Alan Parker & Pink Floyd.
¿Una banda sonora?
La banda sonora de Amarcord.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
Granados.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Ufff… ¡Qué oscuro! Siempre he pensado en algo bien lacrimógeno, bien solemne. Pero quizá debería darle un toque divertido o alegre, como Sing, sing, sing de las Andrews Sisters.
¿Un refrán?
Dime con quién andas y te diré quién eres.
¿Una ciudad?
Roma.
¿Hay una nueva vanguardia en la escena teatral?
Creo que el teatro siempre parte desde la vanguardia, por eso no deja de evolucionar. Pero es cierto que está en boga el estilo rebelde de creadores como Jan Fabre y su Mount Olympus, espectáculo de 24 horas de duración sin interrupción ni filtro…
Cuáles son sus requisitos para que funcione una puesta en escena operística…
Que sea mágica, respetuosa y cuente con un gran equipo artístico y técnico.
¿Qué cree que le sobra a este país? ¿O qué le falta?
“El vano ayer engendrará un mañana / vacío y ¡por ventura! pasajero, / la sombra de un lechuzo tarambana, / de un sayón con hechuras de bolero; / el vacuo ayer dará un mañana huero. / Como la náusea de un borracho ahíto / de vino malo, un rojo sol corona / de heces turbias las cumbres de granito; / hay un mañana estomagante escrito / en la tarde pragmática y dulzona”.
¿Cómo resumiría la situación que vivimos desde marzo de 2020?
Desconcertante, excitante, crítica y llena de nueva oportunidades.
Háblenos de un trance cultural o musical en su vida que se le haya quedado grabado…
Creo que mis mayores trances musicales suceden en los ensayos de cada una de las producciones que dirijo. No hay absolutamente nada más extraordinario que sentir la frecuencia sanguínea vibrando a dos metros de distancia de un cantante lírico.
Si pudiera retroceder a un momento de la historia de la humanidad, ¿dónde iría Marta Eguilior?
Quizá me gustaría formar parte como Pitia en el Oráculo de Delfos durante el período helenístico.
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
El desorden en todos los ámbitos.
Cómo es Marta Eguilior, defínase en pocas palabras…
Supongo que soy una persona hiperactiva, necesitada de estímulos, con mucha imaginación, buena amiga, sibarita, divertida, un poco bruta (en modo vasco), terca y muy luchadora. Eso en pocas palabras ¡jajaja!
por Gonzalo Pérez Chamorro
https://martaeguilior.com/
Foto: Marta Eguilior
Crédito: © Javier Hernández