Continuamos en verano con la publicación de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista RITMO en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de mayo de 2022 (por Gonzalo Pérez Chamorro).
Contrapunto 34: IVÁN PALOMARES
Nominado en 2018 a un Premio Goya a la mejor Música original por En las Estrellas (de Zoe Berriatúa, 2018), Iván Palomares acaba de crear la música para otro filme de amplia difusión, Las Niñas de Cristal (de Jota Linares, 2022) que le posiciona día a día en un lugar privilegiado dentro de la escena de creador de música cinematográfica en nuestro país.
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
Cold Little Heart, de Michael Kiwanuka.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
La que más recuerdo de pequeño es el Adagio de Albinoni, porque siempre me provocaba llanto y mucha tristeza.
Teatro, cine, pintura, poesía… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
Al mismo nivel. El teatro existe desde la Grecia antigua, al igual que la poesía (el ditirambo…), por no hablar de la pintura, desde mucho antes. Y la música siempre ha estado ahí como un arte para apoyar (o sustituir) lo que no siempre se puede explicar con palabras o imágenes.
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Dejar de recurrir a ella como un relleno, como algo de usar y tirar. La música es para disfrutarla, para dejar que penetre en nosotros, nos afecte emocional o intelectualmente (o ambos) y nos cambie, porque ese el poder que siempre ha tenido.
¿Cómo suele escuchar música?
¡En partitura, al piano o en vinilo algún fin de semana de descanso!
¿Qué ópera (o cualquier obra musical, etc.) le hubiera gustado componer?
Wozzeck, de Alban Berg.
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
El papel de fantasma del Fantasma de la Ópera, de A. L. Webber y el papel de Tosca de la ópera de Puccini.
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
El Auditorio Nacional de Música de Madrid. Es una sala en la que me siento muy cómodo, como espectador y sobre todo como intérprete. Me trae muy buenos recuerdos y adoro su acústica y calidez.
¿Un instrumento?
El violonchelo.
¿Y un intérprete?
Claudio Abbado.
¿Un libro de música?
Lecciones de Música, de Pierre Boulez.
Por cierto, qué libro o libros tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, y A little book on Form, de Robert Hass.
¿Y una película con o sobre música?
Amadeus, de Milos Forman. En la edición extendida hay una secuencia mítica de composición entre Mozart y Salieri.
¿Una banda sonora?
La misión, de E. Morricone.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
Uno sólo es muy difícil… Yo diría… Albéniz, Falla y Roberto Gerhard.
¿Una melodía?
El “Himno a la alegría” de la Novena Sinfonía de Beethoven.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Con el segundo movimiento del Concierto para piano en sol mayor de Ravel.
¿Un refrán?
“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.
¿Una ciudad?
París.
Tarde o temprano llegará el Goya, que estuvo cerca con su música para el film En las estrellas, de Zoe Berriatúa…
¡Gracias! Tanto si llega como si no, lo importante es poder encontrar proyectos tan únicos como En las Estrellas o Las Niñas de Cristal, que permiten entrar en un estado creativo difícil de explicar.
En esta sección no suelen participar músicos, pero usted, como compositor de música cinematográfica, tiene una pregunta directa…. ¿Le cuesta disociar la música de imágenes?
¡En absoluto! Antes que compositor de música cinematográfica, soy compositor de música y también músico… La música de cine es música que juega con imágenes, pero la música también se nutre de muchas otras cosas. De conceptos, de estados mentales, de emociones, de fórmulas matemáticas o de una brisa en el campo. Todo depende de dónde sitúa uno el nivel de escucha y de comunicación.
¿Qué cree que le sobra a este país? ¿O qué le falta?
Le sobra conflicto y complejo de inferioridad cuando las cosas no van bien y de superioridad cuando las cosas van mejor. Hay un término medio en el que todo es más relativo, más constructivo y menos extremista. Y falta más silencio. Hay demasiado ruido. Echo de menos más escucha.
Háblenos de un trance cultural o musical en su vida que se le haya quedado grabado…
El día que vi el montaje de Wozzeck, de Alban Berg, en el Teatro Real, de la mano de Calixto Bieito.
Si pudiera retroceder a un momento de la historia de la humanidad, ¿dónde iría Iván Palomares?
De “turismo incógnito” a Judea, entre el año 30 y 33…
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
Las injusticias.
Cómo es Iván Palomares, defínase en pocas palabras…
¡Como una cebolla! Sensible ante el entorno y capaz de dar muchos sabores según el medio en el que se vayan abriendo sus capas.
por Gonzalo Pérez Chamorro
foto © Ngestudio