Ángeles Blancas Gulín regresa con ilusión al Teatro Real 18 años después para encarnar a Goneril (Lear) tras triunfar en la Deutsche Oper, el Teatro de la Maestranza, el Festival de Brno y la Ópera Nacional Galesa. Lear de Aribert Reimann y libreto de Claus Hennberg es una producción de la Ópera Nacional de París con la dirección escénica de Calixto Bieito y musical de Ascher Fisch.
La cantante, con una dilatada y consolidada carrera profesional nacional e internacional y con numerosos proyectos para 2024, es una soprano dramática que ha trabajado con prestigiosos directores de orquesta.
Asimismo, ha recabado los elogios de la crítica tras sus actuaciones en teatros como el Covent Garden (Londres), Opernhaus Zürich, Gran Teatre del Liceu (Barcelona), Teatro Real (Madrid), La Monnaie (Bruselas), Ópera de Washington, Carnegie Hall (New York), Fenice di Venezia, Hannover Staatsoper, Teatro Massimo de Palermo, Ópera de Marsella, San Carlo de Nápoles, Santa Cecilia y Ópera de Roma, Teatro Regio de Turín, Teatro Comunale de Bolonia, Ópera de Montecarlo, Teatro Colón de Buenos Aires y el Teatro de la Maestranza, entre muchos otros.
El Teatro Real de Madrid estrena en España Lear, basada en la obra de William Shakespeare El rey Lear, y ofrece seis funciones de la ópera, los días 26, 29 y 31 de enero y el 3, 5 y 7 de febrero. Lear es PORTADA de RITMO de ENERO.
¿Podría decirme lo que siente al volver al Teatro Real?
Es volver a casa. Estoy realmente feliz.
Qué sensaciones ha tenido en estos días de ensayos y ante el próximo estreno de Lear?
Trabajar en este teatro es el reencuentro con grandes amigos y grandes profesionales con una calidad humana y artística únicas. Lear es muy exigente en todos los niveles, musical, interpretativo… Se precisa una grandísima concentración. Al estar rodeada de un equipo así, todo resulta más fácil.
18 años después, ¿qué recuerdos guarda de su última actuación en Madrid?
Son muchos años. Hay que seguir adelante y evolucionar. Debuté muy joven en el Teatro de la Zarzuela con La Reina de la Noche y en el Teatro Real poco después con L'elisir d'amore. Otros personajes, otra voz, otro repertorio...pero sigo con la ilusión intacta.
Actúa en los teatros más importantes del mundo, ¿considera esta cita en Madrid especial?
Ciertamente. Siempre se quiere dar lo mejor cuando estás en casa, ¿verdad?
¿Siente que se encuentra ante uno de los mejores momentos de su carrera tras obtener el reconocimiento del público y la crítica en la Deutsche Oper de Berlín (El teorema de Pasolini), el Teatro de la Maestranza de Sevilla (Jenůfa), el Festival de Brno y la Opera Nacional Galesa (El caso Makropulos)?
Es un momento importante como lo han sido todos estos años de profesión. Quizás, todo lo experimentado y aprendido da sus frutos más jugosos ahora. Pero sin olvidar que hay que seguir adelante y que todo puede cambiar de nuevo en un instante. Por lo que este momento, es el mejor momento.
Formó parte del reparto que ofreció Lear en el Teatro Maggio Musicale Fiorentino en 2019. Conoce el papel. ¿La experiencia es un grado?
Si, totalmente. La primera vez fue muy dura, sentía que iba a remolque. Ahora en Madrid, la estoy disfrutando más en profundidad.
¿Ha cambiado algo entre la representación ofrecida en Florencia y la que se podrá ver en el Teatro Real?
No a nivel de producción. Ahora tenemos a Asher Fisch, muy meticuloso y exigente, quizás más que Fabio Luisi. Y también he podido disfrutar de una semana con Calixto a principios de año, lo que me ha abierto una ventana interpretativa diáfana y potente a la hora de incorporar matices al personaje. Esta producción nace en París en 2016 con el mismo elenco prácticamente con el que comparto ahora escenario. ¡Me llevan mucha ventaja!
La ópera del compositor alemán Aribert Reimann se estrenó, el 9 de julio de 1978, en el Nationaltheater de Múnich, ciudad donde usted nació. ¿Cierra un círculo o lo abre?
En el arte, no hay círculos que se cierren, son espirales que se expanden constantemente. Reimann es una espiral más, increíble y llena de nuevas ambiciones artísticas.
¿Qué destacaría del trabajo con sus compañeros de reparto?
Estoy muy bien rodeada. Son increíbles, cantantes resistentes y de gran fuerza expresiva; y lo mejor, somos una buena familia, al contrario que en la obra shakesperiana. ¡Nos llevamos muy bien!
Usted es una soprano dramática. ¿Afirmaría, como la actriz Mae West, que cuando es mala es mejor?
Rotundamente, no. Pero en todo "malo" hay un trasfondo melancólico y doliente en el que hay que bucear.
Háblenos de su personaje, Goneril, una de las tres hijas del rey Lear.
La hija mayor es un reflejo directo del padre y se podría decir que es él en mujer. Ambiciosa, arrogante, dura… educada en una vida anómala de violencia, maltratos y luchas de poder. No salen muchas cosas buenas de ahí, salvo deseos ocultos que muestran otra cara de la moneda. Pero, como he dicho antes, hay que bucear en ellos sin miedo.
“Lo que sucede, conviene” es una frase que se atribuye a William Shakespeare autor de El rey Lear, obra en la que está basada esta ópera. ¿La comparte?
Evidentemente, no. Lo que sucede, sucede y hay que aceptarlo; esa es mi opinión. Y el final de la obra lo corrobora, muerte y desolación sin haber comprendido nada. Como resultado, la soledad.
Ha afirmado que cree que al público le gustará mucho Lear. Por qué?
Porque música, producción y textos caminan juntos de la mano sin escisiones. Están perfectamente compenetrados. No hay aristas. Con Lear no observas, sino que estás dentro de la historia. No puedes escapar hasta el último acorde de la orquesta.
Shakespeare desarrolla su obra en el medievo y aborda la ingratitud filial, la vejez, la locura y el poder en un drama crudo y visceral. ¿Considera que, en esencia, hemos cambiado en algo?
No creo que haya cambiado nada, lamentablemente. Sería muy fácil hacerlo bien, cambiar el rumbo, volcarnos hacia lo positivo, hacia la creación sanadora… Pero seguimos anclados repitiendo patrones de violencia e injusticia. Es nuestro lado oscuro.
A usted le viene de casta ser cantante, su madre fue la soprano gallega Ángeles Gulín (1939-2002); y su padre el barítono madrileño Antonio Blancas (1939-2022). Tener estos padres le ha ayudado a vivir con más sosiego sus éxitos artísticos?
Ellos, mis padres Ángeles y Antonio, fueron mis maestros, y entre tantos consejos y enseñanzas que me dieron hubo uno especial: “Te daremos todas las armas artísticas y técnicas para salir adelante como cantante, pero no para evitar sufrir lo que esta carrera te hará sufrir. Es una profesión hermosa, de las más bonitas del mundo, pero es una carrera ingrata e injusta. Solo el tesón, creer firmente en ti misma y aprender constantemente te ayudarán a seguir adelante, a pesar de los pesares”. Y así fue y lo sigue siendo además de un profundo amor por lo que hago.
Este año será especialmente intenso, nos puede decir qué proyectos abordará?
Ángel de fuego de Prokófiev, Medea de Cherubini, Lady Macbeth de Mtsensk de Shostakóvich; Il Tabarro de Puccini, y asomando Wagner para el 2025… óperas que disfrutaré y en las que daré lo mejor de mí misma.
por Alexis Moya
Foto: La soprano Ángeles Blancas / © Ricardo Ríos