El Teatro de la Zarzuela comienza la nueva temporada con un título que el aficionado siempre agradece y disfruta con especial emoción. Se trata de ‘Marina’, la ópera en tres actos que Emilio Arrieta estrenara allá por 1871 en el Teatro Real de Madrid (dieciséis años antes había visto la luz en formato de zarzuela), con libreto de Francisco Camprodón y Miguel Ramos Carrión.
A lo largo de los 168 años de historia del Teatro de la Zarzuela (que se cumplen este próximo mes de octubre), ‘Marina’ —junto con ‘El barberillo de Lavapiés’, ‘Jugar con fuego’, ‘El dúo de «La africana»’ o ‘La Gran Vía’— es uno de los títulos con mayor presencia en este escenario. Pero la de Arrieta, con gran diferencia y como vuelve a ser el caso, ha protagonizado más estrenos de temporada que ninguna otra obra lírica. Sin lugar a dudas, una perla musical dentro de la vertiente española del género,
La producción que presenta estos días la Zarzuela en 10 funciones del 9 al 20 de octubre, es una nueva y deslumbrante producción con dirección de escena de la siempre cautivadora Bárbara Lluch, que tan buen sabor de boca dejó al público de este mismo teatro con sus montajes de ‘La casa de Bernarda Alba’ (2018) y ‘El rey que rabió’ (2021).
Para la ocasión, frente a la Orquesta de la Comunidad de Madrid (Titular del Teatro) ocupará el foso José Miguel Pérez-Sierra (Maestro titular de la casa), uno de nuestros directores más cosmopolitas y unánimemente celebrados.
El reparto que subirá a escena junto al Coro Titular del Teatro de la Zarzuela dirigido por Antonio Fauró, está integrado por grandes figuras internacionales como son las sopranos Sabina Puértolas y Marina Monzó (las dos “Marinas”, enamoradas en secreto del joven marino Jorge), los tenores Ismael Jordi y Celso Albelo (en el papel del capitán de buque Jorge. Enamorado a su vez y también de forma furtiva de Marina, ambos jóvenes ven peligrar su futuro por medias palabras y malos entendidos), los barítonos Juan Jesús Rodríguez y Pietro Spagnoli (que encarnan el rol del contramaestre Roque, un personaje desengañado que recurre al alcohol como refugio, y que al cabo es quien intuye los problemas y trata de poner orden en el enredo) o los bajos Rubén Amoretti y Javier Castañeda (que hacen las veces de Pascual, el tercero en discordia en esta historia de amores secretos a la orilla del mar). También participa en la producción la Rondalla Lírica de Madrid «Manuel Gil» dirigida por Antonio Ortega.
La propuesta cuenta con la sensibilidad y la belleza escenográfica de Daniel Bianco, la imaginación y la creatividad del vestuario de Clara Peluffo Valentini, el romanticismo de la iluminación de Albert Faura, y el inteligente e impactante diseño de videoproyeccciones de Pedro Chamizo.
Fuertes emociones y belleza
Bárbara Lluch dirige el punto de mira de su ‘Marina’ a un lugar muy concreto. Según avanza la obra, vemos como los personajes «se mueven entre el miedo al rechazo, al abandono, la inseguridad, los celos, los complejos o la incertidumbre»; esas emociones que «complican nuestras relaciones amorosas continuamente y que tanto daño nos hacen». Para Lluch, la obra contiene también «las músicas más bellas del mundo». Emociones y melodías se dan por tanto la mano en esta sobrecogedora historia de amores y mar.
Por su parte, José Miguel Pérez-Sierra, quien conoce bien la obra de Arrieta, considera que ‘Marina’ «es la ópera idónea para una inauguración brillante de la temporada porque requiere de grandes voces como las que tenemos en los dos repartos». Y es que «la frescura juvenil de la historia se combina con el excelente trabajo vocal y orquestal de Arrieta para ofrecernos una de las obras más bellas del repertorio español».