El Festival Internacional de Santander (FIS) ha clausurado su edición número setenta y tres con un fuerte aumento en las cifras de público, y asentado como imprescindible punto de encuentro, objetivo este último que su director, Cosme Marina, había planteado en la presentación de la programación que acaba de concluir. Cuarenta y nueve actividades entre conciertos, recitales de piano, galas líricas espectáculos de danza o proyecciones -tanto en los diferentes espacios del Palacio de Festivales como en el Centro Botín o las dieciocho localidades cántabras que han acogido conciertos de la sección Marcos Históricos-, que han alcanzado una suma total por encima de los 27.000 espectadores. Esto es, un 17% más que la edición precedente.
“Todo el equipo del Festival estamos muy satisfechos y agradecidos por la reacción tan positiva del público a nuestra propuesta artística”, afirma el director del Festival, Cosme Marina, que valora las cifras alcanzadas como “un espaldarazo para preparar las ediciones futuras, en las que ya estamos trabajando y que irán recogiendo nuevas propuestas, con el horizonte cercano de los 75 años del FIS”. “Tomamos nota también de los comentarios que los espectadores nos han hecho llegar para mejorar aquellos aspectos susceptibles de desarrollar con mayor eficiencia”, afirma.
La programación del FIS número 73 comenzó el 3 de agosto y finalizó el pasado día 31 de ese mes y, según los datos analizados estos días -provenientes del sistema informático de venta de entradas y de los informes de taquilla-, ocho de los dieciséis espectáculos presentados en el Palacio de Festivales agotaron las localidades. Otros seis lograron una ocupación superior al 80% del aforo.
A juicio del director del FIS, “una de las claves de este incremento, además de la aceptación de la danza, ha sido la magnífica acogida de las propuestas sinfónicas, las galas líricas y el repertorio barroco, áreas de la programación en las que ya se está trabajando para ofrecer de nuevo programas de primer nivel internacional, con algunas actuaciones que solo se podrán disfrutar en el FIS el próximo verano”.
En el caso de la sección Marcos Históricos, este análisis exhaustivo de los datos revela que doce de los conciertos programados colgaron el cartel de localidades agotadas, con dieciséis ayuntamientos, junto al Santuario de La Bien Aparecida, como colaboradores de esta sección. Los dos espectáculos presentados en colaboración con el Centro Botín, en este otro escenario del FIS abierto a la bahía, también vendieron todas las entradas.
Política de abonos y la nueva Taquilla del centro
Estas cifras de asistencia pueden estudiarse también teniendo en cuenta otros parámetros, como el renovado sistema de abonos y venta de localidades, que ha resultado un éxito que ha de agradecerse al público.
Cabe recordar que el denominado Abono Bienvenida -destinado a nuevos públicos y del que se pusieron a la venta 120 unidades, 20 más que en la anterior edición- se agotó en menos de tres horas tras la apertura de la taquilla el 31 de mayo, ubicada en esta edición en el número 5 de la calle Hernán Cortés de Santander. Ante el buen resultado de esta iniciativa, el Festival mantendrá una taquilla en el centro de la ciudad, para seguir haciendo cómoda la adquisición de abonos y localidades sueltas, no sin tener en cuenta las dificultades del mercado inmobiliario y lo ajustado del presupuesto del FIS, cuyos fondos están destinados, en su inmensa mayoría, a la programación que ofrece al público.
Los abonos, en su conjunto, tuvieron un incremento del 10%, tanto el Abono General como los Abonos de Ciclo y Combinados. Ha resultado especialmente significativa la demanda en el abono dedicado a la danza, cuya venta tuvo que prorrogarse por su gran acogida. Además, tanto en las taquillas de la ciudad como en la venta por internet se ha constado una gran demanda de entradas de otras comunidades autónomas como Madrid, Asturias, País Vasco y Castilla León, así como un significativo número de localidades vendidas a turistas procedentes de Francia, el Reino Unido y Alemania.
“Quiero agradecer, en nombre de todo el equipo del FIS, al público, a las instituciones públicas, patrocinadores y a los artistas su contribución para conseguir una edición que ha sido un punto de encuentro festivo y feliz”, celebra Cosme Marina, “en el que hemos conectado diversas disciplinas y sentado las bases para ensanchar un Festival que tiene en este respaldo popular un acicate para seguir siendo una de las grandes referencias culturales del verano europeo”.
Una programación que sitúa a Santander en el panorama escénico internacional
A lo largo de 29 días, el FIS ha presentado 19 espectáculos en el Palacio de Festivales -16 en la Sala Argenta, dos en la Pereda y uno en el Hall de Reina Victoria-, además de dos proyecciones. El maestro Riccardo Chailly y la Filarmónica de la Scala, las pianistas Yuja Wang y Maria João Pires, las sopranos Sondra Radvanovsky y Aida Garifullina, la orquesta del Festival de Budapest e Ivan Fischer, la Compañía Nacional de Danza o la Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo (Brasil) han sido algunas de las estrellas presentes en el Festival.
La música vocal ha sido, ya desde la inauguración, una de las señas de identidad de esta edición del FIS, que ha dedicado una gran gala lírica a las composiciones de Giacomo Puccini, al conmemorarse en 2024 el centenario de su fallecimiento. El vestíbulo del Palacio ha acogido también una exposición dedicada al compositor de óperas como La bohème, Tosca o Madama Butterfly. El Festival ha conmemorado asimismo el 300 aniversario del estreno de La Pasión según San Juan de Bach, el bicentenario del nacimiento de Anton Bruckner con su Cuarta sinfonía y el 150 aniversario del nacimiento de Arnold Schönberg, a través de Pierrot lunaire.
Entre la inauguración y la clausura del FIS, celebrada el 31 de agosto con un concierto de la Filarmónica de Radio France, el director Mikko Franck y la violonchelista Sol Gabetta, por el escenario de la Sala Argenta del Palacio de Festivales han pasado un total de nueve orquestas sinfónicas, tres españolas y seis internacionales.
Los recitales de piano han sido otra de las principales señas de identidad del Festival, trayendo a Santander nombres imprescindibles como Yuja Wang y Maria João Pires e Ignasi Cambra, así como al último ganador del Concurso Internacional de Piano de Santander Paloma O’Shea, Jaeden Izik-Dzurko. Además, el FIS ha conquistado para la música el Hall de Reina Victoria del Palacio de Festivales, con un programa de música de cámara dedicado a Schubert.
A través de la sección Marcos Históricos, el FIS ha vertebrado musicalmente la comunidad al unir Santander con las localidades de Torrelavega, Castro Urdiales, Noja, Suances, Rasines, Miera, Mazcuerras, Isla, Escalante, Ampuero (Santuario de La Bien Aparecida), Reinosa, San Vicente de la Barquera, Ajo, Viérnoles, Somo-Loredo, Argüeso, Santillana del Mar y Comillas. Un total de 23 conciertos con grandes nombres de la escena barroca contemporánea como Concerto 1700, Il Fervore, Accademia del piacere, La Spagna, Cantoría, la Orquesta Barroca de Sevilla, Gli Incogniti, Kenneth Weis o Le Concert de l’Hostel Dieu. Un completo recorrido artístico y geográfico desde los viajes de Marco Polo -con el grupo Egeria- hasta nuestros días, con un gran peso para el repertorio barroco y español. Además, se han recuperado los conciertos de órgano (con tres programas, en Comillas, Torrelavega y Laredo), en colaboración con la Asociación para la Conservación de los Órganos de Cantabria (ACOCA).
En el capítulo de danza, al Palacio de Festivales han regresado la Compañía Nacional de Danza con La Sylphide, la Compañía Antonio Gades -de quien también se recordó su larga relación con el FIS a través de una muestra en el vestíbulo del Palacio-, que presentó Bodas de sangre, Gadesiana y Suite flamenca; la flamante Compañía de Nacho Duato y la Compagnie Käfig, ésta última con música en vivo a cargo de Le Concert de l’Hostel Dieu.
El flamenco ha tenido también espacio en la programación del FIS, tanto con el espectáculo de Carmen Linares -que festejó en Santander sus 40 años de carrera- como a través de la proyección, en colaboración con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), del documental que une a la cantaora con María Pagés, ambas Premio Princesa de Asturias de las Artes. El documental Tiempo de Zarzuela, de Cristina Otero Roth; y el concierto que ha reunido el Pierrot lunaire de Schönberg con la nueva orquestación de la Sonata para piano de Alban Berg, realizada por el compositor cántabro Israel López Estelche, han formado parte, asimismo, de las actividades complementarias del FIS junto a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), a la que el Festival agradece la concesión de la medalla conmemorativa por su XC aniversario. El espectáculo familiar Andersen, el patito feo, de Títeres Etcétera; y las propuestas de nueva creación que se han presentado en colaboración con el Centro Botín han completado la programación de esta edición.