El lunes, 21 de marzo a las 20:00 horas, el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) presenta, en coproducción con el Teatro de la Zarzuela, al barítono Josep-Ramon Olivé, una de las promesas de la lírica española, en su primer recital dentro del XXVIII Ciclo de Lied. La pianista Victoria Guerrero, también en su debut, acompaña a una de las voces más versátiles del panorama internacional en tan señalada ocasión con un bellísimo programa romántico compuesto por obras de Beethoven, Schubert, Fauré y Richard Strauss.
Para la ocasión, el cantante ha preparado dos series importantes: el opus 98 de Beethoven, An die ferne Geliebte (A la amada lejana), y la perteneciente al opus 61 de Fauré, esa exquisita colección titulada La bonne chanson sobre poemas de Verlaine. De camino al colofón (seis páginas de Strauss, Morgen! y Die Nacht, entre ellas), se escucharán seis lieder de Schubert, cinco de ellos sobre poemas de Rückert, entre los que destacan las imponentes y apasionadas Sei mir gegrüsst (D 741) y Du bist die Ruh (D 776). Todo un festín vocal.
Las últimas entradas para este recital, con un precio general de 10 a 20 euros, están disponibles en las taquillas del Teatro de la Zarzuela, el Auditorio Nacional de Música, teatros del INAEM, entradasinaem.es y en el teléfono 91 193 93 21. Además del precio reducido de las dos primeras entradas (20%) adquiridas por los abonados, los mayores de 65 años y los menores de 30, los desempleados, las familias numerosas y las personas con discapacidad se beneficiarán de un descuento del 50% sobre el precio de venta de las localidades.
UNA VOZ EN IMPARABLE ASCENSO
Nacido en Barcelona, Josep-Ramon Olivé estudió violonchelo, piano y canto en la Escolanía de Montserrat y posteriormente en la Escola de Música de Barcelona. Se formó también en dirección coral y canto clásico en la Escola Superior de Música de Catalunya y, más tarde, en la Guildhall School de Londres como alumno aventajado de Rudolf Piernay. También participó en clases magistrales de Graham Johnson, Gerald Finley, Kurt Widmer, Josep Bros, Luigi Alva y Teresa Berganza, entre otros cantantes de referencia.
Desde entonces, su trayectoria musical asfaltada de premios como la Medalla de Oro de la Guildhall School of Music & Drama de Londres (2017), así como el primer premio y el premio del público del Händel Singing Competition (2015) y el segundo premio del Concurso Permanente de Juventudes Musicales de España (2011). También fue nominado Oxford Lieder Young Artist (2015), fue seleccionado para los proyectos de Le Jardin des Voix de William Christie, Les Arts Florissants (2017) y el ECHO Rising Star en su edición de 2018.
En los últimos años ha colaborado con importantes orquestas (como Le Concert des Nations, Hespérion XXI, la Orquestra Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, la ORCAM, la London Haendel Orchestra y la Orchestra of the Age of Enlightenment) y actuado en salas de referencia (como el Liceo de Barcelona, el Concertgebouw de Ámsterdam, la Elbphilharmonie de Hamburgo y la Philharmonie de París) a las órdenes de batutas de grandes directores (como Jordi Savall, William Christie, Kazushi Ono, Josep Pons y Victor Pablo Pérez).
DESCORCHAR EL LIED DESDE EL PIANO
Por su parte, la pianista Victoria Guerrero (Jerez de la frontera, 1989) comenzó sus estudios con María Jesús Durán en la Escuela de Música y Danza ‘Belén Fernández y, paralelamente, en el Conservatorio ‘Joaquín Villatoro’. En los últimos tiempos ha recibido clases de pianistas de la talla Joaquín Achúcarro, Claudio Martínez Menher, Nino Kereselizdse y Edwuard Wolanin, entre otros. Al concluir sus estudios de piano como alumna de Óscar Martín en el Conservatorio Superior de Sevilla, trabajó como pianista repetidora en el Teatro Villamarta.
Su versatilidad y solvencia como pianista acompañante quedó acreditada hace cinco años, cuando fue distinguida en el prestigioso certamen Das Lied celebrado en Heidelberg y que dirige el gran barítono Thomas Quasthoff. Precisamente la parte central del concierto con el que se presenta por primera vez en el Teatro de la Zarzuela, exige un gran conocimiento del universo liederístico de Schubert en partituras como Sei mir gegrüsst (Te saludo), Du bist die Ruh (Tú eres el reposo) y Greisengesang (Canción de un viejo).
«De las cuatro hermosísimas canciones que integran el opus 27 del Richard Strauss, Oliver ha seleccionado dos», explica a propósito de otras de las piezas clave del concierto el crítico Arturo Reverter en las notas del programa. «La número cuatro, Morgen!, y la tres, Heimliche Aufforderung», cuya apariencia bulliciosa, recuerda el especialista, el pianista Roger Vignoles describía de forma muy gráfica para referirse al acompañamiento pianístico: «Le parece como una botella de champán al descorcharse».
Foto © May Zircus