Este doble brindis por Bach y Hindemith se debe ampliar a que al fin una editorial en España se ha prestado a editar la fantástica traducción de Luis Gago (no en vano él ha “mamado” esta labor del maestro de maestros, Miguel Sáenz) de Johann Sebastian Bach. Una herencia obligatoria, que fue el discurso que pronunció Paul Hindemith en Hamburgo el 12 de septiembre de 1950, con motivo de los actos por el bicentenario de la muerte de Johann Sebastian Bach.
La cuidadosa edición de Tres Hermanas, en su nueva colección Clepsidra, presenta un amplio prólogo del propio Luis Gago (ocupa la mitad del bello librito), dedicado fundamentalmente a Hindemith y a su relación con Bach (un texto que ha nacido ya como un clásico), mientras que la conferencia de Hindemith ocupa la otra mitad del libro.
Las palabras del autor de Ludus Tonalis (como afirma Gago, son muchas las obras de Hindemith donde se halla la constante huella de Bach) leídas 70 años después, dejan claras que en su momento fueron tan visionarias, elegantes (tenía un don para escribir más allá del de componer, no en vano él fue su propio libretista para la sensacional ópera Mathis der Maler, que dicho sea de paso podría reponerse en alguno de nuestros teatros) como inobjetables hoy en día. Por citar una de las sentencias del discurso de 1950: “nuestros instrumentos de cuerda deberían utilizar otro tipo de cuerdas… Debería reconstruirse el diapasón de cámara en la afinación de instrumentos…”.
Una herencia obligatoria ya se ha convertido en realmente obligatoria para el lector.
Gonzalo Pérez Chamorro
Johann Sebastian Bach. Una herencia obligatoria
Autor: Paul Hindemith
Traducción de Luis Gago
Tres Hermanas, 70 páginas
https://treshermanaslibros.com