Premio a la audacia
Que una temporada de solo cinco títulos tenga la audacia de proponer un estreno absoluto solo merece el aplauso de todo melómano. Mayor ha de ser este aplauso si atendemos a la trayectoria de los últimos años, donde la Ópera de Oviedo nos ha deleitado con la tetralogía wagneriana, Le Duc d’Alba, de Donizetti o Mazzepa, de Chaikovsky, solo por citar algunas rarezas y/o esfuerzos descomunales. Ello no obsta para que reconozcamos que nos sorprendió la propuesta de un estreno y tras disfrutarlo, solo nos salgan de la boca y del teclado del ordenador parabienes.
Fuenteovejuna es una ópera ecléctica del compositor Jorge Muñiz, asturiano nacido en Friburgo (1974) que presenta tres aristas dignas de análisis: su parte musical, la dramática y la ideológica, todas ellas de gran importancia en el desarrollo de la obra.
Musicalmente hablando Fuenteovejuna ofrece pocas cosas nuevas; siendo como es hija del siglo XXI podría situarse tranquilamente casi cien años antes. No es una miscelánea de estilos pero sí una obra donde la melodía adquiere importancia y donde la música danzable y en ocasiones “pegadiza” (si se me permite el atrevimiento) hace que su primera escucha sea fácil.
Dramáticamente hablando la adaptación del texto realizada por Javier Almuzara es tan respetuosa –a pesar de los inevitables recortes al pasar del lenguaje estrictamente teatral al operístico- como efectista. E ideológicamente Fuenteovejuna parece ser una isla en medio de la involución ideológica en la que parece estar Europa: un llamamiento a la rebelión, a la protesta activa, un azote a la desidia y a la resignación parecen estar fuera de los tiempos actuales y, sinceramente, se agradecen.
La interpretación ha sido notable, destacando sobremanera la soprano María Miró (Laurencia) de gran poso dramático y la voz resuelta del tenor Antonio Lozano (Frondoso). Impecable en el desagradable papel del Comendador Javier Franco y dentro de un gran nivel el resto de los solistas, a saber, Felipe Bou, Pablo García-López, Cristina Toledo, Marina Pardo, Fernando Latorre y Beñat Egiarte. Excelentes coro y orquesta bajo la dinámica batuta de Santiago Serrate.
La propuesta escénica de Miguel del Arco subraya os efectos musicales con uso de secciones en cuesta e imágenes en primerísimo plano. El público respondió con gran calor y afecto a lo que solo puede calificarse de merecido premio por el atrevimiento de unos organizadores que tienen una idea de la ópera muy abierta.
por Enrique Bert
María Miró, Marina Pardo, Antonio Lozano, Javier Franco, Felipe Bou y otros. Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. Escena: Miguel del Arco. Dirección musical: Santiago Serrate. Fuenteovejuna, de Jorge Muñiz.
Teatro Campoamor, Oviedo
Foto © Fundación Ópera de Oviedo