José es uno de los egresados del Grado en Música de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) de la promoción 2018-19. Nos cuenta sus experiencias estudiando el grado online con más de 50 años de edad.
La experiencia ha sido de lo más gratificante ya que he crecido como músico y como persona. Las actividades de evaluación continua me hacían entender las asignaturas casi al completo y me orientaban a poder clarificar las dudas de cara a los exámenes. Para una persona que trabaja y con hijos, estudiar online el Grado en Música de UNIR es la mejor de las opciones. Los temas, actividades y algunas grabaciones están disponibles online desde el comienzo del cuatrimestre y semanalmente recibes clases online en directo a las que puedes asistir y participar así como visualizar en diferido.
El plan de estudios es muy completo y hace que todas las asignaturas tengan su interés. Todas me parecieron al principio muy complejas y algunas con temarios muy muy largos, pero al final todas se pueden superar con más o menos esfuerzo. El grado se basa en cinco líneas principales: Composición, Educación, Musicología, Gestión y Sonología y tecnología.
Esto te da una perspectiva muy extensa de la música y te permite adquirir habilidades realmente interesantes en cada una de ellas. Por ejemplo, pude realizar prácticas externas en una empresa de espectáculos, ayudando en las cuestiones de gestión cultural de la música. Participé en muchísimas tareas de todo tipo, ayudar en la campaña de publicidad, contactar con músicos, acudir a salas de conciertos y ver desde dentro toda la organización. Otros compañeros hicieron sus prácticas en instituciones vinculadas con la industria de la grabación o colaborando en un archivo musical.
Una asignatura optativa que me quedé con ganas de hacer es la de composición III que imparte Zulema de la Cruz. Un quinteto de la Orquesta Filarmonía ensayaba y grababa las composiciones de los estudiantes. Algunos compañeros asistieron a la sesión de grabación y otros lo siguieron en Streaming, pero me contaron que fue genial y que les entregaron una grabación con cada una de sus composiciones.
Yo trabajo en un centro educativo del municipio donde vivo y me decidí a estudiar un grado porque sabía que implicaba una mejora importante en mi trabajo. Tener el Grado me ha permitido ascender de categoría laboral desempeñando las mismas funciones y percibir un aumento económico sustancial. Pero más allá de eso, se te abren muchas perspectivas de futuro, crecen las oportunidades de presentarte a puestos de trabajo que no te habías planteado nunca, con unos beneficios económicos y sociales muy significativos.
En mi vida personal, estudiar el Grado en Música en UNIR me permitió ayudar a mis hijos a afrontar las dificultades de estudiar y organizarse, explicarles de manera clara cómo solucionar sus problemas y ser un ejemplo para ellos. Nos picábamos en broma con las calificaciones, incluso mi hijo veía algunas lecciones y le encantaban. No pude estudiar de joven y ahora puedo comprender lo que supone, aunque con mi edad soy mucho más consciente de la importancia de recibir una buena formación. En general es un aliciente increíble para el contexto familiar. Tu entorno se da cuenta del esfuerzo y afán de superación, necesarios para la vida. Pero también me ha dado el hábito de estructurarme mejor el tiempo y aumentó todavía más mi curiosidad por todas las cosas. Tener una visión más global del mundo de la música y en mi caso volver a «recibir órdenes», a mi edad uno empieza a mandar más que obedecer y me abrió mucho los ojos de cómo trabajar en equipo en cualquier entorno.
por Rafael Martín Castilla
https://www.unir.net/humanidades/grado-musica/549200001511/